Después de la tempestad viene la calma. Este refrán popular pareciera identificar lo que ha pasado con el movimiento del dólar en el país. Tras registrar en el segundo semestre de 2022 sus topes históricos, que bordearon los 5.000 pesos, con una alta incertidumbre, el año pasado empezó su ajuste y en los últimos meses ha estado marcado por una relativa estabilidad.

En el último año, según distintos analistas, el peso colombiano fue la moneda más apreciada del mundo, con una valorización anual cercana al 20 % frente al dólar, mientras que el billete verde se ha venido fortaleciendo respecto a otras monedas desarrolladas.

¿Qué explica este movimiento? “Estamos viendo flujos netos positivos a mercados emergentes. En la medida en que se dan perspectivas de tasas de interés cayendo, pues hay apetito por activos de riesgo como los nuestros, incluyendo monedas, pero también el oro y hasta el bitcóin”, explica Laura Clavijo, directora de Investigaciones Económicas de Bancolombia.

Además, también han pesado factores internacionales como el comportamiento de la economía en Estados Unidos, cuya expectativa de recesión se aleja, y, en el caso colombiano, una corrección del déficit de cuenta corriente que también favoreció al peso.

Pero no fueron los únicos factores. “Vimos un escenario positivo asociado al entorno institucional en Colombia y cómo los pesos y contrapesos funcionaron para aliviar un poco los temores de que se aprobaran las reformas en el estado radical que propone el Gobierno”, advierte Julio Romero, economista jefe de Corficolombiana.

La tasa de cambio se ha mantenido entre 3.870 y 3.990 pesos desde finales de 2023, con una baja volatilidad. La pregunta es si se mantendrá en esos niveles y por cuánto tiempo, y en qué momento se convierte en un activo para invertir.

“El dólar normalmente suele comportarse en dos momentos cada año. Uno de calma y otro de un poco más de volatilidad. Este primer semestre lo estamos viendo con mucha calma, alrededor de los 3.900 pesos. Y seguramente al cierre del año, por las elecciones presidenciales en Estados Unidos y, también, por los temores que persisten de una recesión económica, puede generarse un poco de devaluación. Es muy probable que al cierre del año tengamos un dólar un poco más elevado, por encima de los 4.000 pesos, tendiendo hacia los 4.200”, dice Juan David Ballén, director de Análisis y Estrategia de Casa de Bolsa.

De acuerdo con un análisis de Corficolombiana, el precio del dólar en Colombia no ha incorporado el deterioro reciente de los fundamentales macroeconómicos, algo que sí captura la prima de riesgo. Agregó que hace más de un año, la tasa de cambio incluía un castigo idiosincrático (de factores internos, como las tensiones políticas y polémicos anuncios del Gobierno) que equivalía a 1.163 pesos (30,7 % adicional de devaluación) respecto al promedio de sus pares en la región, y hoy este castigo es nulo. “El mayor endeudamiento del Gobierno previsto para este año, las perspectivas de menor crecimiento de largo plazo, los riesgos sobre la producción de petróleo del país y la incertidumbre por las reformas del Gobierno presionarían una depreciación del peso colombiano de entre 5 y 10 %, a niveles entre 4.100 y 4.300 pesos durante el segundo semestre”, advierte esta entidad.

Ha sorprendido la baja volatilidad del tipo de cambio en los últimos 12 meses (con corte a febrero), que ha sido menor en 6 puntos porcentuales respecto a su nivel promedio entre 2020 y 2022. “Cabe resaltar que, si bien la mayoría de las monedas han expuesto unos menores niveles de volatilidad a inicios de año, la volatilidad del peso colombiano fue la más alta entre sus pares latinoamericanos entre febrero y noviembre de 2023 y también ha sido la que ha expuesto la mayor corrección en lo corrido de 2024”, dice el informe de Corficolombiana.

Ha sorprendido la baja volatilidad del tipo de cambio en los últimos 12 meses (con corte a febrero), que ha sido menor en 6 puntos porcentuales respecto a su nivel promedio entre 2020 y 2022. | Foto: Getty Images

Además, la disminución de la tasa de interés por parte del Banco de la República, que para este año se llega a estimar en cerca de 500 puntos básicos, podría reflejar un diferencial de tasas menos atractivo para los inversionistas de portafolio, ejerciendo presiones al alza adicionales sobre la tasa de cambio, especialmente en el segundo semestre.

Y dice la firma que un eventual aumento en los precios internacionales del petróleo por cuenta de lo que sería una intensificación de los conflictos geopolíticos –la guerra entre Rusia y Ucrania y el conflicto de Israel con Hamás– o una mejora sustancial en el ambiente para la inversión privada en Colombia podrían mantener la fortaleza del peso colombiano y llevar el tipo de cambio incluso a niveles inferiores a los actuales.

En ese sentido, el comportamiento del dólar se podría mantener ante la expectativa de los ajustes de política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos, pero cuando empiece a recortar tasas y la inflación ceda, el dólar debería debilitarse.

¿Hora de invertir en dólares? Como siempre, todo depende del apetito de riesgo de los inversionistas, de unas apuestas de largo plazo y de para qué se requiere la inversión. Para Carolina Monzón, gerente de Investigaciones Económicas de Itaú, los niveles en los que se encuentra hoy el dólar pueden ser un objetivo de compra, aunque se ha mantenido en un mismo rango.

“Sin embargo, hay que tener en cuenta que si la volatilidad llega a retornar definitivamente creemos que pueden generarse muchas más oportunidades. Puede ser una oportunidad interesante, pero evaluando muy bien el perfil de riesgo de cada inversionista”, explica.

Los analistas consideran que, si la volatilidad retorna al dólar, definitivamente se pueden generar muchas más oportunidades | Foto: derek berwin

A su vez, Jackeline Piraján, economista de Scotiabank Colpatria, este año espera que el dólar cierre cerca de los 4.100 o 4.150 pesos, atribuido al hecho de que se estima una reactivación económica con una mejor demanda de dólares vía importaciones. Mientras, calcula que el recorte de tasas de interés juegue en contra de la tasa de cambio. “Sin embargo, no estamos esperando una divisa materialmente mucho más arriba de lo que está hoy día”, agrega.

Considera que es un buen momento para comprar dólares si “queremos aprovechar actividades de ocio a nivel internacional, pues se pone un poco más barato de lo que estaba hace un año. Y en términos de inversiones, creemos que las monedas son solo para inversionistas con alta tolerancia al riesgo y un horizonte de muy largo plazo”, explica Piraján.

De acuerdo con el sondeo de Dinero entre los analistas, el 81 % recomienda comprar dólares este año y hacerlo cuando se ubique por debajo de los 3.900 pesos.