La recuperación económica de Colombia, en el sector comercio, uno de los generadores de empleo, no se ha dado. Tampoco en la industria manufacturera, que suele ir de la mano, y se conoció también el comportamiento de obras civiles, en donde están incluidas la construcción de vivienda y las obras que se hacen mayoritariamente con dinero público.
Esas tres ramas de la economía constituyen el 30 % del producto interno bruto (PIB) de Colombia y han tenido un largo período de caídas, es decir, están en recesión.
Por el lado de la industria manufacturera, por ejemplo, diciembre fue poco menos que desastroso. La variación fue negativa, de -6,8 %, mientras que las ventas reales se contrajeron -3,5 %, lo que estuvo en línea con el freno en las apuestas para producir más.
Ya en ese sector se empezó a ver una merma en la vinculación del personal ocupado, que cayó en -1,9 %. Entretanto, las ventas reales decrecieron 4,7 % y el personal ocupado en esa área creció 0,3 % en relación con el mismo mes de 2022. En términos acumulativos, registra cifras en rojo desde enero del año pasado.
En ventas, el comercio minorista para diciembre de 2023 registra una disminución de 4,7 %, impulsada por vehículos automotores y motocicletas. De otro lado, las mayores contribuciones positivas provinieron de bebidas no alcohólicas, productos de aseo personal, cosméticos y perfumería, según análisis del Banco Itaú.
En el sector de la construcción, que incluye obras civiles y vivienda, las cosas no son distintas. Durante el cuarto trimestre de 2023, por ejemplo, según reveló el Dane, la producción de obras civiles a precios constantes registró una disminución del 2,9 %, frente al mismo trimestre de 2022. Desde el cuarto trimestre de 2022 el resultado ha sido negativo (por trimestres), de manera persistente. En consecuencia, se completan cinco trimestres en rojo.
“La disminución de 2,9 % en la producción de las obras civiles a precios constantes se explica por el comportamiento negativo en tres de los cinco grupos de obra: el grupo de carreteras, calles, vías férreas y pistas de aterrizaje; puentes y carreteras elevadas, y túneles, que presentó una reducción del 11,5 % y restó 6,6 puntos porcentuales a la variación anual”.
Entre los tres sectores, representan el 30 % del PIB, según cálculos de la firma Alianza Valores. De esa manera, si bien es cierto que el país ya habría pasado a la otra orilla, sin completar los dos trimestres negativos que darían el sello de economía en recesión (el tercero y este cuarto), no se puede perder de vista que la incertidumbre sigue latente y la inversión, por consiguiente, frenada, principalmente en tres sectores que son definitivos para la generación de empleo. El crecimiento del PIB en 2023 ha sido tibio y muchos esperan que, para 2024, todavía no se calienten las calderas.