El club de los 200.000 millones de dólares perdió a su último miembro, luego que el empresario Elon Musk viera caer su riqueza en 13.300 millones de dólares este miércoles, y ahora sea de 198.600 millones de dólares, una cifra nada despreciable todavía.
Las acciones de Tesla Inc. cayeron por cuarto día consecutivo al nivel más bajo desde septiembre de 2021, en medio de una amplia caída en los mercados bursátiles de todo el mundo.
Sin embargo, el director ejecutivo de Tesla, con 50 años, sigue siendo la persona más rica del mundo, según el índice de multimillonarios de Bloomberg. Aun así, Elon Musk ha visto desaparecer 71.700 millones de dólares de su fortuna en lo que va del año, más que las siguientes tres personas más ricas combinadas, mientras los mercados lidian con las tensiones geopolíticas en torno a Ucrania y los bancos centrales más agresivos.
De acuerdo con información de Bloomberg, la riqueza de Elon Musk alcanzó un máximo de 340.400 millones de dólares el cuatro de noviembre, cuando las acciones de Tesla llegaron a un máximo histórico.
Días después, preguntó a sus seguidores de Twitter si debería vender parte de su participación, lo que provocó una fuerte caída en las acciones de la compañía que borró 35.000 millones de su patrimonio neto en un sólo día, una suma casi sin precedentes.
Eventualmente, completó una serie de ventas de acciones por un valor de más de 16.000 millones de dólares y también donó 5.700 millones de dólares en acciones a organizaciones benéficas, según reveló Bloomberg.
El fundador de Amazon, Jeff Bezos, es la única otra persona cuya riqueza ha superado la marca de los 200.000 millones de dólares, alcanzando ese hito por primera vez en abril de 2021. Su fortuna fluctuó alrededor de ese nivel durante la mayor parte del año pasado, antes de caer definitivamente por debajo de ese nivel en diciembre.
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El empresario Elon Musk dio cuenta de los avances en el desarrollo de su cohete interplanetario Starship, y se mostró confiado en que “este año” hará su primer vuelo orbital. Musk habló frente a invitados y periodistas en la base de su compañía SpaceX, llamada Starbase, cerca de Boca Chica, en el sur de Texas, donde se desarrolla este impresionante cohete.
Aunque no realizó grandes anuncios, enumeró los primeros proyectos que esperan a Starship: lanzamiento de satélites y misiones a la Luna, incluido uno privado con el multimillonario japonés Yusaku Maezawa a bordo.
Como telón de fondo, el Starship, completamente negro, estaba montado sobre su propulsor plateado, denominado Super Heavy. El aparato tiene 120 metros de altura, nueve metros de diámetro y podrá poner en órbita unas 100 toneladas.
Musk había prometido una primera prueba orbital para enero o febrero de 2022, pero el plazo fue superado. La compañía aguarda la autorización de la Agencia Federal de Aviación estadounidense, que primero debe estudiar las consecuencias ambientales de las operaciones. Se espera una decisión para fines de febrero.
“Soy optimista de que vamos a tener esta autorización”, dijo Musk. De todos modos, SpaceX se está preparando para mudar sus operaciones a Florida si es necesario, en cuyo caso Starbase se dedicaría a la investigación y al desarrollo.
“En el peor de los casos, nos demoraremos entre seis y ocho meses para construir la torre de lanzamiento en Cabo Cañaveral para despegar desde allí”, aseguró. “Estoy muy seguro de que entraremos en órbita este año”, dijo.
Starship ya ha realizado varios vuelos suborbitales: después de algunas pruebas que terminaron en impresionantes explosiones a fines de 2020 y en 2021, SpaceX finalmente logró aterrizar la nave. Pero solo llegó a una altitud de diez kilómetros.