Esta semana, la Comisión Tercera de la Cámara de Representantes aprobó en primer debate un proyecto de ley que busca el desmonte gradual del gravamen a los movimientos financieros (GMF), conocido también como el 4x1.000.
La iniciativa fue bien recibida tanto por los bancos como por la Superintendencia Financiera de Colombia, pues las entidades consideran que el impuesto va en contra de la inclusión financiera y fomenta el uso del efectivo en el país.
“Para la Superintendencia Financiera de Colombia, desde el punto de vista técnico, la eliminación del 4x1.000 ayuda a eliminar barreras que se han ido construyendo para el acceso a productos y servicios financieros”, dijo el superintendente financiero, Jorge Castaño.
Según el funcionario, este tributo ha hecho que las personas no accedan a productos financieros con el fin de evitar el impuesto.
“A pesar de que hay unas cuentas exentas, la población sigue creyendo que eso es una barrera para acceder a productos financieros. Estamos en un momento fundamental en el que la inclusión debe ser apoyada por diferentes fuentes. La eliminación de este impuesto va a facilitar que las personas puedan tener productos de ahorro, cuentas y productos electrónicos sin la consideración de una restricción de ese impuesto”, agregó Castaño.
En misma línea, el presidente de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria), Hernando José Gómez, dijo que el 4x1.000 ha promovido la informalidad laboral en el país.
“Yo estoy convencido que el 4x1.000 ha afectado el proceso de bancarización y ha promovido la informalidad. Nosotros desearíamos que el país en algún momento elimine esto. Sufrimos una situación absurda que la gente piensa que el 4x100 va a los bancos y no, eso es un impuesto que va al Gobierno, incluso, nosotros pagamos buena parte del 4x1.000″, dijo Gómez.
La eliminación del 4x1.000, que fue aprobada en primer debate, se dará de manera gradual a partir de 2023, año en el que pasará al 3x1.000; luego, en 2024, llegará al 2x1.000; en 2025, se ubicará en 1x1.000 y desde 2026, ya no estaría vigente.
Si bien las entidades financieras están de acuerdo con la eliminación de este impuesto, hay que decir que este aporta recursos importantes para la nación, pues suele otorgar más de $ 8 billones por año, razón por la cual es necesario buscar otras fuentes de financiamiento o alternativas para reemplazar la eliminación del impuesto.
“Durante la última década, entre 2011 y 2020, el recaudo tributario por concepto del GMF ha mostrado una tendencia creciente hasta alcanzar los $ 8,7 billones en 2019, para luego caer hasta los $ 8,1 billones en 2020 como consecuencia de la pandemia”, explica la exposición de motivos del proyecto de ley.
En caso tal que se elimine el impuesto, los bancos creen que se podrá atraer a productos financieros a más colombianos.
“El impuesto del 4x1.000 es un impuesto que desestimula la inclusión financiera y los pagos digitales, por lo tanto es un impuesto que debería Colombia desmontar el algún momento. Acá hay que mirar muy bien cuál es el momento. Esta es una minirreforma tributaria porque es eliminar un impuesto, pero toca reemplazarlo por otro”, dijo el presidente de Bancolombia, Juan Carlos Mora.
Para Castaño, si se elimina el 4x1.000 y se fomenta la inclusión financiera se podrá llevar a cabo una identificación más clara y precisa de los usuarios en Colombia, por lo que se pueden diseñar y crear nuevos productos financieros.
“Es fundamental que todos podamos ayudar a construir ese esquema de pagos que nos facilite hacer la trazabilidad, porque esto hace más visibles a los que no podemos ver y allí podemos crear productos financieros más ajustados para las personas”, dijo el superintendente.
El proyecto deberá pasar otros tres debates en el Congreso para que se convierta en ley y se elimine el gravamen.