¿Cuál es el chiste favorito de los economistas? “Hace cinco años, predijimos con un 95 por ciento de certeza que habría una recesión. ¡Y acertamos, en algún lugar del mundo!”. Aunque suelen hacerse mofas de la labor predictiva de estos profesionales, lo cierto es que sus estimaciones proporcionan información valiosa que ayuda a tomar decisiones informadas, planificar y gestionar a largo plazo, así como a identificar tendencias, evaluar riesgos y oportunidades.
No en vano, cada mes el Banco de la República les pide a los analistas económicos que hagan sus pronósticos sobre el desempeño de la inflación, el dólar y las tasas de interés. Durante 2023, los protagonistas de esta foto fueron los más acertados al intentar predecir lo que iba a pasar con el costo de vida, un dato fundamental a la hora de invertir.
Julio César Romero, gerente de Análisis Macroeconómico y Mercados Financieros de Corficolombiana, atribuye su buen resultado a que complementan modelos econométricos con un análisis detallado de ciertos rubros claves del IPC, así como a un equipo riguroso y comprometido de 13 personas.
“Somos muy conscientes de la relevancia de las proyecciones macroeconómicas para la toma de decisiones de varios agentes. Para la inflación combinamos métodos estadísticos con información relevante que puede impactar a los precios. Es un proceso disciplinado que se repite mes a mes y que está constantemente buscando mejorar”, explica Jackeline Piraján, economista de Scotiabank Colpatria.
Así mismo Carolina Monzón, gerente de Investigaciones Económicas de Itaú Colombia, dice que para sus pronósticos usan modelos econométricos en los que buscan siempre incluir las variables adecuadas. “Por eso hacemos un constante seguimiento a informes como el Sipsa, reportado por el Dane, el cual nos permite ver la evolución de los precios mayoristas de los alimentos, lo que a su vez nos facilita tener información más ajustada en nuestros modelos y pronosticar de forma más acertada”.
El 2023 fue un año en el que se evidenció una fuerte persistencia inflacionaria, lo que hizo que la mayoría de los analistas de manera consecutiva tuviera que revisar al alza sus proyecciones. Laura Clavijo, directora de Investigaciones Económicas de Bancolombia, atribuye los buenos resultados de su grupo en este frente a que tienen una mirada desde la visión estructural, tratando de manejar pronósticos de más mediano plazo, que intentan no alterar con lo que ocurre en la coyuntura mes a mes. Eso sí, lo complementan con los datos que van entrando, bien sea a través de lo que reporta el Sipsa o de un monitor de precios básicos que tiene en Bancolombia, el cual se basa en información que le reportan al banco diferentes tipos de proveedores, como tiendas de barrio.
“Eso nos ayuda a complementar la visión, especialmente en lo que tiene que ver con el rubro de alimentos. El reto está en encontrar otras fuentes de información que nos ayuden a ver rubros donde todavía tenemos gran nivel de incertidumbre, como, por ejemplo, los precios de servicios como restaurantes, entretenimiento”, sostiene Clavijo.
Finalmente, Juan David Ballén, director de análisis y estrategia de Casa de Bolsa, explica que la inflación se redujo en 2023 gracias al descenso que presentó el dólar desde 5.000 hasta 3.800 pesos. Adicionalmente, el precio de los alimentos se vio favorecido por la caída que presentaron los precios de los fertilizantes. Por último, el alza en las tasas de interés logró enfriar la demanda interna y el crecimiento de la economía. “Destaco que el descenso de la inflación fue más lento de lo esperado debido al aumento del precio de la gasolina que tuvo como objetivo cerrar el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles”, precisa.
Una labor de mucho trabajo y poco chiste.