La actividad manufacturera china alcanzó su nivel más bajo desde febrero de 2020, en momentos que el país enfrenta su peor brote de coronavirus desde el inicio de la pandemia, según cifras oficiales divulgadas el sábado.

El Índice de Compras Gerenciales, un medidor clave de la actividad manufacturera, alcanzó 47,4 puntos, por debajo del límite de 50 que separa el crecimiento de la contracción, mientras las autoridades advierten que aumentó el “declive en la producción y en la demanda”.

La caída se da en momentos que China insiste en su estrategia de cero covid, que incluye confinamientos focalizados y testeos masivos para contener hasta el mínimo brote del coronavirus.

Pero las restricciones al movimiento dejaron a decenas de ciudades con cierres parciales o totales en los últimos meses, en especial el motor económico de Shanghái.

Los 25 millones de habitantes de la ciudad han estado en su mayoría confinados en sus casas el último mes, aunque las autoridades dan señales de aliviar gradualmente las restricciones.

Pero las restricciones han interrumpido las cadenas de abastecimiento, con bienes acumulados en el puerto de contenedores de Shanghái, el de más movimiento en el mundo.

“El declive en la producción y la demanda ha aumentado”, señaló en un comunicado el estadístico Zhao Qinghe, de la Oficina Nacional de Estadística.

PIB de Estados Unidos cayó 1,4 % en primer trimestre

Los estragos de la pandemia no solo afectan a China, pues este jueves Estados Unidos reveló que su economía cayó 1,4 % a ritmo anual en el primer trimestre de 2022, debido a que la variante ómicron de la covid-19 y la reducción del gasto público afectaron a los consumidores y las empresas, según datos del Gobierno dados a conocer este jueves 28 de abril.

El resultado fue mucho peor que lo esperado por los analistas, quienes habían estimado un leve aumento, y se produjo después de que la economía creciera 6,9 % en el último trimestre de 2021.

Tras revelarse el dato, el presidente Joe Biden aseguró que la economía sigue siendo fuerte. “La economía estadounidense, impulsada por las familias trabajadoras, sigue siendo resiliente frente a los desafíos históricos”, dijo el mandatario al subrayar que “factores técnicos” afectaron el desempeño entre enero y marzo.

Estados Unidos está lidiando con una inflación récord mientras se recupera de la pandemia de covid-19, incluso cuando los precios de los combustibles y otros insumos aumentan su valor debido a la invasión rusa a Ucrania y a los problemas de suministros a nivel global, que han hecho temer que la mayor economía del mundo caiga en recesión.

Ian Shepherdson, de Pantheon Macroeconomics, aseguró que el déficit del último trimestre se debió en parte a que las empresas importaron más para reconstruir sus inventarios y a que el crecimiento podría registrar un repunte en el segundo trimestre de 2022.

“La economía no está cayendo en recesión. El comercio neto se ha visto afectado por un aumento de las importaciones, especialmente de bienes de consumo, ya que los mayoristas y minoristas han tratado de reconstruir sus inventarios”, escribió Shepherdson en un análisis.

El Departamento de Comercio explicó en un comunicado que “la caída del PIB refleja la reducción de las inversiones privadas, de las exportaciones (...), los gastos públicos del Estado federal y de los gobiernos locales, mientras que las importaciones (...) aumentaron”.

Los bienes duraderos impulsaron el aumento de las importaciones, mientras que el informe sostuvo que el déficit de inversión privada se debió especialmente a los bienes de comercio al por mayor, en particular los vehículos motorizados, que han escaseado debido a la escasez mundial de semiconductores.

La caída del gasto público se debió tanto a la disminución del gasto en defensa como a la expiración de programas gubernamentales como el crédito fiscal por hijos, que proporcionaba ayuda a las familias.

*Con información de la AFP.