La bolsa de Nueva York cerró el jueves a la baja, preocupada por la postura ofensiva de la Reserva Federal estadounidense (Fed, banco central) y sus posibles consecuencias para la economía del país.

El Dow Jones cayó un 1,08%, el tecnológico Nasdaq perdió un 1,82% y el índice más amplio S&P 500 cayó un 1,64%.

“Los inversores claramente siguen asimilando la comunicación de la Reserva Federal, en particular sus previsiones” en términos de crecimiento, inflación y política monetaria, explicó Angelo Kourkagas, de Edward Jones.

La mayoría de los miembros de la Fed esperan un último ajuste este año y ahora sólo cuentan con dos recortes de tasas en 2024, dos menos de lo previsto en junio.

Este endurecimiento conmocionó el mercado de renta fija, que vio cómo la rentabilidad de la deuda pública estadounidense a dos años, la más representativa de las expectativas sobre la situación política, se disparaba hasta el 5,19%, el más alto desde hace 17 años.

La mayoría de los miembros de la Fed esperan un último ajuste este año y ahora sólo cuentan con dos recortes de tasas en 2024, dos menos de lo previsto en junio. | Foto: Getty Images

En cuanto a su equivalente a 10 años, subió hasta el 4,49%, la primera vez desde noviembre de 2007.

Vale la pena recordar que la Reserva Federal (Fed) mantuvo este miércoles sin cambios sus tasas de interés como esperaban los mercados, en un rango de 5,25 a 5,50%, su nivel más alto en 22 años, y anticipa un incremento más este año.

La decisión fue adoptada por unanimidad en el Comité de Política Monetaria (FOMC) de la Fed. No se trata del final del ciclo de endurecimiento iniciado por el banco central para controlar la inflación, pues se prevé un nuevo incremento este año.

Para 2024, el banco central espera tasas del orden de 5,1% frente a 4,6% que estimaba en junio. El organismo duplicó además su previsión de crecimiento del PIB de Estados Unidos para 2023 a 2,1% frente al 1% previsto en junio, ya que la economía avanza “a un ritmo sólido”, según un comunicado emitido al término de su reunión de política monetaria iniciada el martes.

En su última reunión, de fines de julio, daba cuenta de un “ritmo moderado” de crecimiento de la mayor economía planetaria.

Para 2024, la previsión es de 1,5% de crecimiento del PIB frente a 1,1% anterior. En cuanto a la inflación, los guarismos prácticamente se mantienen: 3,3% para este año, 2,5% en 2024 y 2,2% en 2025.

El presidente de la Fed, Jerome Powell, reiteró en rueda de prensa posterior al comunicado que aunque la inflación pierde fuelle, volver “de forma duradera” al número objetivo, de 2%, “tomará tiempo”.

La Fed subió once veces su tasa de referencia desde marzo de 2022, en un intento por encarecer el crédito y reducir el consumo y la inversión, que presionan los precios al alza.

La Fed subió once veces su tasa de referencia desde marzo de 2022, en un intento por encarecer el crédito y reducir el consumo y la inversión, que presionan los precios al alza. | Foto: Getty Images

Equilibrio

La inflación, desde su pico de junio de 2022, se moderó mucho, a pesar de un pequeño repunte durante el verano boreal.

En agosto, el Índice de Precios al Consumo (IPC) se ubicó en 3,7% en la medición a 12 meses.

La Fed, de todos modos, sigue con mayor atención el índice PCE, que quiere llevar a 2% y se ubicó en julio en 3,3% a 12 meses. Los datos del PCE para agosto se conocerán el 29 de septiembre.

En materia de empleo, un mercado muy observado por la Fed, la situación parece equilibrarse luego de dos años de escasez de mano de obra. La tasa de desempleo salió del mínimo histórico y se ubicó en 3,8% en agosto, gracias a nuevos trabajadores que engrosaron la población económicamente activa. Eso debería contribuir a moderar la inflación.

Además, el consumo, motor de la economía, muestra algunas señales de debilidad, con gastos “modestos” en verano, según el “Libro Beige”, una encuesta que realiza la Fed. Powell, en cambio, habló de gastos “robustos” aunque señaló que el aumento de precio de la gasolina podría, si se prolonga, afectar la confianza de los consumidores.

Las familias estadounidenses están extinguiendo sus ahorros acumulados durante la pandemia y por lo tanto se apoyan “más en el crédito para financiar sus gastos”, según la Fed.

El crédito cuesta más caro y eso lleva a diferir algunas compras o sencillamente descartarlas. Además, en octubre millones de estadounidenses volverán a reembolsar sus créditos estudiantiles luego de dos años y medio de pausa por el covid, un hecho que podría mermar su capacidad de compra.

El crédito cuesta más caro y eso lleva a diferir algunas compras o sencillamente descartarlas. | Foto: 2008 Getty Images

*Con información de AFP