El apagón eléctrico o la pérdida del suministro de energía es una de las situaciones más graves que puede sufrir actualmente la población, debido a que la mayoría de aparatos que se tienen en casa son clave para suplir necesidades básicas, como el almacenamiento de comida y la cocción de la misma.
En Colombia, desde hace algunos meses, diferentes gremios energéticos y empresas relacionadas con ese sector han alertado sobre la posibilidad de que se dé un apagón en el país en los próximos años, debido a una mezcla de varios escenarios negativos. Los precios altos de la energía, la llegada del fenómeno de El Niño, y los cambios en la regulación de energía, que afectan el suministro.
Recientemente, un estudio de la Universidad Nacional de la sede Medellín, financiado por la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica, reveló un preocupante panorama para el sector energético en Colombia y el futuro de este.
La investigación apunta a que Colombia podría tener un déficit de energía eléctrica para 2027, en el peor de los escenarios.
Riesgo de apagón en Colombia: en 2027 la energía será insuficiente
El estudio se refiere inicialmente a la necesidad de que el país diversifique su matriz de generación de energía, para que pueda mantener y aumentar la capacidad de generación hidroeléctrica. Advierte, además, sobre la amenaza para la transición energética y la atención oportuna de las necesidades de los colombianos.
Respecto a la demanda de energía o el consumo de la misma, el documento apunta a que esta crecerá entre un 2,2 y un 3,4 %, según los datos recopilados por la información de proyecciones a futuro de la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME).
Asegura que es importante tener en cuenta que el consumo real está creciendo por encima del 5 % en Colombia, que es el doble de lo que proyectó la Unidad, lo que significaría un reto aún mayor para ese mercado, pues deberá mantener el ritmo del sistema y no estaría preparado para atender a todos los colombianos años antes de lo presentado por ese estudio.
La investigación presentó además cinco escenarios que podría enfrentar el mercado energético dependiendo de varios factores. Estos van desde una entrada masiva de proyectos de generación de 19,2 GW, hasta un escenario en donde solo entran 3,6 GW (gigavatios), que es el caso más optimista.
- El primer escenario es considerado el punto de partida. En este se incluyen un total de 19.234 MW (megavatios) de nuevos proyectos, lo que significaría que el país podría doblar la capacidad instalada hoy y en el transcurso de diez años.
- El segundo escenario presenta la entrada del 79 % de los proyectos de primer escenario, dejando por fuera los proyectos ubicados en zonas del país que pudieran presentar conflictos que impactaran los mismos.
- El tercer escenario excluye los proyectos en zonas de conflicto y la entrada de proyectos hidroeléctricos pendientes, representando así el 78 % del primer escenario. Al ser similar al segundo escenario, este no se considera tan relevante para el estudio.
- El cuarto escenario apunta al funcionamiento únicamente de los proyectos que pueden construirse sin depender del desarrollo de otros proyectos como redes de interconexión. Aquí entraría alrededor del 45 % del total de la energía del primer escenario.
- Finalmente, el quinto escenario apunta a un 19 % del total de proyectos potenciales y que tienen compromisos de entrar al sistema. Son estos proyectos los que realmente tienen la obligación de ingresar y varios de ellos se encuentran demorados y en zonas de alto conflicto.
Entre las conclusiones que saca el informe, la más preocupante es la que asegura que en dos de los cinco escenarios simulados, la energía firme no sería suficiente para abastecer toda la demanda desde el año 2027.
El escenario más crítico es el quinto, el cual puede ser el más realista, ya que está compuesto de 26 proyectos que tienen compromisos de mercado para ingresar antes de 2027, como lo son garantías, contratos y puntos de conexión asignados. Estos proyectos representan el 3,6 GW o el 19 % de todo el sistema de hoy.
De los 26 proyectos que se encuentran actualmente en curso, cerca de 17 están en la región Caribe, entre los que se encuentran incluidos los ubicados en La Guajira y que dependen del desarrollo de la línea de transmisión colectora para iniciar su operación.
“En Colombia no se puede pensar en un sistema que crezca únicamente con energía solar; es necesario complementar la matriz de generación eléctrica y para eso se requieren señales de inversión claras”, dice el estudio.
Finalmente, el estudio cierra con otro dato preocupante. Apunta a que la seguridad del suministro de electricidad estará comprometida desde 2025, si no se realiza una correcta expansión del sistema de transmisión nacional.
“Las redes, que son el esqueleto de nuestro sistema, no han crecido como se necesita. No se han podido conectar nuevos proyectos de energía (proyectos renovables en La Guajira que representan más de 2 GW o casi un 17 % de la capacidad actual) y, sin esto, se tiene menos oferta en el mercado”, dicta el documento.