¿Qué está pasando? Es lo que todos los colombianos se preguntan. Y, sin sesgos políticos, un experto se aventuró a explicar el complejo panorama que confluye para la trepada de la moneda. Lo hizo la cuenta Arena Alfa, experta en educación financiera y especializada en acciones Colombia e internacional. Su fundador, Sebastián Toro, se ha dedicado a explicar los más importantes fenómenos económicos.

“Lo que está pasando en Colombia es el empobrecimiento del país”, comienza la extensa explicación, que fue publicada hace unos días, cuando el dólar ya estaba muy cerca de los 5.000 pesos.

“Desde las elecciones comenzó el alza del dólar. Ha subido 27 %”, cuenta. Explica que los mercados anticipan eventos y se preparan para ellos. Toro recordó que el dólar durante los cuatro años del gobierno de Duque subió más de 35 %, es decir, 8 % al año, que para él es una devaluación normal, comparable a países vecinos. “Nos fue normal. Mejor que Brasil e igual a Chile”, dijo.

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La situación es distinta después del triunfo de Gustavo Petro. “Ahí sí somos una de las peores monedas del mundo en devaluación y por momentos somos la peor moneda del mundo”. Explicó que el peso colombiano se está moviendo como el peso argentino, “una de las monedas más basuras del mundo. Señores, esto es muy peligroso. Es un desastre que nos debería preocupar a todos”.

Toro explicó otros factores que inciden en el precio del dólar, por ejemplo, los TES. “Mientras mayor sea la tasa de los TES, más caro es endeudarse”, explicó. Según él, desde las elecciones hay un completo desacople en ese frente. El experto también analizó lo que pasa con Ecopetrol y la comparó con Petrobras. La iguana se desplomó 56 % desde elecciones, mientras que la vecina brasileña sigue estable.

Peso colombiano frente al dólar. | Foto: Getty Images

“Lo que más está pesando en Colombia es esto. Esto es lo que más daño está generando en el país porque Colombia es un país exportador de petróleo y carbón... 5.000 pesos es un chiste si dejamos de exportar gas y petróleo”, advirtió. Agregó que, si a eso se suma la incertidumbre de la reforma tributaria, es claro que el mundo hoy percibe con desconfianza a Colombia.

“Todos somos más pobres cuando sube el dólar. No queremos que el país se acabe como lo están acabando. Esto no es un chiste”, concluye.

¿Por qué llegó a 5.000?

El precio del dólar en Colombia se convirtió en un tema tendencia desde finales del mes de mayo, cuando comenzó a dispararse y a cumplir una seguidilla de máximos históricos que hoy en día lo tienen muy cerca de los 5.000 pesos, mientras que los analistas, expertos e inversionistas mantienen sus alertas encendidas por los efectos que esto pueda seguir generando sobre elementos como la inflación.

Actualmente, el nivel más alto para el billete verde en el país es de 4.999 pesos y se alcanzó el pasado lunes 24 de octubre en medio del panorama de incertidumbre y expectativa que había en el país por la posibilidad de una recesión económica en potencias como Estados Unidos, la desaceleración de la productividad en Colombia y el costo de vida que no para de crecer y también preocupa.

Para entender lo que está pasando con esta divisa, se deben analizar muchos factores como la inestabilidad de los mercados en el mundo, la volatilidad de los precios del petróleo, la ya mencionada inflación y la creciente demanda de activos refugio (como el dólar), para hacer frente a los tiempos de crisis que se vienen para 2023, ya que, según los expertos, está apretada de bolsillo irá hasta finales del próximo año.

Lo más preocupante en medio de todo esto es que desde hace meses se había advertido que podría pasar, tal y como se constata en un informe de Corficolombiana, publicado a mediados de junio, en el cual se indicó que el costo del billete verde se dispararía a los niveles vistos hoy en día, si no se tomaban las acciones necesarias para contrarrestar esta problemática, lo que al parecer no sucedió.

Esta advertencia se centró en las rentas petroleras y la intención del gobierno del actual presidente, Gustavo Petro, de suspender las exploraciones para encontrar nuevos pozos de crudo en el país, frente a lo que planteó dos escenarios y uno de ellos parece que se está haciendo realidad en este momento. El punto es que los 5.000 pesos por dólar serían apenas la punta del iceberg.

“El escenario A asume que se sigue realizando nueva exploración de hidrocarburos en los próximos años, mientras que el escenario B asume que se suspende la nueva exploración a partir de 2023. En el escenario A, la producción petrolera continuaría alrededor de los niveles actuales (760.000 barriles por día) durante los próximos cinco años. En contraste, en el escenario B la producción empezaría a caer desde 2023, al ritmo de la declinación natural de las reservas y como resultado de la menor de inversión”, dijo esta firma.

Para ambos escenarios, Corficolombiana calculó los ingresos del país por exportaciones de petróleo; el efecto sobre la tasa de cambio nominal (devaluación del peso frente al dólar); y el impacto de la devaluación sobre las importaciones totales y las exportaciones no petroleras.

“El impacto de suspender la nueva exploración petrolera lo definimos como la diferencia de las proyecciones entre los escenarios B y A. En 2027, la devaluación del peso colombiano sería entre 39,9 y 43,7 %, equivalente a una tasa de cambio entre 5.080 pesos y 7.000 pesos, mientras que el desbalance comercial de bienes aumentaría entre 15,4 y 38,6 % y las importaciones disminuirían entre 4,8 y 8,9 %. Esto último supondría un ajuste fuerte de la demanda interna a través de menor consumo e inversión privada”, concluyó.

Pese a que estas alertas fueron puestas sobre la mesa desde el 14 de junio, el Gobierno nacional siguió manifestando su intención de suspender las exploraciones petroleras desde el otro año, siendo la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, una de las más férreas defensoras de esta medida, argumentando que el país necesita empezar cuanto antes una transición energética. Los resultados de esto saltan a la vista hoy en día.

Vale la pena destacar que, desde finales de la semana pasada, tanto el presidente Gustavo Petro, como su gabinete, empezaron a moderar el discurso sobre el futuro económico de la nación. No obstante, el daño ya está hecho y por ahora los inversionistas y expertos no descartan que el dólar se pueda trepar en los próximos días hasta los 5.100 o 5.200 pesos; ya que el panorama de especulación es bastante fuerte.