La agencia calificadora de riesgo Fitch Ratings afirmó la calificación de incumplimiento de emisor (IDR) en moneda extranjera a largo plazo de Colombia en ‘BB+’ con perspectiva estable.
De acuerdo con la entidad, las calificaciones del país reflejan el historial de estabilidad macroeconómica y financiera, respaldado por un banco central independiente, con un régimen de metas de inflación y una moneda de libre flotación.
“Las calificaciones están restringidas por los altos, aunque decrecientes, déficits fiscales, que ya han resultado en aumentos relativamente grandes en la carga de la deuda y los intereses en los últimos años, así como una alta dependencia de los productos básicos y cuentas externas más débiles”, explicó.
Respecto de las reformas, resaltó que el éxito inicial del presidente Gustavo Petro en la creación de una coalición en el Congreso para sacar adelante la reforma fiscal en noviembre de 2022, se ha topado con obstáculos a mediados de 2023.
Sobre la reforma a la salud, dijo que esta propuesta dividió a su coalición y devino en su colapso. “Como resultado, la capacidad política de Petro para aprobar reformas de salud, pensiones y laborales se ha vuelto más incierta. Una propuesta de reforma laboral fue rechazada en el Congreso en junio de 2023, aunque el presidente se compromete a volver a presentarla. Las reformas de salud y pensiones de Petro también enfrentarán una ardua batalla en el Congreso, pero los compromisos sobre algunos de sus aspectos más controvertidos podrían facilitar su aprobación”, dice el informe.
Así mismo, se espera que las incertidumbres políticas permanezcan durante el próximo año, sobre todo para las industrias extractivas. Sin embargo, la administración de Petro se comprometió a adherirse al marco fiscal y monetario de Colombia, incluida la independencia del banco central y la regla fiscal actualizada.
Adicionalmente, se refirió a una fuerte desaceleración económica en este y el otro año. “Esperamos que el crecimiento se desacelere significativamente al 1,5 % en 2023 desde el 7,3 % en 2022, debido a un endurecimiento monetario agresivo y un importante ajuste fiscal, incluida la reducción del subsidio al combustible. Se espera que el crecimiento siga siendo mediocre (en 1,2 %) en 2024, dado el impacto rezagado de la política monetaria restrictiva que pesará sobre la demanda interna y un crecimiento global más débil que también afectará negativamente a las exportaciones y los precios del petróleo”.
Dijo además que las presiones inflacionarias se intensificaron en 2022, como resultado de los choques de oferta local, el clima adverso que afectó los precios de los alimentos, el aumento en los precios de las materias primas y la depreciación del peso.
Además, el gobierno ha comenzado a eliminar los subsidios al combustible, lo que ha llevado a precios más altos para el usuario final. La indexación prevalece en Colombia y se suma a la inercia. Esperamos que la inflación alcance el 9 % para fines de 2023, luego de alcanzar un máximo de 13,3 % en marzo de 2023.
“Esperamos que la inflación caiga al 5 % en 2024, aún por encima del objetivo del banco central de 3+/-1 %. Los riesgos para la inflación se inclinan al alza, dada la prevalencia de la indexación, la continua reducción de los subsidios a los combustibles y las amenazas del fenómeno de El Niño”, resaltó.
Entre lo que podría representar una rebaja en la calificación, la entidad advierte un deterioro sostenido en la relación deuda-PIB del gobierno general de Colombia, en relación con la mediana de los pares ‘BB’, por ejemplo, debido a déficits fiscales persistentemente elevados. Si hay un marcado aumento de las vulnerabilidades externas, por ejemplo, debido a la renovación de grandes déficits de cuenta corriente, una fuerte caída de la inversión extranjera directa o un aumento de la relación deuda externa neta/PIB.
Por el contrario, podría subirla, si se logra la consolidación fiscal consistente con una relación deuda/PIB del gobierno general en constante disminución y una mayor credibilidad de la política fiscal.
Asimismo, un mayor crecimiento económico sostenido de mediano plazo por encima de los promedios históricos de Colombia, acompañado de una mayor estabilidad macrofinanciera, y una mejora en la gobernabilidad indica una mejor cohesión social.