Diego Mesa llegó al Ministerio de Minas y Energía en junio de 2020 y luego de casi dos años de estar al frente, y a tres meses del cambio de Gobierno, se quedó sin dos de sus coequiperos clave por lo que, en la recta final de su periodo, se la jugará con directores encargados en Hidrocarburos y de Energía Eléctrica.

La primera salida fue la de Luis Julián Zuluaga, quien se desempeñaba como director de Energía Eléctrica desde agosto de 2020. Su retiro de la entidad se dio porque le propusieron ser experto de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg).

El pasado 17 de mayo, Luis Julián Zuluaga, quién también fue jefe de la Oficina de Asuntos Regulatorios y Empresariales (OARE) del MinEnergía y director encargado de la Upme, tomó posesión de su nuevo cargo, en el que podrá estar durante un periodo de cuatro años, con la posibilidad de una reelección.

El pasado 17 de mayo Luis Julián Zuluaga se posesionó como experto de la Creg. | Foto: Creg

La segunda baja que tuvo el MinEnergía fue la de José Manuel Moreno. Se vinculó al Ministerio en el 2016 y estaba al frente de la Dirección de Hidrocarburos desde finales de 2018. Es decir que también trabajó para la exministra María Fernanda Suárez, quien renunció el 25 de junio de 2020.

Sin embargo, a inicios de mayo, el ministro Diego Mesa decidió pedirle la renuncia porque entre el funcionario y él existían desacuerdos en las decisiones y la gestión que se estaba llevando a cabo al interior de la entidad en lo relacionado con la formulación de la política en materia de petróleo, gas y combustibles.

Una de esas diferencias estaría en dos decretos que sacó el Ministerio a consulta en abril pasado para entregarle la planeación y coordinación de la operación de la cadena de combustibles líquidos a una empresa que creará Cenit, filial de transporte de Ecopetrol. Aunque terminaron su periodo de consulta el 23 de abril, sin muy buena aceptación por parte del sector, un mes después aún no han sido expedidos.

Con “XL”, como se le llama al interior del Ministerio a esta futura empresa, se busca replicar lo que hace XM en el sector eléctrico. Recordemos que XM es una filial de ISA, que ahora le pertenece a Ecopetrol luego de que la Nación le vendiera el 51,4 % de las acciones de la empresa.

El ministro Diego Mesa explicó que el propósito de crear esta empresa es sólo centralizar la información de todos los agentes de la cadena para tener un sector más ordenado y para que exista una mejor planeación. “No tiene nada que ver con el mercado porque este es un tema de operación del sistema”, agregó.

Si se acude a las importaciones, se tendría que pagar por el galón de gasolina unos $20.000. | Foto: RunPhoto/ Getty Images

Si se frena la producción de petróleo en Colombia, la gasolina costará el doble

Si el Gobierno que llegue a la Casa de Nariño el próximo 7 de agosto decide frenar toda actividad de exploración y producción de hidrocarburos, Colombia perderá la autosuficiencia energética que recuperó en 1987 con el descubrimiento del campo Caño Limón, ubicado en Arauca.

Al perder su autosuficiencia energética, el país ya no tendrá petróleo para refinar en Cartagena o Barrancabermeja, por lo que se vería en la obligación de acudir a las importaciones. “Si se tiene que importar petróleo para cargar las refinerías, eso nos costaría al año $ 60 billones, más de cuatro reformas tributarias”, aseguró el presidente de Ecopetrol, Felipe Bayón.

De llegar a este punto, toda esa plata tendrá que salir del bolsillo de los colombianos. Además, se terminaría pagando unos $ 20.000 por el galón de gasolina, más del doble del costo actual que es, en promedio, $ 9.030.

“Hay que proteger la industria, no por el hecho de proteger el negocio, sino porque es fundamental que los colombianos tengan gas natural y se tenga el petróleo para refinarlo en el país”, agregó Felipe Bayón.

Pero los colombianos no solo tendrían que pagar más por la gasolina, sino por el gas natural, que también se tendría que importar al ponerle freno a la actividad de hidrocarburos. Actualmente, más de 11 millones de familias en el país usan este combustible a diario.

La Asociación Colombiana de Petróleo (ACP) calcula que el costo de la factura mensual podría aumentar unas cinco veces. Es decir, que si una familia paga actualmente unos $ 40.000 por el servicio, si se trae el gas del exterior, terminaría pagando unos $ 200.000 aproximadamente.