Las bolsas europeas cayeron este jueves, alcanzando sus puntos más bajos en tres meses, un día después de que el banco central estadounidense (FED) aprobara la mayor subida de tipos de interés desde 1994, avivando los temores de una recesión.
La bolsa de París perdió 2,39 %, Madrid cedió 1,18 % y Fráncfort, Londres y Milán bajaron cada una más de 3 %.
A lo largo del día, los índices europeos acentuaron sus pérdidas. La bolsa de valores de Nueva York abrió por su lado a la baja ante las agresivas alzas de tasas. Cabe recordar que el pasado miércoles, este mercado recibió con alivio la noticia sobre la magnitud del aumento de tasas de interés resuelto por la FED y logró varios repuntes en sus indicadores.
Para luchar contra la inflación, la FED anunció el miércoles un aumento de sus tasas de referencia a un rango de 1,5-1,75 %, el mayor incremento desde 1994. El banco central precisó además que anticipa otras alzas de sus tipos en los próximos meses.
El hecho de que “la FED esté dispuesta a aceptar un deterioro de las condiciones económicas” asusta a los inversores, observó el analista de ActivTrades Pierre Veyret.
Un efecto dominó que también golpea a Europa
Como se dice popularmente, si por Estados Unidos llueve, por Europa no escampa. La escalada de precios al consumidor, impulsada por la inflación, ha hecho llevado a que los bancos centrales en el Viejo Continente suban también sus tasas de interés y se concentren en contrarrestar esta problemática.
El Banco de Inglaterra (BoE) anunció el jueves una quinta subida consecutiva de su principal tasa bancaria, hasta el 1,25 %, un nuevo récord desde 2009, para luchar contra la inflación, que prevé que supere el 11 % en Reino Unido en octubre.
El banco central británico decidió subir su tasa 0,25 puntos porcentuales y no más, a diferencia de la Reserva Federal estadounidense, pero “estará especialmente atento a los indicios de presiones inflacionistas persistentes, y responderá si es necesario con fuerza”, prometió según las actas de su reunión de política monetaria.
Después de que la inflación alcanzase 9 % interanual en abril, un récord en 40 años en Reino Unido, el BoE prevé ahora que supere el 11 % en octubre, cuando se eleve el límite del precio regulado de la electricidad.
Al igual que en Estados Unidos y la Eurozona, los precios se dispararon en el Reino Unido debido a las perturbaciones causadas por la pandemia en las cadenas de producción y al aumento de los precios de la energía desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania.
Las preocupaciones del BCE
Esta semana, el Banco Central Europeo (BCE) trató de recuperar el control frente al aumento de las tasas de la deuda soberana de algunos países de la zona euro, un intento de alejar el espectro de una crisis de la deuda y mantener al mismo tiempo su lucha contra la inflación.
Días después del anuncio de un endurecimiento de su política monetaria, los guardianes del euro tuvieron que reunirse de urgencia el miércoles.
El objetivo era convencer a los mercados de que su programa de subida de tasas de interés es compatible con la lucha contra una diferencia excesiva en los costes de endeudamiento entre países del norte y del sur de la zona euro.
Tras la reunión, el consejo de gobierno se comprometió a tomar dos medidas: “aplicar una cierta flexibilidad en la reinversión” de los bonos de su programa de emergencia lanzado durante la pandemia (llamado PEPP) y diseñar un nuevo instrumento “antifragmentación” para combatir la divergencia de tasas de interés dentro de la zona euro.
*Con información de AFP.