En la tarde de este miércoles, el Senado de la República le dio el visto bueno a la conciliación de la reforma tributaria, en la sesión plenaria de este estrado, donde los ponentes del proyecto de ley argumentaron que se había realizado una tarea de ajustes, con la cual, se logró un acuerdo que llevó a eliminar artículos que no fueron avalados ni por senadores y ni por representantes a la Cámara, como lo fue el caso del impuesto a las iglesias.

Juan Diego Echavarría, ponente de la reforma, sostuvo que se reformaron 31 artículos de los 96 que tiene el documento, y la mayor parte de los cambios solo se hicieron por temas de redacción o por organización del texto.

Entre tanto, en el documento conciliado entraron 11 artículos nuevos, aportados por integrantes de ambas cámaras, que se relacionan, entre otras, con IVA a corridas de toros, medidas tributarias para contribuyentes con hijos dependientes; mano de obra para cultivos de arroz e insumos agropecuarios costo cero, entre otros, según sostuvo Echavarría.

Hay que señalar que varias constancias fueron expuestas en el debate en el que se aprobó la conciliación de la reforma tributaria. Voceros de la oposición, como Miguel Uribe, recordaron todos los peros que le pusieron al proyecto de ley y, hasta el último momento, dejaron ver su resistencia a la propuesta financiera del gobierno del presidente Gustavo Petro, la cual considera que “fomenta la pobreza y promueve la incertidumbre y la desconfianza en el mercado colombiano”.

En su intervención, Uribe, senador del Centro Democrático, dijo que tramitará un proyecto de ley para reformar las reglas que hay en el Congreso en el momento en el que un proyecto de ley se va a una conciliación, toda vez que acudió hasta a una tutela para ser parte del equipo que terminó ajustando el documento definitivo, pero “no se dieron las garantías”, sostuvo, en referencia al hecho de que los conciliadores eran integrantes del partido de gobierno: el Pacto Histórico.

En la misma línea, la senadora Paloma Valencia pidió la palabra para pedir a la opinión pública que, “no olviden los nombres de los que votan esta reforma que le pone impuestos a alimentos como la mantequilla, el cereal y las compotas de bebé”, y una larga lista de productos que mencionó en los minutos que le dieron para intervenir.

Para el Gobierno, entre tanto, se trata de una reforma progresiva que no modifica medidas que ya venían en el sistema tributario, como lo es el impuesto de renta a las empresas o la tasa más alta dentro de los rangos que tiene la tabla con la que aportan tributos las personas naturales, que va hasta el 39 %.

En la jornada, aunque breve, volvieron a salir las críticas a la polémica reforma tributaria, con la cual, el gobierno de Petro busca obtener cerca de 20 billones de pesos. David Luna, del partido Cambio Radical, anunció el voto negativo de su partido, con el argumento de que la reforma “no asume un compromiso concreto con la evasión de impuestos” y tampoco honra la necesidad de austeridad que tienen las finanzas públicas. Hay que recordar que el proyecto de ley incluyó cárcel para evasores, pero en el proceso de construcción de la reforma fueron modificando la medida, con lo cual, finalmente, una persona que robe al Estado y paga, podrá reincidir y solo hasta la tercera vez irá a la cárcel.

Con la aprobación en Senado, ahora la conciliación pasará el jueves a la plenaria de Cámara, donde tendrá que pasar la misma prueba, por lo que el ministro del interior, Alfonso Prada, señaló que el proyecto ya está “a solo una votación, antes de ser ley”. De la propuesta tributaria, el funcionario destacó que será “la que nos permitirá hacer la paz total”. Catalogó la reforma tributaria como “progresiva y justa, pues invita a aportar a los que más tienen”.

Finalmente, una vez la reforma tributaria pase en Cámara (la sesión de votación será el jueves), tendrá que pasar a la firma presidencial para así llegar a ser ley de la República.