La bolsa de Nueva York, Estados Unidos, terminó el jueves en rojo luego de una jornada con vaivenes antes del crucial informe sobre empleo en Estados Unidos que será publicado el viernes, en medio de un panorama urgido de buenas noticias que ayuden a levantar el ánimo y a recomponer el camino.
Luego de una serie de declaraciones de directivos de la Reserva Federal sobre las alzas de tasas para combatir la inflación en las últimas horas, el índice Dow Jones perdió 1,15 %, el tecnológico Nasdaq 0,68 % y el índice ampliado S&P 500 1,03 %. Pese a estas leves caídas, la plaza neoyorquina aún se sostiene con los buenos resultados de lunes y martes.
No hay que olvidar que los inversionistas de Wall Street vienen de un mes de septiembre muy malo, donde gran parte de sus indicadores cayeron a niveles que no se veían desde 2020, afectados por el temor a una recesión y una inminente desaceleración económica en los Estados Unidos.
De acuerdo con economistas, se denomina recesión técnica a la situación económica que se da al encadenar dos trimestres de contracción. Sin embargo, otros economistas y la administración del presidente Joe Biden afirman que la economía no está necesariamente en recesión, pues muestra otros indicadores más favorables.
Si bien por ahora se vive una tensa calma entre las autoridades financieras de este país, los mercados de valores oscilan entre las pérdidas y la volatilidad. Aún resuenan las bajas en el PIB del 0,4 % para los tres primeros meses del año y de 0,2 % en el periodo entre abril y junio; mientras tanto, se esperan los balances para el trimestre que finaliza este 30 de septiembre.
Entre tanto, dando un vistazo a otros mercados, las bolsas europeas retrocedieron este jueves en un mercado cauteloso a la espera de las cifras del empleo en Estados Unidos.
Al término de las operaciones para este 6 de octubre, París perdió 0,82 %, Londres 0,78 % y Fráncfort 0,37 %. Por su parte, Milán retrocedió 1,03 % y en Madrid el Ibex terminó cediendo 0,91 %. La expectativa por buenas noticias es un suceso que no solo golpea a los Estados Unidos, puesto que la urgencia es a nivel mundial.
Por otra parte, los precios del petróleo volvieron a subir luego del recorte de producción anunciado por la Opep+, que el presidente estadounidense Joe Biden busca compensar, aunque sin convencer al mercado.
Por otra parte, el precio del barril de Brent del mar del Norte para entrega en diciembre ganó 1,12 % a 94,42 dólares en Londres, para colocarse en un máximo en un mes. En cuanto al barril de West Texas Intermediate (WTI) para entrega en noviembre, ganó 0,78 % a 88,45 dólares.
“Es difícil apostar a un descenso de los precios del crudo”, expresó en una nota de análisis Edward Moya, de Oanda, para quien la decisión de la Opep+ “barajó las cartas en el mercado del petróleo”.
El cartel decidió recortar su producción en dos millones de barriles diarios (mdb) a partir de noviembre, sobre un volumen total de 43 mbd actualmente. También resolvió reunirse cada dos meses frente a una reunión al mes ahora. Esto significa que las actuales cuotas no serán revisadas hasta diciembre, para aplicarse en enero.
La noticia del día corrió por cuenta de la directora del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, quien advirtió que los Estados e instituciones deben actuar frente al riesgo de recesión en el mundo y “mantener el rumbo” en su lucha contra la inflación, para prevenir “una peligrosa nueva normalidad” de economías frágiles.
Es fundamental “estabilizar la economía mundial abordando los desafíos más inmediatos”, incluida la lucha contra la inflación, la protección de las poblaciones más vulnerables y las dificultades de la deuda, dijo en un discurso en Washington.
Pero el proceso podría ser doloroso y si los bancos centrales actúan de manera demasiado agresiva sobre sus tasas de interés, podrían “hundir a muchas economías en una recesión prolongada”, advirtió. Los bancos deberán hacer un ejercicio de equilibrista.
*Con información de AFP.