El día de la posesión de Gustavo Petro, la polémica en redes sociales se extendía por cuenta de las supuestas declaraciones de su nueva ministra de Trabajo. En una cuenta falsa de Twitter de Gloria Inés Ramírez aparecía una declaración en la que supuestamente anunciaba el regreso de la mesada 14 para los pensionados. En muchos economistas hubo alerta y en quienes reciben mesadas pensionales, ilusión.
En entrevista con SEMANA, la ministra contó la historia detrás de ese trino falso. “Crearon una cuenta espejo. Siempre hay gente interesada en enviar mensajes simbólicos. Los míos son los que están en mi cuenta y allí asumo lo que digo y lo que hago. Ya denunciamos y deben pasar siete días para resolver el tema”, le dijo a este medio.
Sobre el regreso de la mesada 14, la ministra Ramírez fue enfática: “Claro que no es cierto. Ni siquiera lo he pensado”. La alta funcionaria de la administración Petro aseguró que “es cierto que hay una deuda con los trabajadores porque hicieron una reforma laboral y afectaron grandemente los derechos”.
Pero aclaró que “mi línea es que Colombia tiene que cambiar en la parte jurídica y garantizar seguridad jurídica a los trabajadores. Para eso sí hay una deuda histórica y se resuelve con el artículo 53 de la Constitución. Y lo que allí dice es que ‘la ley, los contratos, los acuerdos y convenios de trabajo, no pueden menoscabar la libertad, la dignidad humana ni los derechos de los trabajadores’”.
Escuche a María Isabel Rueda hablar de la reforma tributaria.
Lea la entrevista completa de la ministra
SEMANA: ¿el actual Código Sustantivo del Trabajo le parece inservible?
G. I. R.: es obsoleto. Es de los años cincuenta, le han metido muchas reformas, pero es lo que nos tiene sumidos en la precarización y tercerización laboral. Vamos a hacer uno que se ponga a tono con las nuevas realidades que tenemos pero con los convenios de la OIT. Necesitamos avanzarlo para que el país pueda combatir la pobreza, lo que tiene que hacerse a través de los salarios y las relaciones laborales. A eso le vamos a apuntar.
SEMANA: pero los empresarios dicen que si suben mucho los salarios no pueden generar empleo, y el desempleo es otro de los chicharrones que ustedes tienen que enfrentar.
G. I. R.: yo creo que en Colombia esa fórmula de eliminar impuestos para que se creen empleos es algo que fracasó.
Resumiría mis propuestas en este sentido, en una ecuación simple: responsabilidad y criterio, pero también sensibilidad. Porque una manera de hacer redistribución del ingreso es a través del poder adquisitivo de los salarios. Para eso tendremos que hacer un debate amplio, porque la precarización laboral es el punto central de la agenda del ministerio.
SEMANA: ¿en qué tiempo hará eso? Si lo hace de un solo tajo podría causar un impacto en el mercado laboral, en la producción y en la economía.
G. I. R.: tiene que haber una transición. Lo que menos necesitamos es paralizar el país sino que avance, pero que lo haga estructuralmente para que los colombianos podamos estar mejor.
SEMANA: el pago a trabajadores de la economía del cuidado y la diferencia salarial entre mujeres y hombres también fue mencionado desde su Twitter. ¿Esto sí estará en su agenda?
G. I. R.: los salarios de las mujeres frente a los hombres tienen una diferencia entre 14 y 27 %. Eso es algo que debemos abordar. También necesitamos vincular la economía del cuidado, cómo vamos a hacer que ese trabajo no remunerado que -en general- lo hacemos las mujeres, sea reconocido en las cuentas nacionales, pero más allá de eso, que tenga unos fondos de compensación.
Estoy dispuesta a que hagamos un diálogo nacional, pero no se puede desconocer que hay responsabilidades muy grandes. Por ejemplo, en el punto 1 del Acuerdo de Paz hay un tema fundamental y es la manera en la cual le vamos a dar los derechos fundamentales a los campesinos, en una primera instancia. Cuáles son las relaciones de los derechos humanos con la empresa. Yo preguntaré qué pasa con las reivindicaciones laborales de los trabajadores en condiciones de desplazados. Son muchas las tareas que tenemos.
SEMANA: usted habla de reducir la jornada laboral, que las empresas paguen horas extras. Pero siempre se pone de por medio el tema de la baja productividad en el país, ¿cómo abordará estos asuntos?
G. I. R.: la jornada laboral es solo un elemento. En Colombia fue reformado el tema y la jornada diurna la pusieron desde las 6:00 a. m. hasta las 10:00 p. m. Pues yo quiero corregir eso. Las jornadas laborales diurnas serán de las 6:00 a. m. a las 6:00 p. m. La jornada nocturna es de las 6:00 p. m. a las 6:00 a. m. En medio de ese concepto, si las empresas tienen que pagar horas extras, pues que las paguen. Pero no podemos -en aras de un proceso económico- ir quitando derechos laborales fundamentales a los trabajadores, como el derecho al descanso y al estudio.
SEMANA: entonces vuelve a que el pago de horas extras nocturnas se haga desde las 6:00 p. m.
G. I. R.: esa será una de las primeras tareas que haremos.
SEMANA: ¿tiene ya una meta de reducción del desempleo? Que es quizás el peor problema que debe enfrentar el Gobierno, pues impacta todo.
G. I. R.: espero que esa pregunta la pueda responder más adelante, porque requiere revisión de cifras macroeconómicas. Vamos a trabajar articuladamente entre todos los integrantes del gabinete para establecer esa meta.
SEMANA: ¿lo que meterá en el Legislativo es una reforma laboral?
G. I. R.: voy a meter un estatuto del trabajo que haga desarrollo a lo establecido en la Constitución Política. Vamos a fortalecer la formación para el trabajo. El Sena ocupará un lugar central en este Ministerio del Trabajo, pues necesitamos que Colombia pueda avanzar en empleo juvenil.
SEMANA: las primeras impresiones que causó su nombramiento en el Ministerio fueron de preocupación, pues usted ha formado parte de sindicatos, es activista y militante de izquierda. Se tiene la percepción de que los sindicatos piden mucho, a veces sin tener en cuenta variables que se pueden impactar. ¿Cómo va a ser su posición ahora?
G. I. R.: los sindicatos piden mucho y los empresarios dan poco. Yo tengo unas convicciones claras, orientadas a la democracia, y una parte de esa democracia la constituyen las organizaciones de trabajadores que en este país han sido estigmatizadas y blanco de los enemigos. 1.200 líderes sindicalistas han sido asesinados en el lapso de este conflicto no es cualquier cosa. Hablaremos con todo. Lo más importante será avanzar en un diálogo social que construya.