Los productores de petróleo de la OPEP+ anunciaron este jueves, como se esperaba, un leve aumento de su producción de crudo, ignorando los llamados para aliviar la presión sobre los precios que provoca la guerra en Ucrania.
Los representantes de los 13 miembros de la Organización de países exportadores de petróleo (OPEP) y sus diez aliados, liderados por Rusia, convinieron “ajustar al alza la producción total mensual en 432.000 barriles diarios (bd) para el mes de mayo”, indicó la alianza en un comunicado al término de una reunión.
Ese aumento es apenas ligeramente superior al decidido (400.000 bd) en meses anteriores.
Pese a que los analistas esperaban este casi statu quo, las expectativas eran enormes después de que el petróleo alcanzara el 7 de marzo los récords históricos logrados en la crisis financiera de 2008, al superar los 130 dólares el barril. Desde entonces, las cotizaciones han bajado sensiblemente, aunque se mantienen altos.
Este jueves el Brent del Mar del Norte, el petróleo de referencia en Europa, bajaba 5,08 %, hasta 107,69 dólares el barril, mientras que el WTI estadounidense perdía 5,43 %, a 101,96 dólares.
Las expectativas puestas en Estados Unidos
La Casa Blanca debe anunciar el jueves un plan para liberar hasta un millón de barriles diarios de sus reservas estratégicas para frenar la inflación, según una información de la agencia Bloomberg, citando fuentes cercanas al asunto.
“En total, sacarán 180 millones de barriles de sus reservas, lo que sería algo sin precedentes”, asegura Carsten Fritsch, analista de Commerzbank. Si se produce efectivamente esta liberación, “el mercado petrolero dejaría de estar escasamente abastecido”.
Ello supondría un cambio de paradigma, ya que la guerra ha hecho temer el posible fin de los suministros de petróleo ruso, y una consecuente febrilidad en los mercados.
Sin embargo, para la OPEP+ (que nació en 2016 en la óptica de una regulación del mercado) “la volatilidad actual no se debe a los fundamentos” del mercado, es decir, a una escasez de la oferta, “sino a los hechos geopolíticos en curso”, según indicaron sus miembros en el comunicado.
Así, la OPEP+ sigue impasible ante los crecientes llamados de la comunidad internacional, en especial tras la decisión de Estados Unidos y Reino Unido de cesar sus importaciones de petróleo de Rusia, segundo gran exportador de crudo del mundo después de Arabia Saudita.
La Agencia Internacional de la Energía, que anteriormente había descrito como “decepcionante” la actitud de la organización, había pedido a la OPEP+ situarse en “el lado bueno”.
Un mensaje similar llegó de parte del G7, mientras el primer ministro británico viajó a Riad. Pero en vano: los países del Golfo se resisten de momento a ceder ante las demandas occidentales.
La alianza OPEP+, lejos de desestabilizarse ante el conflicto, parece más sólida que nunca. “Está allí para quedarse”, dijo el lunes el ministro de Energía de Emiratos Árabes Unidos, Suhail al Mazruei, determinado a no dejar que “la política” diezme la organización.
Su homólogo saudita Abdulaziz bin Salmán aseguró que si no existiera esta organización, “no podríamos tener estabilidad en el mercado de la energía” y “la volatilidad de precios sería todavía peor”.
Según numerosos expertos, una intervención saudita en los mercados sería percibida como una traición por Rusia porque le impediría utilizar sus exportaciones de hidrocarburos para presionar a los países occidentales.
*Con información de AFP.