Si hasta ahora a las familias colombianas les parecía que el costo de vida había aumentado demasiado y todo estaba muy caro, para 2022 no se vislumbra un mejor panorama, pues el Banco de la República aseguró que este año el costo de vida aumentará más de lo que había previsto.

Para este año, el Emisor estima que la inflación de Colombia llegará a 4,3 %, debido a una persistencia mayor de algunos choques alcistas de oferta interna y externa; presiones provenientes de la tasa de cambio más acentuadas; una inflación en 2021 de 5,62 %, y un incremento del salario mínimo más alto de lo esperado. Todas esas variables causan un efecto debido a su indexación en los precios, los costos laborales y las expectativas de inflación en los próximos meses.

En diciembre, el presidente Iván Duque anunció que, tras una decisión unánime de los gremios, sindicatos y Gobierno, el salario mínimo para 2022 tendría un aumento del 10,07 %, para ubicarse así en el anhelado millón de pesos que venían pidiendo los sindicatos. Este es el aumento real del salario mínimo más importante en casi 50 años, y el aumento nominal más importante de este siglo, subrayó en su momento el Gobierno.

Los tipos de consumidores que marcarán tendencia en 2021.

Será un año apretado

Después del efecto en el año en curso, para 2023 el Banco de la República espera que el costo de vida de los colombianos sea menor, con un pronostico en la inflación de 3,4 %.

Para realizar estas proyecciones, el Emisor revisó algunos alivios que ha anunciado el Gobierno nacional, dentro de la estrategia de seguir haciéndole frente a la pandemia de la covid-19, lo que contribuiría a sostener la inflación transitoriamente (en 2022) por encima de la meta, que es entre 2 y 4 %.

Sin embargo, el emisor asegura que estas estimaciones tienen un amplio margen de incertidumbre asociado, principalmente, porque se desconoce cuál será la evolución de los choques de oferta externos e internos que se han dado hasta ahora, y cuales serán sus efectos sobre los precios. De igual manera, la incertidumbre con el rumbo que tomará la emergencia sanitaria también causa una mayor volatilidad en los precios.

Efecto salario mínimo

Si bien hay diversas opiniones acerca de la presión que pueda ejercer el salario mínimo en la inflación, la magnitud de los efectos es incierta. Finalmente, el tamaño de los excesos de capacidad productiva en la economía y la velocidad con la que estos se sigan reduciendo son otros factores de incertidumbre, en un entorno en el que la evolución de la pandemia sigue siendo un factor relevante de riesgo.

La brusca subida de las tasas

Con el fin de frenar el aumento de la inflación en 2022, el Banco de la República decidió, en su reunión más reciente, aumentar la tasa de interés en 100 puntos básicos y ubicarla en 4 %. Esta ha sido la mayor alza de los últimos 19 años. Nadie se la esperaba, ni el presidente de la República, Iván Duque, que calificó esta decisión como “brusca” y “súbita”.

“Claro que hay que controlar la inflación, pero mi humilde reflexión y respetando la independencia del Banco de la República, es que los aumentos de tasas no se pueden hacer ni de manera brusca ni de manera súbita, mucho más cuando se trata de un fenómeno externo y que tiene que manejar con finura, controlar la inflación, pero también seguir manteniendo el crecimiento porque ese crecimiento es fundamental para vencer la pobreza y mejorar la calidad de vida de los colombianos”, aseguró el jefe de Estado.

El incremento de 100 puntos básicos a la tasa de interés fue apoyada por cinco miembros de la Junta Directiva del Banco de la República, mientras que los otros dos integrantes integrantes del equipo rector de la política monetaria en el país, votaron a favor de un aumento gradual, empezando por 75 puntos básicos.

“La moderación de las expectativas de inflación es el reto más importante que enfrenta la política monetaria en la actual coyuntura, puesto que su desanclaje podría profundizar fenómenos de indexación de precios y salarios a tasas superiores a las contempladas en la meta del 3 %. La proximidad del agotamiento de los excesos de capacidad, luego de la significativa recuperación de la demanda y del rezago en la capacidad de respuesta de la oferta, son dos factores que agudizan este riesgo. De ahí la necesidad compartida de manera unánime por los directores, de continuar el proceso de normalización de la política monetaria, alejándola de la postura fuertemente expansiva que de forma oportuna asumió durante la fase recesiva de la pandemia”, aseguró el Banco de la República.

Menor crecimiento en 2022

Contrario a lo que pasó con la inflación, el Banco de la República revisó a la baja la proyección de crecimiento para 2022, pasando de 4,7 al 4,3 %, teniendo en cuenta que un componente mayor del buen comportamiento del consumo privado sería transitorio y que la inversión sería menos dinámica por cuenta de unas condiciones financieras menos holgadas y un entorno de alta incertidumbre.

De acuerdo con el banco, el crecimiento del PIB del tercer trimestre (12,9 %), similar al proyectado en octubre, y el pronóstico para el cuarto (8,7 %) reflejan una buena dinámica del consumo que se ha revisado al alza, jalonada tanto por el gasto privado como por el público. Por su parte, el crecimiento de la inversión ha sido más débil de lo proyectado.

En efecto, para el cuarto trimestre la información disponible sugiere que el gasto en consumo habría sido más fuerte que el estimado en octubre, por cuenta de tres meses consecutivos con días sin IVA, bajos contagios de covid-19 e indicadores de movilidad similares a los de prepandemia.

Ritmo de la economía, casi al 10 % en 2021

En contraste, la nueva información de lanzamientos e iniciaciones de vivienda y de importaciones de maquinaria y equipo indican que la inversión continuaría al alza, pero de forma más lenta que lo anticipado en el informe pasado. Las importaciones crecerían a una tasa alta, superior a la de las exportaciones, por lo cual el déficit comercial se ampliaría. Con todo esto, el equipo técnico del Emisor estima que el crecimiento económico para el cuarto trimestre sería del 8,7 %, y del 9,9 % para todo 2021.

Entre tanto, para el año en curso, el Banco de la República estima que persisten riesgos importantes a la baja. Aunque no se esperan efectos significativos sobre la actividad económica de posibles nuevas olas de contagio de la covid-19, pero los altos niveles del consumo privado podrían tener un comportamiento menos dinámico que el estimado.

Lo cierto es que, los hogares deben tener estos pronósticos en el visor, de manera que puedan salir airosos de la marea alta en la economía en este 2022.