El efecto mariposa que tiene Ecopetrol en la economía del país es enorme. Pero hay un sector, en donde tienen sus ahorros miles de colombianos, que es especialmente sensible al comportamiento de la petrolera. Por la cantidad de acciones, los fondos privados de pensiones se han visto muy afectados. Con el desplome del valor de Ecopetrol se estremeció el ahorro de los cotizantes a pensión.

Para quienes tienen su dinero ahí, el futuro cercano está lleno de incertidumbre. Se trata de cerca de 17 millones de ahorradores que hoy tiene el sistema en los fondos privados de pensiones y cesantías. Resulta que dichos fondos son grandes inversionistas en las empresas colombianas que cotizan en Bolsa. En Ecopetrol, tienen el 3,99 por ciento, lo que implica que son el mayor accionista después de la nación, que posee el 88,49 por ciento. De hecho, es tal su importancia, que son los fondos los que representan a los accionistas minoritarios en la junta directiva de la petrolera.

El tema es que, con el desplome de la acción de Ecopetrol, que esta semana ha caído 22,5 por ciento, también baja el valor de las inversiones de los fondos de pensiones en la petrolera. Esto porque el pasado 17 de junio su parte de Ecopetrol valía 4,5 billones de pesos y hoy vale 3,5 billones.

Aunque esta pérdida no se materializa a menos de que los fondos salgan a vender sus acciones de Ecopetrol, sí lo van a sentir sus afiliados en sus extractos mensuales, pues es factible que, con la caída del valor de la petrolera, así como del promedio de las acciones nacionales (que se han desvalorizado en 6,5 por ciento esta semana), registren una rentabilidad negativa en junio.

“La caída en el precio de la acción de Ecopetrol afecta la rentabilidad de los fondos de pensiones. Todo el portafolio de acciones locales pesa cerca de 16 por ciento, y el efecto ha sido negativo”, agrega un empresario del sector, donde también temen qué pasará con los fondos en la reforma pensional anunciada por Petro.

Las causas de la tormenta están en las declaraciones de Petro durante la campaña sobre el sector minero-energético y en lo que contiene su programa de Gobierno. En esencia, el nuevo presidente, si cumple lo que dijo, va a frenar en seco cualquier nuevo contrato de exploración petrolera, lo cual podría afectar a mediano plazo las reservas de crudo. También hay una gran expectativa frente a si Petro violará el gobierno corporativo, haciendo cambios en la junta de Ecopetrol, que ha sido especialmente técnica y alejada de la ideología y la politiquería. Si esto ocurre, los expertos aseguran que se perdería la estabilidad que ha alcanzado la empresa. Otro punto crucial es la posición del presidente electo en torno al fracking. En el sector petrolero aseguran que lo ha “satanizado”.

La industria petrolera espera señales responsables de Petro, que tranquilicen a los mercados y que permitan que el valor de la acción de Ecopetrol pueda recuperarse rápidamente.

El 17 de junio, dos días antes de las elecciones, la acción de Ecopetrol valía 2.760 pesos. Sin embargo, luego del triunfo de Petro, llegó a bordear los 2.000 pesos y el viernes cerró en 2.139. Tras la elección del nuevo mandatario, había gran expectativa sobre cómo abrirían los mercados de dólar y acciones, y, en especial, los títulos de las empresas petroleras y mineras, dado que, durante la campaña, Petro había sido enfático en asegurar que realizará un “desescalamiento gradual del modelo extractivista”.

En otras palabras, que planea reducir gradualmente la dependencia económica del país del petróleo y del carbón. Su programa de Gobierno es drástico: “Se prohibirán la exploración y explotación de yacimientos no convencionales. Se detendrán los proyectos piloto de fracking y el desarrollo de yacimientos costa afuera. No se otorgarán nuevas licencias para la exploración de hidrocarburos, ni se permitirá la gran minería a cielo abierto. Respetaremos las decisiones democráticas de las consultas populares”.

El anuncio de suspender la exploración petrolera ha sido uno de los principales motivos de inquietud porque pondría en riesgo no solo el tema fiscal del país y la inversión extranjera, sino también la autosuficiencia y la seguridad energética.

Todo parece indicar que el único capaz de calmar esta tormenta es el mismo Petro, aclarando su posición y dando señales al mercado, como, por ejemplo, el nombramiento de cuatro ministros fundamentales en el desarrollo de esta industria: Hacienda, Interior, Minas y Energía y Ambiente.

“No importa si sale el presidente Duque o el ministro de Hacienda, o el presidente de Ecopetrol, se necesita que hable Petro y dé señales de que va a proteger la empresa, es lo único que tranquilizaría al mercado”, dijo una alta fuente de Ecopetrol.

La mayor preocupación está en las cuentas del Estado, adicional a lo que representa la pérdida de valor de la compañía, el impacto para los accionistas que liquidaron su inversión en medio de la caída, los efectos en los extractos de quienes cotizan para su pensión en los fondos privados y la zozobra en el mercado bursátil.