La Unidad de Planeación Minero Energética (Upme) hará un segundo intento para adjudicar la construcción y operación de la Regasificadora del Pacífico, luego de que en octubre de 2021 el antiguo proceso se decretara desierto porque ningún inversionista tuvo interés en el proyecto.
De acuerdo con el director general de la Upme, Christian Jaramillo, antes de que termine el periodo del presidente Iván Duque (7 de agosto) se abrirá nuevamente la convocatoria, pero la adjudicación del proyecto para la importación de gas quedará en manos del próximo Gobierno.
El fracaso del proceso anterior se basó, principalmente, en que “había unas condiciones regulatorias que eran líneas rojas para los inversionistas”, por lo que la Upme se dedicó a revisarlas y encontró un buen número de soluciones para garantizar que esta vez la convocatoria sea exitosa.
En términos generales, los cambios que se están haciendo tienen que ver con los riesgos de atraso, porque existe una gran preocupación al respecto entre los potenciales inversionistas, ya que en proyectos de este tipo es frecuente que se registren retrasos por las consultas previas que se deben realizar y el proceso de licenciamiento ambiental.
Para esta nueva convocatoria se mantendrán las características iniciales de la infraestructura, es decir que la planta de regasificación debe estar ubicada en la bahía de Buenaventura, con una capacidad de 400 millones de pies cúbicos de gas por día. Además de contar con un gasoducto que conecte dicha planta con el Sistema Nacional de Transporte de gas en el municipio de Yumbo.
El director de la Upme aseguró que a raíz de la pandemia de la covid-19, las necesidades y los riesgos de desabastecimiento de gas natural que se pudieran tener en el país se retrasaron unos dos años. Por lo tanto, si el proceso resulta exitoso y se adjudica, el inversionista ganador tendrá 58 meses para poner en operación esta infraestructura para importar gas, es decir, que debería estar operando entre 2026 y 2027. La fecha anterior era el 2024.
Con el cambio de Gobierno, existe el riesgo que el proyecto se frene, ya que desde varios sectores se ha manifestado que la construcción de la Planta de Regasificación del Pacífico es inconveniente, y representa un costo adicional para los colombianos, ya que esta infraestructura la deberán todos los usuarios que requieran este gas, tanto regulados como no regulados. El costo total del proyecto se calcula en US$ 700 millones.
Sin embargo, Christian Jaramillo es optimista y espera que no se frene esta convocatoria porque “cualquiera que haga el análisis, con la información que tenemos en este momento, está viendo un posible hueco de abastecimiento de gas entre 2026 y 2031, en el evento de que haya un fenómeno de El Niño”.
“Ya depende un poco de hasta dónde alguien esté dispuesto a jugar con el abastecimiento de gas natural de los colombianos. Cualquier persona seria que revise esto ve el hueco (de gas)”, agregó. Además, dijo que mientras no haya nuevas fuentes certeras de gas natural que garanticen el suministro durante estos años, la Regasificadora se debe construir.
El director de la Upme también destacó que tener más competencia en el mercado de gas natural (pues ya existe una Planta de Regasificación en Cartagena) es muy favorable, porque los precios pueden bajar. Así mismo, se evitarían contingencias como la ocurrida en 2021, que, debido a una parada de emergencia en el Campo Cusiana de Ecopetrol, se vio afectado el suministro de este combustible al interior del país.
Desde Cartagena también se importará más gas
José María Castro, presidente de la Sociedad Portuaria El Cayao (SPEC LNG), que es la Planta de Regasificación de Cartagena, aseguró que siguen avanzando en el proyecto para ampliar la capacidad de importación de esta infraestructura, que comenzó a operar en el 2016 con una capacidad de 400 millones de pies cúbicos de gas por día que está a disposición sólo de plantas térmicas de la región Caribe.
Este proyecto se realizará en dos etapas. La primera contempla aumentar esta capacidad de regasificación a 450 millones de pies cúbicos diarios en 2023 y a partir de 2026 se proyecta que suba a 530 millones de pies cúbicos diarios, para lo cual será necesario ampliar el gasoducto que transporta el gas.
“Esto, sumado a la capacidad de transporte de gasoductos que se prevé que habrá en la Costa Atlántica y que se interconectará con el mercado del interior del país, viabilizará que otros sectores y usuarios, adicional a que hoy se atiende, puedan acceder a más gas natural. Además, sería un respaldo para térmicas que funcionan con líquidos y quieran pasarse al gas natural”, aseguró José María Castro.