La Junta Directiva del Banco de la República entregó este lunes -31 de julio- una buena noticia para los inversionistas frente al futuro de las tasas de interés para el mes entrante en el país, las cuales no tendrán modificaciones para las próximas semanas, ya que esta autoridad monetaria decidió mantenerlas en 13,25 % por segundo mes consecutivo.
Si bien, los mercados reclaman por una baja en estas referencias, con esta decisión del Emisor se mantienen en su punto más alto de la última década y esto es algo que preocupa a los analistas y expertos, puesto que con esto se vienen nuevos apretones para la economía local que aún se resiste a dar fuertes muestras de desaceleración, se convierte en la primera pausa en la escalada de esta referencia después de más de un año de alzas continuas para enfrentar la inflación.
Esta decisión del Emisor va de la mano con las proyecciones que tenían los analistas y expertos, quienes señalaron que el costo de vida ya está dando muestras sostenidas de contracción, mientras que la desaceleración económica en el país sigue afectando los diferentes sectores productivos, razón por la cual era importante mantener las tasas estables para evitar una crisis severa en el futuro.
Entre los elementos considerados, se destaca que la inflación anual en junio se ubicó en un 12,1%, un punto porcentual menos que en diciembre del año anterior. Aunque se ha avanzado en el control de la inflación y las expectativas muestran una tendencia favorable, aún se mantiene en niveles altos con respecto a la meta establecida. Específicamente, la inflación básica sin alimentos ni regulados se ubicó en un 10,5 % anual en junio, similar a la observada en meses anteriores, y se señala que los procesos de indexación han contribuido a este comportamiento.
La desaceleración de la actividad económica en el segundo trimestre también fue analizada, ya que el indicador de seguimiento a la economía (ISE) para abril y mayo, así como la encuesta de industria y comercio, sugieren una desaceleración mayor de la esperada. A pesar de ello, el mercado laboral ha mostrado un buen desempeño.
“En todas las reuniones analizamos la realidad del país y el impacto de las tasas de interés, nuestra meta de inflación se mantiene en el 3 % y desde ahí, cuando nos volvamos a ver en septiembre, en la siguiente reunión de Junta (Directiva), se analizará lo que esté pasando en materia económica y esto nos llevará a revisar cuál será el paso que daremos en ese momento”, dijo Leonardo Villar, director del Banco de la República.
El crecimiento del crédito ha experimentado una desaceleración en los últimos meses, y la calidad de la cartera ha sufrido un deterioro relativo. A pesar de esta situación, los establecimientos de crédito mantienen niveles sólidos de capital y liquidez, en línea con las altas regulaciones internacionales.
Uno de los pronunciamientos más importantes en este anuncio fue el del Ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, quien manifestó que “oficialmente podemos decir que la tendencia alcista de las tasas de interés se terminó, ya tenemos dos meses estables y debemos tener en cuenta ahora el comportamiento de la inflación”, resaltando que si se cumplen cinco meses seguidos de caídas en el costo de vida, el país podría esperar una corrección a la baja en materia de tasas.
“Tenemos que examinar dos situaciones, una es el comportamiento de la inflación, frente a la que esperamos llegar a diciembre en un dígito, con el 9,2 % que tenemos en nuestras proyecciones, y en materia de recuperación económica, esperamos que la tasa de intervención ya haya empezado a bajar, lo cual analizaremos en septiembre y octubre. Con esto, el mensaje que le está mandando el gobierno a los bancos es que ya no es momento de subir tasas y que es momento de empezar a bajarlas”, agregó este funcionario.
Un factor relevante en la toma de decisiones fue la apreciación del peso colombiano, que ha regresado a niveles no vistos desde mediados de 2022. Esta apreciación se ha dado en el contexto de una reducción de las primas de riesgo país, superando el comportamiento de otras economías de la región.
La decisión tomada por la Junta Directiva en esta sesión se alinea con el objetivo de llevar la inflación hacia su meta del 3 %. Sin embargo, se enfatiza que las decisiones futuras dependerán de la nueva información disponible, lo que sugiere una postura flexible en función de la evolución de la economía.