En su primer informe del mes de mayo, la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) analizó cómo le está yendo a Colombia con todo lo que viene pasando en el mundo, especialmente con la inflación que cede y tiene en jaque a las principales potencias económicas del mundo.
Cabe resaltar que uno de los países más golpeados ha sido Estados Unidos, donde el aumento del costo de vida ha llevado a que la Reserva Federal aumentara en marzo sus tasas de interés, después de 20 años, y se prepare para hacer lo mismo esta semana. Según los analistas, el alza podría ser de 0,25 %.
De acuerdo con la Anif, toda esta situación también ha impactado a los precios del petróleo y por consiguiente de los combustibles. Los alimentos han sido otro ítem que ha disparado la inflación durante los últimos meses, aunque según diferentes gremios, con la llegada de las temporadas de cosechas en varias partes del país podría empezar a bajar.
“El alza en los precios ha golpeado a todas las economías del mundo. Los bienes en los que el choque inflacionario más se ha manifestado son los combustibles y los alimentos. El incremento de los precios del petróleo, avivado por el conflicto ruso-ucraniano, se ha traducido, entre muchas otras cosas, en un aumento en el costo de la gasolina que ha puesto en aprietos a la mayoría de los gobiernos del mundo”, destacó esta asociación en su informe.
Para el caso del precio de los combustibles, la Anif resaltó el papel que ha jugado el Fondo de Estabilización de Precios (Fepc), el cual sostuvo que le ha permitido al país mantenerse con fluctuaciones mínimas en este tema y asegura que en comparación con la región tiene uno de los precios más bajos de combustibles líquidos.
“Este es un instrumento que amortigua la volatilidad externa de valor del petróleo y que, en esta ocasión, ha absorbido casi por completo el alza desmedida del crudo dada la diferencia del ingreso del productor local y el precio de paridad. Ese mecanismo permite mantener una relativa estabilidad en el precio interno del combustible”, explica al respecto.
No obstante, ante la coyuntura actual, este vocero de las instituciones financieras sostiene que es necesario adoptar medidas urgentes para evitar complicaciones económicas para el país en el mediano y largo plazo, ya que el FEPC funciona como un amortiguador de lo que pase con los precios del petróleo y cada vez está bajo más presión.
“El continuo aumento en el déficit del FEPC ha llamado la atención de los analistas por su importancia sobre las finanzas públicas. En abril de este año, el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF) se pronunció al respecto, estimando que el déficit acumulado del FEPC ascendería a $33.7 billones al cierre de 2022. Es decir, la impresionante cifra de cerca de tres puntos del PIB”, agregó este gremio.
Según la Anif, entre 2011 y 2019 se acumularon 17 billones de déficit en el fondo, entre el 2020 y hasta mediados de 2021 se generaron otros $3.7 billones y en cifras preliminares, la segunda mitad de 2021 acumula $7,8 billones adicionales; pese a que gran parte de estas acreencias ya fueron saldadas con recursos derivados de las emisiones de títulos de deuda pública; se hace necesario tomar medidas para evitar que esto siga pasando.
“Se calculan unos $6.2 billones adicionales solo en el período comprendido entre enero y marzo de 2022, lo que significa que el déficit acumulado entre julio de 2021 y marzo de 2022 asciende a más de $14 billones”, advirtió este gremio.
Ante este panorama, la Asociación Nacional de Instituciones Financieras estima que el primer trimestre de 2022 tuvo un déficit de $5.47 billones y “para lo que resta del año, se generarán otros $19.8 billones de déficit para un total de $25.3 billones al cierre de 2022 (2.3% del PIB)”.
“Si a estas cifras le sumamos el déficit acumulado del Fondo en la segunda mitad de 2021, el déficit total hasta final de 2022 rondaría los $33.1 billones. Esa previsión está en línea con la hecha por la CARF que proyecta un déficit de $33.7 billones”, sentenció la Anif.
Ante esto, manifestó que el Gobierno debe buscar otras alternativas para mitigar los efectos de la crisis que están generando situaciones como el conflicto entre Rusia y Ucrania y el confinamiento en China, por cuenta del covid-19, ya que de lo contrario se afectará seriamente el Producto Interno Bruto del país.
También sostiene que el reciente comportamiento de los precios del crudo ha puesto de presente una problemática que existe desde hace más de una década: el mecanismo para atenuar las volatilidades de los precios de los commodities en el mercado local de combustibles líquidos.
“Con eso, aunque ese mecanismo, el FEPC, es exitoso en ese objetivo, su costo sobre las finanzas del gobierno no es depreciable y este año ya ha pasado a niveles críticos. Nuestras estimaciones arrojan que el déficit acumulado del Fondo podría superar los $33 billones a cierre de 2022, cifra muy cercana a lo presentado por la CARF ($33.7 billones)”, concluyó la Anif.
Para terminar, esta asociación recordó que todo lo anterior, sumado a una compleja situación fiscal, en la que la deuda bruta del Gobierno nacional Central está por encima del 63 %, podría terminar afectando aún más el grado de inversión y en la posibilidad de que al país no le quede de otra más que salir a seguirse endeudando.