En Colombia, además del salario mínimo que se negocia cada año y que para el 2025 quedó en $ 1.423.500, sin auxilio de transporte, y en $ 1.623.000 con este beneficio, con un aumento que fue definido por decreto, también existe otro salario que ciertos profesionales devengan.
Se trata el salario mínimo integral, que es una modalidad que se establece cuando el trabajador recibe un pago que incluye tanto el salario base como las prestaciones sociales (como la prima de servicios, cesantías, etc.) en una sola cantidad.
Esta modalidad está dirigida principalmente a trabajadores que ocupan cargos de mayor responsabilidad o en contratos de trabajo especiales o que devengan un alto valor. Este salario simplifica la forma en la que se paga una nómina en una empresa y tiene un tratamiento tributario especial.
Con la modificación del salario mínimo mensual que se ajustó recientemente, el salario integral también enfrenta cambios, pues el ajuste lo afecta.
El salario mínimo integral tiene un monto que se debe respetar y este está determinado por la ley colombiana. El artículo 132 del Código Sustantivo del Trabajo precisa que este salario no puede ser inferior a los 10 salarios mínimos legales vigentes, por lo que, al hacer el cálculo, el salario integral no debería bajar del siguiente valor.
Si el salario mínimo para 2025 quedó en $ 1.423.500, al multiplicarlo por 10, el monto del salario integral mínimo que deberían asignarles a ciertos trabajadores es de $ 14.235.000.
Además de este valor, se debe añadir un 30 %, teniendo en cuenta los factores prestacionales, por lo que el salario integral quedaría para 2025 en $ 18.505.500.
Tenga en cuenta que el salario integral no tiene incluido ni el pago de vacaciones, ni indemnización por terminación sin justa causa.
Los salarios mínimos se ajustan todos los años en la mayoría de los países por varias razones, principalmente para proteger el poder adquisitivo de los trabajadores y asegurar que sus ingresos se mantengan en línea con los cambios en la economía.
Si los salarios no se ajustan al ritmo de la inflación, los trabajadores pierden poder adquisitivo, es decir, no pueden comprar la misma cantidad de bienes y servicios que compraban antes con la misma cantidad de dinero. Los ajustes salariales anuales permiten que los salarios se mantengan, al menos, al nivel de la inflación.