Colombia es un país con una baja cultura de ahorro. Los altos niveles de pobreza hacen que numerosas personas no tengan excedentes para guardar, y quienes sí los tienen, suelen preferir alternativas informales como ahorros colectivos que administra un familiar, un amigo o compañero de trabajo –costumbre que es el caldo de cultivo de las pirámides–.

No obstante, entre los colombianos que confían en el sistema financiero para ahorrar, el instrumento preferido son los Certificados de Depósito a Término (CDT). Estos son documentos (que antes eran en papel y ahora mayoritariamente son digitales) emitidos por entidades financieras al cliente que deposita el dinero con la expectativa de que en un plazo de tiempo le paguen un interés. Generalmente los plazos más usados son de 30, 60, 90, 180 y 360 días.

Debido a que su funcionamiento es fácil de entender y a su alta seguridad, pues desde que la persona abre el CDT sabe cuánto se va a ganar, este instrumento es bastante usado por personas y empresas y su tasa de interés no solo está atada a la política monetaria del Banco de la República (que ha subido sus intereses, y hoy están en 10 por ciento), sino a las necesidades de liquidez de las entidades financieras: si requieren más dinero, pagan un poco más.

El rendimiento de los CDT no solo está relacionado con las tasas de interés del Banco de la República, sino también con las necesidades de liquidez de las instituciones financieras. | Foto: Fogafín

Esta situación llevó a que, en el pasado, cuando las tasas de interés eran más bajas, los bancos le ofrecieran de ‘encime’ a la gente cubrelechos, ollas arroceras y otros electrodomésticos para que se animaran a abrir un CDT, pues el ahorro era mal remunerado. Hoy la situación es contraria, y quienes estén interesados en esta alternativa pueden obtener buenas rentabilidades, que en el caso del CDT a un año pueden ir de 10 a 14 por ciento efectivo anual.

Datos de portales que ofrecen asesoría para adquirir CDT indican que actualmente los mejores rendimientos los pagan las entidades microfinancieras o los bancos pequeños. Por ejemplo, según el simulador de Mejorcdt.com, si una persona abre hoy uno de 5 millones de pesos, los rendimientos más altos que se consiguen son de 14,5 por ciento a un año y de 13,4 por ciento a seis meses, es decir, que en el primer caso el saldo final con rendimientos sería de 5.725.000 pesos y en el segundo de 5.324.472, pero se debe tener presente que a esa suma se le debe descontar la retención en la fuente, que es de 4 por ciento sobre los rendimientos.

Las altas tasas de los CDT no se veían desde 2001, cuando el país estaba saliendo de la crisis de 1999, época en que el costo del dinero se disparó y los CDT alcanzaron a pagar 36 por ciento. “En ese momento el Banco de la República estaba defendiendo la banda cambiaria y debía subir las tasas de interés para que los inversionistas extranjeros encontraran rentable invertir en Colombia y no sacaran su dinero provocando devaluación (hoy eso ya no se hace porque el dólar flota libremente), pero luego empezó la corrección y desde el 22 enero de 2001 no se veía una tasa de CDT a un año superior a 14 por ciento”, explica Andrés Langebaek, director de Estudios Económicos del Grupo Bolívar, quien lleva una estadística de los rendimientos de los CDT desde 1993.

La inversión en renta fija, como los CDT, es una de las más populares en el país dado que la gente entiende cómo funcionan.

El buen momento por el que pasa este instrumento se ve en las estadísticas de captaciones del sistema financiero. Al cierre de junio había 563 billones de pesos ahorrados, de los cuales 297,1 billones correspondían a cuentas de ahorro, 83,2 billones a cuentas corrientes y 183 billones a CDT. Mientras las cuentas de ahorro y corriente crecieron 13 y 4 por ciento, respectivamente, el saldo de los CDT aumentó en 18 por ciento y vale la pena aclarar que hoy las cuentas de ahorro son más un medio de pago que un verdadero ahorro, mientras que en los CDT sí se está guardando el dinero para el futuro.

Marco Castrillón, fundador del portal Cdtenlinea.com, explica que rendimientos de los CDT de dos dígitos son una situación atípica y es un tema que está muy relacionado con la inflación. Por eso su recomendación es que a la hora de buscar en dónde abrir el CDT lo que se debe tener presente es que la rentabilidad que pague supere la inflación (hoy en 11,44 por ciento). “Generalmente, lo que ocurre es que una vez la inflación empieza a bajar, las tasas de interés de los CDT corrigen, por eso es una buena idea garantizar de una vez una tasa alta, que probablemente no será la que esté vigente dentro de un año”, precisa, al tiempo que advierte que no es aconsejable abrir un CDT a muy largo plazo, pues las situaciones de la economía cambian bastante o la misma persona podría requerir el dinero antes de tiempo y corre el riesgo de perder en vez de ganar.

Si bien los CDT se pagan al vencimiento, si una persona requiere el dinero antes puede vender el título, pues existe un mercado para eso, pero esto implica un descuento.

Mientras vuelve la calma al costo de vida, los CDT son una buena opción de ahorro.