La Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) anunció la extensión de los plazos del cronograma de la subasta como máximo por 30 días, tal como se propuso en la resolución en consulta, con el propósito de garantizar que la expansión de la generación esté alineada con las disposiciones del Plan Nacional de Desarrollo.
“El tiempo propuesto de aplazamiento obedece al cumplimiento de los requisitos normativos que buscan el ejercicio de la participación de los interesados y el concepto de la Superintendencia de Industria y Comercio. Finalmente, aclaramos que la Resolución definitiva no se ha expedido”, destacó la entidad.
La Creg reafirmó la importancia y la necesidad de incrementar la capacidad de generación de energía firme en el Sistema Interconectado Nacional, mediante la subasta del cargo por confiabilidad para finales de 2027.
De acuerdo con la parte motiva de uno de los más recientes proyectos de resolución de la CREG, en el que le podrían un techo al precio en la bolsa de energía, la oferta y la demanda están muy próximas, dado que la demanda ha crecido más de lo esperado. “Se estima que la demanda ha crecido 2% adicional por encima del escenario medio de la Unidad de Planeación Minero Energética -UPME-, en especial en los meses de septiembre y octubre, y se han presentado atrasos en la entrada de los proyectos de generación previstos, en especial los proyectos de Fuentes no Convencionales de Energía Renovable -FNCER- que están dependiendo de la subestación colectora en la Guajira”, dice el documento.
De hecho, el panorama de los proyectos de FNCER es complejo: Un reciente análisis de SER Colombia, el gremio que agrupa a las empresas de este sector, advierte que de un poco más de 4.000 megavatios que deberían entrar en operación a más tardar en el primer trimestre del 2024, apenas lo harán cerca de 1.000 megavatios y gran parte de los restantes se irán hacia 2025.
Este es el panorama de 85 proyectos que están mapeados y entrarían apenas 15 proyectos. En la actualidad hay 473 megavatios de capacidad instalada operando, de los cuales 200 entraron en 2023.
Sin embargo, estas cuentas no incluyen los proyectos de La Guajira, que suman cerca de 2.000 megavatios adicionales, cuyas operaciones entrarán más allá del 2025. La línea Colectora apenas terminó sus consultas previas y faltan las fases de licencia ambiental y la de construcción. Y las empresas tienen también retrasos, pero tampoco se justifica avanzar en la obra si no hay línea disponible.
Mientras la demanda viene creciendo, la oferta de energía no lo hace a la misma velocidad y ya los analistas prevén que para 2026, si no entran nuevos proyectos de generación, podría haber un descalce en las cuentas. La subasta, que estaba programada en principio para este segundo semestre de 2023, se fijó inicialmente para febrero de este año y ahora tiene un nuevo aplazamiento de 30 días.
Para muchos, el ajuste en el cronograma obedece al interés de permitirle a Ecopetrol que entre a participar del negocio de generación. Hoy no lo puede hacer, pues tiene en su portafolio a ISA, que es transmisora de energía, y la ley no permite la integración. De hecho, en los decretos de emergencia económica de La Guajira se contemplaba esa posibilidad, pero se cayó en el análisis de la Corte Constitucional.
También hay un proyecto de ley que se presentará en el Congreso para autorizar esta integración vertical para el caso de Ecopetrol e, incluso, permitirle que ingrese también al negocio de transporte de gas. La idea es que la petrolera vaya al rescate de los proyectos renovables que se estarían quedando en el camino.
Sin embargo, la preocupación es que con los mensajes que está enviando el Gobierno en la modificación de las reglas del juego e, incluso, en la transformación de la ley de servicios públicos, el apetito por la subasta podría ser bajo.