La discusión del salario mínimo está próxima a comenzar y todo el país está pendiente de las propuestas que se hagan por parte de los sindicatos y empresarios, frente a lo que consideran que debe aumentar este ítem para el próximo año.
Sin embargo, se han puesto sobre la mesa los llamados de varios empresarios por las consecuencias que podrían tener los trabajadores ante el alza del salario mínimo en alrededor del 15 %. Según manifiestan, esto podría desatar una significativa disminución de empleos.
“Nosotros, como gremio, manifestamos la preocupación del sector de la seguridad privada ante el posible aumento del salario mínimo; los más de 450 mil hogares colombianos que día a día viven del ingreso de este empleo formal”, indicó Guillermo García, vocero de la agremiación Ecos, que acoge a las empresas de seguridad privada en Colombia, quienes están intranquilos con el tema, pues aseguran que de darse un aumento del mínimo superior a ese porcentaje (15 %), se podrían perder más de 450 mil empleos el próximo año.
Según este gremio, el 70 % de las tarifas que recaudan corresponden a un factor salarial y, con un incremento muy alto del salario mínimo, la carga prestacional de muchas empresas se elevará e impactará diferentes áreas.
Entretanto, la Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo (Fedesarrollo) presentó su propuesta de lo que debería ser el incremento del salario para 2023 y dijo que este debería aumentar un 13,5 %, con lo que el rubro mínimo que deben ganar los colombianos quedaría en 1.135.000 pesos.
Luis Fernando Mejía, presidente de Fedesarrollo, sustentó su decisión basado en cálculos que indican que “la suma de una inflación esperada para 2022 de 12,3 % y un estimativo de crecimiento de la productividad total de los factores de 1,2 % indican que técnicamente el salario mínimo debería aumentar un 13,5 % en 2023″.
“Entre otros elementos, la discusión del aumento del salario mínimo en el contexto de la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales debe tener en cuenta: 1) la importante desaceleración del crecimiento económico para el próximo año, que pasará de crecer 7,7 % en 2022 a 1,5 % en 2023; 2) la alta incidencia de la informalidad laboral en el total nacional, que continúa cerca del 60 % de la población ocupada”, dijo Mejía.
En tercer lugar, este centro de pensamiento pidió tener en cuenta la alta tasa de desempleo que, a pesar de un crecimiento de la actividad económica cercano al 9 % en 2021 y 2022, continúa en promedio por encima del 11 %. Por último, destacó que cerca de la mitad de los ocupados en Colombia tienen ingresos inferiores a un salario mínimo y resaltó que se debe trabajar también sobre este grupo de personas.
“Aumentos del salario mínimo superiores al sugerido por la regla de inflación causada y productividad pueden generar presiones adicionales al alza en la inflación del próximo año, puesto que una buena parte de esos aumentos en exceso podrían ser trasladados a los consumidores vía mayores precios de los bienes finales”, sostuvo Luis Fernando Mejía.
En este sentido y teniendo en cuenta la débil recuperación del mercado laboral, un entorno de crecimiento económico menos favorable en 2023, así como el mantenimiento de las presiones inflacionarias, Fedesarrollo dijo que la Comisión debe propender por alcanzar un acuerdo de un aumento del salario mínimo cercano al 13,5 %, de tal forma que se pueda retribuir el esfuerzo de los trabajadores en el crecimiento de la producción, sin empeorar aún más las limitadas oportunidades de empleo formal para millones de ocupados informales que aún se encuentran excluidos del mercado laboral formal.