El crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de Estados Unidos del tercer trimestre fue revisado al alza, a 3,2 % a tasa anualizada, según la última estimación publicada este jueves -22 de diciembre- por el Departamento de Comercio de ese país. Esta es una noticia que sorprende, puesto que se convierte en un aliciente, en medio del mar de proyecciones desfavorables que rodea este mercado.
La primera estimación había ubicado el aumento del PIB de 2,6 % para ese período, y una revisión previa ya la había subido a 2,9 %. Ante esto, hubo sorpresa entre los analistas, que no esperaban otra revisión al alza. Si se compara con el trimestre anterior, el PIB creció 0,8 % -similar al de otras economías avanzadas- frente al 0,6 % estimado inicialmente.
Por otra parte, también se supo que el consumo de los hogares entre julio y septiembre fue superior a lo estimado inicialmente, al igual que la inversión fija no residencial, según el Departamento de Comercio.
“A pesar de la rápida alza de los tipos de interés, la economía crece y, lo que es más importante, los hogares siguen gastando. Sin embargo, de aquí a 2023, prevemos un crecimiento más lento, aunque no esperamos que la actividad se contraiga”, dijo Rubeela Farooqi, economista jefe del gabinete HFE.
Ahora habrá que esperar la reacción de los mercados, teniendo en cuenta que el banco central de Estados Unidos (Fed) viene subiendo sus tipos de interés desde marzo para reducir la inflación. La semana pasada volvió a aumentarlas, aunque en una cuantía menor y advirtió que las mantendría altas durante un tiempo más para garantizar que la inflación se desacelere.
Según Farooqi, “aunque el crecimiento se ralentice por debajo del potencial” en 2023, “la atención a la reducción de la inflación significa que las tasas se mantendrán más altas durante más tiempo el próximo año”.
No hay que olvidar que el PIB del gigante norteamericano se contrajo durante los dos primeros trimestres del año, un 1,6 % y un 0,6 % respectivamente, a tasa anualizada. Sin embargo, ni el gobierno considera que Estados Unidos esté en un período recesivo, pese a que las condiciones y resultados apuntan en sentido contrario.
Aunque dos trimestres consecutivos de caída del PIB se ajustan a la definición de recesión, la fortaleza del mercado laboral, en particular, no permite sostener ese sea el caso de la mayor economía del mundo.
Una confianza creciente entre los consumidores
Esta semana también se conoció otra noticia positiva para la economía de los Estados Unidos, puesto que la confianza de los consumidores en esta nación registró un repunte inesperado en diciembre y volvió a su nivel más alto en más de seis meses, aunque muchos hogares anticipan una recesión en los próximos meses.
Este índice subió a 108,3 puntos, frente a los 101,4 de noviembre, según datos publicados por la organización de investigación The Conference Board. Esto está muy por encima de los 101,2 puntos que esperaban los analistas, según el consenso de la firma MarketWatch.
“La confianza de los consumidores se recuperó en diciembre, revirtiendo las caídas consecutivas de octubre y noviembre para alcanzar su nivel más alto desde abril de 2022″, explicó Lynn Franco, directora de indicadores económicos de The Conference Board, citada en el comunicado.
El índice que mide la percepción de la situación actual subió a 147,2 puntos, frente a los 138,3 puntos del mes pasado. Esa medición de las perspectivas económicas también se está recuperando, pasando de 82,4 puntos frente a los 76,7 puntos de noviembre, pero se mantiene en torno a los 80, “un nivel correspondiente a la recesión”, según el Conference Board.
*Con información de AFP.