A la espera de las cifras oficiales sobre la inflación en noviembre, vale la pena recordar los datos entregados por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) correspondientes al mes de octubre. El costo de vida de los colombianos continuó en aumento y superó las proyecciones del Banco de la República. El dato anual se ubicó en 4,58 % y el precio de los alimentos fue uno de los grupos más afectados.
Mientras los efectos de la pandemia todavía se sienten no solo en la economía colombiana sino también a nivel mundial, surgen factores que agravan la crisis en algunos sectores. Por ejemplo, la actividad ganadera en el país ha sufrido un golpe directo a raíz de dos elementos: el alto precio de los fertilizantes y las lluvias.
Según advirtió el director del Comité Ganadero del Quindío, Jorge Tejada, en entrevista con la emisora Caracol Radio, hoy el sector atraviesa por una “crisis sin precedentes en los costos de producción”. Incluso, manifestó que varias lecherías del departamento han tenido que cerrar.
Tejada aseguró que, actualmente, los fertilizantes son escasos y caros, lo que ha tenido un impacto directo sobre el precio del litro de leche. Además, los suplementos para el ganado también han tenido un alza en sus precios.
“En Quindío, por ejemplo, donde la actividad ganadera se desarrolla en lotes pequeños, la apuesta competitiva es una lechería especializada. Esta lechería en particular depende de insumos”, apuntó Tejada durante la entrevista.
Según explicó el director del Comité Ganadero del Quindío, ahora fertilizar vale tres veces más que hace cinco años. “Antes el valor de la urea (fertilizante) era de 42 mil pesos (2016. Ahora, el valor es de 184 mil pesos”, detalló.
Efectos del clima
Pero el precio de insumos como fertilizantes y concentrado no es el único factor que ha contribuido en el alza del litro de leche. Las lluvias constantes durante los últimos meses en el país han limitado la oferta de alimento para el ganado, afectando tanto la producción como sus costos de mantenimiento.
“Tenemos praderas muy poco estimuladas por el sol. Sin el sol no hay fotosíntesis. Eso ha disminuido la oferta de alimento para el ganado (...). Las praderas están encharcadas a causa de la lluvia, lo que no facilita el pastoreo y hace que la recuperación del terreno sea más difícil”, indicó Tejada a Caracol Radio.
El panorama resulta desalentador. La falta de alimento en las praderas a causa del clima, la escasez y el alto precio de los fertilizantes, así como el alto valor del concentrado, han ocasionado “una crisis sin precedentes en los costos de producción” para el sector ganadero, ya que “la producción está dejando un margen de ganancia demasiado bajo”.
“Hace seis meses, un litro de leche oscilaba entre los $ 1.300 y $ 1.400. Ahora, ese valor se encuentra en los $ 1.700. En la ganadería informal está entre los $ 1.500 y $ 1.600”, explicó.
Y aunque el precio en el litro de la leche ha subido, esto no compensa el efecto dominó que recae sobre los costos de producción, los cuales siguen siendo demasiado bajos y resultan insuficientes para adquirir los insumos.
Tejada detalló que 65 % del costo de producción de un litro de leche lo tiene dos insumos: la fertilización y la suplementación. Mientras que 35 % debe cubrir los demás ítems: medicamentos, mano de obra, precio de la tierra, impuesto predial, entre otros.
Finalmente, solicitó una respuesta del Gobierno para que ayude a los ganaderos, quienes hoy se encuentran en una encrucijada: “El Ministerio de Agricultura se tiene que jugar todas sus herramientas. Esta es una crisis que se puede evitar, un tema bastante estructural. Pero lo que estamos viviendo hoy no tiene precedentes”.