Polémica por el suministro de acero en el país. Mientras Camacol pide reducción de aranceles para facilitar la importación, la ANDI y la industria productora garantizan suministros.
Hace unas semanas, Camacol envió un comunicado de prensa en el que alerta “por el exuberante aumento del precio del hierro y del acero usado en la construcción de vivienda”.
El gremio de la construcción recordó en ese entonces (finales de junio) que, de acuerdo con el Índice de Costos de Construcción de Vivienda, del DANE, el precio del grupo de insumos de hierros y aceros registró –a mayo– un incremento anual de 31,3 %, siendo el insumo de mayor aumento de precios en el conjunto de materiales utilizados en la construcción.
“De acuerdo con otros reportes de mercado, el precio de productos derivados, como los aceros figurados, las mallas electrosoldadas, entre otros, han presentado aumentos anuales superiores al 75 %”, advirtió Camacol.
Este viernes, la industria siderúrgica colombiana, conformada por Acerías Paz del Río, Gerdau Diaco, Grupo Siderúrgico Reyna, Sidoc S. A. y Ternium, representada por el Comité Colombiano de Productores de Acero de la ANDI, y que constituyen el 100 % de la producción nacional, respondió y explicó que la producción de acero para concreto aumentó un 53 % en el periodo enero-julio de 2021, comparado con el año anterior.
Según estas empresas y la ANDI, es un crecimiento importante para apoyar el buen momento que viven las iniciaciones de Vivienda de Interés Social (VIS), las cuales marcaron un récord en julio de este año con más de 16.000, el mejor mes de la historia del país.
La industria nacional igualmente indicó que cuenta “con suficiente capacidad instalada para atender las necesidades del mercado interno”.
Dicha capacidad instalada, en la actualidad, es de 2,6 millones de toneladas, volumen que supera los años de mayor consumo histórico del país y suficiente para atender el crecimiento de la demanda del sector construcción e infraestructura, con sus proyecciones a 2022 y 2023.
De igual manera, la industria aseguró que –de ser necesario–, la industria podría aumentar esta capacidad a 3,1 millones de toneladas, lo cual generaría de inmediato 2.800 empleos formales adicionales, directos y muchos más indirectos.
“Cuando ha sido necesario, la oferta nacional se ha complementado con importaciones de países para lo cual existen TLC como los de México, Brasil, Perú, que ya ingresan al país con arancel 0 %”, dijo la ANDI en un comunicado de prensa.
Estos países tienen una oferta de 127 millones toneladas disponibles que pueden ser importados, lo cual representa 58 veces el consumo de acero del país.
Cabe anotar que Colombia está abierto a las importaciones de acero para concreto que de hecho crecieron 57 % en el periodo enero-junio de 2021, comparado con 2020.
”Adicional a los buenos signos de la producción y las importaciones, los inventarios a agosto ya muestran signos de acumulación muy por encima de lo tradicional en este tipo de industrias”.
Es decir, lo que tenemos que dejar claro es que hay producto disponible que garantizará el abastecimiento del mercado nacional y apalancará las necesidades del sector de la construcción”, explicó María Juliana Ospina, directora ejecutiva del Comité de Acero de la ANDI.
Finalmente, en el contexto actual de recuperación económica, una de las claves son los encadenamientos productivos que se generan a partir del sector de la construcción. “Creemos en una reactivación solidaria e inclusiva que maximice el efecto de los esfuerzos hechos por el Estado llevándolos a la mayor cantidad de sectores y ciudadanos”, afirmó Bruce Mac Master, presidente de la ANDI en el discurso de clausura del VI CEC y 77 Asamblea de la ANDI frente al presidente de la República.
Existen 36 subsectores, entre ellos el del acero y el de la chatarra, que permiten que por medio de los encadenamientos se cierren las brechas de competitividad, productividad e información de una forma integral.
Grupos de recicladores de chatarra, por ejemplo, son parte de la cadena de producción, lo cual los visibiliza, formaliza y apoya para generar un crecimiento integral en varios sectores.
En los últimos años el sector ha hecho inversiones por más de US$620 millones para ampliar la capacidad instalada. El caso más reciente es la nueva planta de Ternium en Barranquilla, una de las más modernas de América Latina.
¿Por qué algunos países son más competitivos?
Aunque algunos países productores están a miles de kilómetros de distancia de Colombia, sus empresas logran colocar en el mercado colombiano productos de acero más baratos. Estas son las principales razones:
1. La tecnología empleada en la fabricación de este tipo de materiales suele ser de última generación.
2. Algunos gobiernos, como Turquía, eliminaron hace años los subsidios en esta industria, una situación que indujo al aumento en la competitividad por parte de las empresas fabricantes para no quedar fuera del mercado.
3. Varias empresas generan su propia energía para reducir costos de producción. Algunas tienen pequeñas centrales hidroeléctricas o térmicas.
4. El personal es altamente calificado. El entrenamiento es continuo y el grado de automatización es alto.
5. Las empresas que fabrican el acero están ubicadas muy cerca de las costas, lo cual se traduce en menores costos de transporte y más competitividad.
6. La filosofía de la buena calidad es común denominador en este sector. Cuentan con equipos sofisticados para medir la fatiga de los materiales y varillas. Todo está avalado por organismos internacionales.
7. La logística es clave. Las empresas construyen o compran flotillas de aviones y barcos para reducir costos de transporte.
8. La variedad de productos es mucho más amplia que la que ofrecen algunas compañías en Colombia. Eso atrae más clientes.
9. La política de mercadeo internacional es agresiva y eficaz. A mayor producción es posible mejorar las economías de escala.
10. El uso de chatarra es fundamental en esta industria. La fábrica de acero privada más grande de Turquía produce 5,5 millones de toneladas al año.