El recién designado director de la Agencia Nacional de Minería (ANM), Álvaro Pardo, ha entablado múltiples acciones legales en contra del Ministerio de Minas y Energía y el Ministerio de Ambiente, y además se ha despachado fuertemente en contra de importantes empresas del sector, por lo que los expertos en el tema lo catalogan como un “antiminero”.

En el 2017, Pardo interpuso una acción popular en contra del MinMinas por “moralidad administrativa y principio de eficiencia”, una acción que aún está vigente, según se puede consultar en el Consejo de Estado.

Así mismo, Pardo asesoró una acción popular contra el Ministerio de Ambiente, la Agencia Nacional de Minería (entidad que él va a dirigir) y la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) que derivó en una sentencia del Consejo de Estado, el pasado 4 de agosto de 2022, y que ahora como director de la ANM tendrá que cumplir.

Pardo ha entablado acciones populares en contra de empresas mineras como Cerro Matoso, en el 2012, cuando buscaba que un juez de conocimiento le ordenara al Ministerio de Minas demandar la nulidad del contrato 051 de 1996, firmado entre la Nación y la empresa minera, y que permite explotar zonas en Córdoba hasta 2029.

De igual manera, en el 2013, Pardo participó de un comité promovido por la Red por la Justicia Tributaria en Colombia con el fin de evitar la privatización de Isagen. Finalmente, el BRE Colombia Investments LP, del Fondo de Inversión Brookfield Asset Managment, de origen canadiense, compró la participación accionaria del Gobierno en Isagén.

A su vez, Pardo, en 2020, promovió manifiestos y protestas en contra de las transnacionales de carbón en Cesar, denunciando en su momento que las empresas mineras en el corregimiento La Loma, del municipio del Paso, incumplieron su compromiso de reasentar las comunidades aledañas a las minas, lo que ha generado que graves afectaciones a la salud.

De igual modo, ha escrito varios mensajes en su cuenta de Twitter en contra del sector minero. Por ejemplo, en 2020, al citar un artículo de La Nación, de Argentina, en donde se reportaba una caída del 20 % en el precio del petróleo, escribió lo siguiente:

“Tiemblan países cuyas economías se construyeron sobre la base del extractivismo. Gobiernos irresponsables que impulsaron la exportación de bienes primarios a precios volátiles. La locomotora minera en todo su esplendor”, dijo.

En febrero de 2021, Pardo cuestionó: “¿No es claro para la autoridad minera que la destorcida extractivista dejará peores consecuencias que la epidemia del Covid-19? ¿No es claro que las contraprestaciones económicas no compensan los enormes daños ambientales y sociales de la gran minería?”

En 2020, criticaba a la entidad que hoy preside: “Lamentable que la autoridad minera ni siquiera sepa por qué muchos rechazan la minería: No son los minerales, son necesarios, lo que rechazamos en la política minera que se presta para el saqueo, la depredación ambiental y la miseria en las zonas de influencia”.

En la pasada campaña presidencial, Pardo fue asesor de Petro en asuntos de transición energética. Para entonces, matizaba sus argumentos en contra del petróleo: “Nunca hemos dicho que llegaremos a cero hidrocarburos. (...) Se irá reduciendo la explotación petrolera hasta un nivel de un mínimo esencial”.

El economista sostenía que el autoabastecimiento no está en riesgo, pues el país tiene reservas probadas para los próximos ocho años y contratos que podrían aumentar estas reservas “como mínimo a 15 años más”.

“Hace media década llegamos a producir un millón de barriles diarios, hoy estamos a niveles de 730.000 - 760.000 barriles. Creo que tocamos un pico y comenzamos a bajar”, anota Pardo.

En campaña, Petro proponía incentivar el mercado de energías renovables como la eólica y la solar, y “desacelerar” la extracción petrolera en los próximos 15 años. Para Pardo, “es una transición gradual, bien planeada”.

Ahora, como director de la Agencia Nacional de Minería, Pardo tiene como reto asumir la revisión de los cerca de 7.000 títulos mineros que actualmente tiene el país, lo que ha despertado la alarma en el gremio.

“El gremio está muy preocupado porque (la llegada de Pardo) es un mensaje radical contra el sector minero y las empresas de uno de los renglones principales de la economía, y se preguntan con qué objetividad el director Pardo tendrá que evaluar y tomar decisiones sobre proyectos, licencias, títulos o concesiones mineras. ¿Será que la Agencia Nacional Minera tendrá un director que se tenga que dedicar impedido para actuar en todos los procesos mineros del país?”, le dijeron expertos a SEMANA.