La Superintendencia de Industria y Comercio emitió este viernes una decisión que marca un precedente en Colombia. A través de un documento conocido por SEMANA, objetó la solicitud de integración entre las compañías Bavaria, Industria Nacional de Gaseosas S.A. (Indega), Embotelladora de la Sabana S.A.S. (Embosa), la Compañía de Transporte de Bebidas S.A.S. (Transbeb), la Compañía de Servicios Comerciales S.A.S. (Atencom) y Coca-Cola Bebidas de Colombia S.A., las cuales buscaban crear un esquema que causaría una competencia difícil de igualar en el mercado de las bebidas.
La razón central de la decisión del organismo de control es que la integración podría llevar a ejercer prácticas restrictivas de la competencia, pese a que las empresas involucradas, principalmente Bavaria, presentaron argumentos a favor de la integración, en los que sostenían más bondades que riesgos.
No obstante, la idea de que se junten las ventas, la publicidad, la compra de materias primas, la cadena logística, la fabricación de las tapas, les daría a las participantes de la integración, una posición de dominancia.
La alianza estratégica solicitada por las compañías, según fue sustentada en la solicitud de autorización que pidieron, tendría su operatividad, exclusivamente, en Colombia.
En el documento resolutivo que, sin embargo, tiene cabida a un recurso de apelación, la Superintendencia describe la fortaleza en el mercado que tiene cada una de las empresas en cuestión.
Bavaria, por ejemplo, cuyo domicilio principal está en la capital del país, es fabricante de cervezas que, además, produce y transforma bebidas alimenticias, o fermentadas o destiladas. Dentro de su amploo portafolio está también la tarea de producir y transformar toda clase de bebidas tipo refrescos, refajos, jugos, aguas lisas, aguas carbonatadas, aguas saborizadas.
Gran parte de las bebidas que reposan en los estantes de tiendas y supermercados son marcas comercializadas por Bavaria. Entre ellas se puede mencionar a Club Colombia, con toda la variedad de presentaciones (dorada, negra, roja). También tiene en su listado a Poker, Águila, Pilsen, Costeña, Costeñita. Se les suman otras marcas como Cola y Pola, Redd’s; Budweiser, Corona, Pony Malta, Malta Leona y Zalva.
Por el lado de Indega, también registrada como una sociedad colombiana, produce y está facultada para distribuir jarabes, sodas, aguas minerales, bebidas gaseosas, bebidas no alcohólicas y productos alimenticios.
Además de realizar algunas actividades de preparación, embotellamiento, envasado y comercialización de productos de Coca-Cola, tiene otro brazo adicional: Embosa, que prepara y empaca en la zona franca de Tocancipá. “Toda la producción de Embosa es vendida a Indega en el punto de fábrica”, según registra el documento de la Superintendencia.
A su vez, Indega y Embosa tienen un contrato con The Coca-Cola Company para embotellar, comercializar y distribuir sus productos.
Coca-Cola, entre tanto, es la subsidiaria colombiana del propietario de la famosa marca. En su actividad, vende base de concentrados a Indega y Embosa para que preparen, embotellen y vendan los productos terminados.
Otro participante de la integración solicitada, la Compañía de Transporte de Bebidas (Transbeb), presta servicios de transporte terrestre para llevar las mercancías de Indega.
Y el componente de comercialización no podía faltar. Está en el paquete Atencom, compañía que presta servicios logísticos y comerciales de preventa y televenta, entre otros.
Si se junta los capitales de las compañías se tendría una cifra de más de $11 billones en activos y superior a los $7 billones en ingresos operacionales.
Esta integración busca abrir una puerta gigante, presentada por los solicitantes como una oportunidad de complementariedad entre las empresas. Pero, con antelación a la expedición de la resolución de la Superindustria, varios expertos ya habían advertido que podría formarse un conglomerado tan poderoso que terminaría por acaparar más clientes y dificultando las posibilidades de competencias de los demás actores del mercado.
Dicha integración se habría solicitado para competir con una alianza similar que se produjo ya, entre Postobón y la compañía chilena Cervecerías Unidas (CCU), para la consolidación de la Central Cervecera de Colombia.
Vea aquí el documento de la SIC