La pandemia del virus de la covid-19 causó estragos en la mayoría de los sectores de la economía, y el del cultivo de palma de aceite no fue ajeno a esta situación que comenzó con el brote de este virus a finales de 2019 en Wuhan, China.
Al respecto, el presidente de la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite (Fedepalma), Nicolás Pérez Marulanda, explicó a SEMANA que el sector no estuvo exento de la crisis económica.
“En el corto plazo tuvo la misma afectación de todos los sectores, mientras se definieron los protocolos de movilización de trabajadores y productores, y una vez se restableció el movimiento, por la prioridad que se le dio al sector agropecuario”, dijo el presidente de la asociación gremial.
De igual manera, explicó que posteriormente los estragos se incrementaron por el cierre de los restaurantes, “que son grandes consumidores de aceites, entonces hubo una afectación en la demanda, pero en la medida en la que se fue retomando la actividad económica, la producción tuvo mercados a donde llevarlo, y en términos generales la afectación en nuestro caso fue menor por ser un alimento básico”.
Respecto a la recuperación que se ha venido presentando, explicó que ”después de la pandemia el sector del cultivo de palma de aceite de Colombia ha tenido un desempeño muy importante. El año pasado cerramos con cifras históricas en materia de producción, 1,75 millones de toneladas, la producción más alta de la historia de este sector, se combinó con muy buenos precios nacionales e internacionales”.
Lo anterior llevó a que el valor de la producción el año pasado estuviera por el orden de los $7,7 billones. “Así que la recuperación pospandemia ha sido muy positiva y la situación actual del sector es muy positiva. Hay muy buena producción y buenos precios”, destacó.
Es importante recordar que la agremiación estima que la producción de aceite se mantenga en 2022, respecto a las cifras obtenidas en 2021.
Este anuncio lo hizo el director de Planeación Sectorial de la entidad, Andrés Felipe García, quien explicó que el año pasado la producción fue cercana a las 3,4 toneladas por hectárea cultivada.
Para el mediano y el largo plazo, el objetivo de la federación es que la producción nacional ascienda hasta las cinco toneladas, en promedio, y enfatizó en que esta cifra es posible, puesto que “hay productores que han llegado hasta las diez toneladas de aceite por hectárea hoy”.
De igual manera, García explicó que el consumo de aceites vegetales crece en el mundo por dos factores. “Principalmente, porque la población aumenta, y porque el ingreso medio global ha subido, particularmente en países en desarrollo, lo que les permite equilibrar su ingesta calórica, donde el aceite es parte fundamental”, manifestó.
Y resaltó que el aceite de palma se caracteriza porque es más económico que los demás, más productivo y tiene un mercado global en crecimiento.
En ese sentido, enfatizó en que el objetivo principal de la federación no es incrementar el número de áreas de cultivo, sino la productividad y que se mejoren los ingresos de los cultivadores, “y que ellos decidan libremente, el mercado es el que manda la parada”.