La llegada o salida de capitales a Colombia suele ser un termómetro para tomar la temperatura a la confianza que están teniendo los inversionistas en el país, pero hay que hacer claridad acerca de lo que significa lo que entra y lo que sale como capital extranjero.
Según el informe de balanza cambiaria del Banco de la República, de 1.067 millones de dólares que se registraron en los tres primeros meses de 2022, se pasó a un dato negativo (-661 millones de dólares), lo que indica que salió más de lo que entró.
Por el contrario, en el caso de la inversión extranjera directa (IED) se registra un crecimiento de 22 %, ya que en el trimestre de este año, la cifra fue de 2.852 millones de dólares, mientras que en igual periodo del año pasado era de 2.335 millones de dólares.
¿Qué implica esa dinámica?
En todo 2022, la inversión extranjera de portafolio fue de 2.377 millones de dólares y la inversión extranjera directa de 11.320 millones de dólares. El dato es mostrado por el Banco de la República de manera semanal hasta ir consolidando la información para realizar análisis trimestrales.
Para establecer lo que implican las cifras mostradas en las estadísticas del Emisor hay que señalar que la inversión de portafolio entra y sale, pues el objetivo de los inversionistas es buscar los lugares en los que encuentran un mayor rendimiento de su dinero. En consecuencia, la salida coincide con la baja en el dólar que se ha registrado en las últimas semanas.
Entre tanto, la inversión extranjera directa es más estable, pues se trata de la que realizan los inversionistas en apuestas por empresas.
Vieja polémica
Hay que recordar que, durante 2022 se registró una polémica por una propuesta del gobierno, de imponer impuesto para frenar la salida de capitales golondrina del país.
En su momento, algunos analistas señalaron que, de producirse una estampida de capitales, se generaría una mayor devaluación del peso colombiano y, por consiguiente, más inflación. El problema es que la salida de esos capitales que llegan en coyunturas puntuales, como la que ocurrió cuando Estados Unidos estaba incrementando las tasas de interés a través de la política monetaria de la FED (Reserva Federal), es algo difícil de controlar. Ocurre en todos los países, pues los inversionistas se llevan sus dólares para los lugares en los que les ofrecen mayores incentivos y mejor rentabilidad. Es decir, van de un mercado a otro en busca de oportunidades.