Fitch Ratings bajó la calificación nacional de largo plazo de Construcciones El Cóndor y la de su Programa de Emisión y Colocación de Bonos Ordinarios y Papeles Comerciales por hasta $500.000 millones. La perspectiva de la calificación nacional de largo plazo es negativa.
La baja de las calificaciones de largo plazo refleja el debilitamiento del perfil financiero de la compañía (liquidez limitada y apalancamiento elevado), que no ha logrado la expectativa previa de Fitch.
La crisis generada por la pandemia de coronavirus afectó la generación de Ebitda y el flujo de caja operativo (FCO) en 2020, lo cual retrasó la trayectoria esperada de desapalancamiento.
Y es que la trayectoria de desapalancamiento de la compañía se retrasó por el impacto de la pandemia de coronavirus en la rentabilidad y generación de flujos de caja. El nivel de apalancamiento era alto antes de entrar a la crisis. Durante el periodo más estricto de las cuarentenas, entre marzo y abril de 2020, fue forzada a parar sus operaciones hasta que fue expedido el decreto de excepciones para el sector de infraestructura.
En consecuencia, los ingresos se redujeron 11 % a septiembre de 2020 y el margen Ebitda cayó a 12 %. Las disrupciones por la pandemia y las condiciones climáticas resultaron en retrasos en los proyectos y en aumentos en las necesidades de capital de trabajo. La mayor parte de la deuda adicional tomada en 2020 se pagó con recursos obtenidos de Cesar-La Guajira y el segundo pago de la venta del Túnel de Oriente, lo cual desfasó los planes originales de reducción absoluta de deuda.
En su caso base para 2021, Fitch proyecta que los márgenes de rentabilidad se mantendrán presionados debido a los sobrecostos en algunos proyectos. En consecuencia, el apalancamiento y las métricas de liquidez se mantendrán presionadas debido a su estructura de financiamiento concentrada en el corto plazo.
Hacia adelante, la agencia considera que existe incertidumbre sobre la capacidad de Construcciones El Cóndor para disminuir la presión sobre la liquidez y con qué velocidad podría reducir el endeudamiento.
Sin embargo, la calificadora espera que la constructora utilice $151.000 millones de la venta de Pacífico 2 para reducir el endeudamiento. A pesar de esto, la compañía cerrará el año con métricas de apalancamiento por encima de 5x; es decir, tendrá más de seis años por encima de la sensibilidad negativa de 4x.
Hacia adelante, la velocidad de desapalancamiento dependerá de la liberación de caja atrapada en diferentes proyectos, de la habilidad de la compañía para recomponer su portafolio de proyectos y del monto de los dividendos que las concesiones podrían distribuir al terminar la fase de construcción.
La perspectiva negativa considera los riesgos de refinanciación asociados a la posición ajustada de liquidez. Para 2021, Construcciones El Cóndor enfrenta a una concentración alta de deuda en el corto plazo, lo cual la expone a riesgos de refinanciación o condiciones desfavorables de mercado.
Sin embargo, Fitch considera que este riesgo se mitiga por la calidad de los activos del portafolio de concesiones de proyectos de cuarta generación (4G). CEC espera que estos proyectos finalicen la fase de construcción y empiecen a distribuir dividendos en el corto o mediano plazo.
Por otra parte, las calificaciones también incluyen el perfil adecuado de negocio. La constructora es un jugador importante en la industria de ingeniería y construcción en Colombia.
Su perfil se caracteriza por un manejo satisfactorio del riesgo y una disciplina de licitación que le permiten reponer su backlog (portafolio de proyectos), al mismo tiempo que conserva márgenes superiores a sus pares.
Frente a la alianza estratégica con ISA para el desarrollo de proyectos de infraestructura en Colombia y Perú, Fitch considera que esta podría potenciar la capacidad de crecimiento de la compañía y la diversificación geográfica de su portafolio de proyectos.
Esta alianza podría resultar en proyectos adicionales mientras que reduce la carga financiera de los aportes de capital a los proyectos.