La bolsa de Nueva York terminó al alza este lunes -24 de julio-, impulsada por nuevos indicadores de la economía estadounidense, que permitieron al Dow Jones registrar su undécima jornada consecutiva de alza.
El índice estrella de la plaza neoyorquina ganó 0,52 %, el tecnológico Nasdaq 0,19 % y el índice ampliado S&P 500 ganó 0,40 %. En una jornada apacible en el parqué neoyorquino, los inversores se encuentran a la espera del comienzo de los anuncios de resultados por parte de los gigantes tecnológicos, que han tenido un año destacado y han sido un impulso para la recuperación de Wall Street.
El próximo martes, al cierre bursátil, se conocerán las cuentas de Alphabet y Microsoft, mientras que al día siguiente será el turno de Meta y la semana próxima llegarán las de Apple y Amazon.
Además de los resultados tecnológicos, los inversores también están atentos a los informes de otras grandes empresas y a la próxima reunión de la Reserva Federal (Fed), donde se espera que se decida un aumento de las tasas de interés de un cuarto de punto porcentual.
Mientras tanto, el Dow Jones acumuló once días consecutivos de ganancias, su racha positiva más larga desde febrero de 2017. En la jornada de hoy, las empresas energéticas y financieras impulsaron el mercado, con Goldman Sachs, Chevron y JPMorgan Chase liderando entre los treinta valores del Dow.
Por otro lado, algunas empresas como MSD, American Express e Intel sufrieron pérdidas en la sesión de hoy. A pesar de ello, el mercado se mantiene cautelosamente optimista y expectante ante los próximos acontecimientos económicos y los resultados corporativos que se avecinan.
Entre tanto, las bolsas europeas cerraron este lunes cercanas al equilibrio, presionadas por las incertidumbres que pesan sobre el crecimiento en la eurozona y Estados Unidos, y antes de una semana densa de resultados de empresas y de decisiones de bancos centrales.
París cerró con una ligera caída de 0,07 %, mientras que Fráncfort ganó un modesto 0,08 % y Londres un 0,19 %. Madrid perdió este lunes un 0,29 % y Milán subió un 0,19 %.
En esta parte del mundo la noticia corre por cuenta del grupo químico alemán Bayer que anunció durante las primeras horas que espera en el segundo trimestre una pérdida neta de 2.000 millones de euros (2.200 millones USD), a causa del retroceso de las ventas de sus herbicidas a base de glifosato, potencialmente cancerígeno.
En el conjunto del ejercicio 2023, Bayer espera un volumen de ventas, excluyendo efectos de cambio, de entre 48.500 y 49.500 millones de euros, frente a una horquilla prevista hasta ahora de entre 51.000 y 52.000 millones de euros, según detalló en un comunicado antes de la publicación de sus resultados trimestrales el 8 de agosto.
Según Bayer, “la explicación se encuentra ante todo en el retroceso masivo de las ventas de productos a base de glifosato”, un herbicida producido por Monsanto (bajo la marca Roundup), y que cada año se pulveriza sobre millones de hectáreas. La adquisición por Bayer del grupo norteamericano Monsanto en 2018, por más de 63.000 millones de dólares, ha resultado ser un lastre financiero para el grupo alemán.
Bayer se ha visto confrontado a una lluvia de demandas judiciales en Estados Unidos por parte de antiguos usuarios de Roundup, considerado como “probablemente cancerígeno” por el CIRC (Centro Internacional de Investigación sobre el Cáncer), una rama de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La acción de Bayer perdió la mitad de su valor en bolsa desde 2018, y algunos accionistas abogan por una escisión de la empresa, para limitar los riesgos jurídicos a la actividad agroquímica. En el segundo trimestre de este año, Bayer espera, además de una pérdida neta de 2.000 millones de euros, un volumen de negocio de 11.000 millones de euros.
Por último hay que decir que los precios del petróleo experimentaron un aumento significativo de más del 2 %, alcanzando máximos de tres meses. Varias razones contribuyeron a esta alza, entre ellas, la restricción en la oferta de petróleo, el aumento de la demanda de gasolina en Estados Unidos, las expectativas de medidas de estímulo económico por parte de China y las compras técnicas realizadas en el mercado.
En concreto, el precio del petróleo Brent subió 1.67 dólares, equivalente a un 2.06 %, llegando a 82.74 dólares por barril. Por su parte, el crudo estadounidense West Texas Intermediate (WTI) también tuvo un incremento de 1.67 dólares, representando un 2.17%, llegando a un nivel de 78.74 dólares. Ambos contratos alcanzaron niveles máximos desde abril, situándose en una zona de sobrecompra técnica.
*Con información de AFP.