Colombia y Venezuela escribirán un nuevo capítulo de sus relaciones diplomáticas. Luego de siete años de haber roto cualquier tipo de relación, a partir de este año ambas naciones quedarán nuevamente conectadas por tierra y aire. Autoridades de ambos gobiernos decidieron habilitar primero los puentes internacionales Simón Bolívar, en Villa del Rosario, y Francisco de Paula Santander, en Cúcuta, Norte de Santander, para comenzar a comercializar productos de confección y de aseo principalmente.
Sin embargo, el puente de Tienditas que no fue inaugurado aún no tiene fecha oficial para ser habilitado. En 2014 comenzó la construcción y fue financiado por los gobiernos de Colombia y Venezuela de ese año. La infraestructura fue terminada en 2016, y para sorpresa de muchos, el terreno no se pudo aprovechar para el intercambio comercial entre ambas naciones por la mala relación que comenzaron a tejer desde entonces los dos países.
Desde ese año, solo las ambulancias y las carrozas fúnebres llegan hasta el puente para llevar ataúdes y pacientes de una zona a la otra. La estructura, que tiene seis carriles, es custodiada por cuatro carrotanques, justo en la mitad. La moderna obra, que tuvo un costo de 32 millones de dólares, promete un papel fundamental en la recuperación del comercio, como se pensaba en 2014. Según Invías, a finales de este año, empresarios, comerciantes y ciudadanos del común podrán pasar con vehículos de carga en el terreno que le falta adecuaciones técnicas y de infraestructura, especialmente del lado venezolano.
Jairo Yáñez, alcalde de Cúcuta (Norte de Santander), indicó que con la terminación de la infraestructura del lado venezolano se fortalecerá el paso de mercancía que es fundamental para los comerciantes: “En Venezuela se deben ampliar las vías porque son muy angostas, aspiramos que en el menor tiempo posible se fundamenten los diseños, se estructure el proyecto y se hagan las obras”, puntualizó el mandatario local.
Según cifras del Ministerio de Comercio de Colombia, 7.000 millones de dólares fue el recaudo del intercambio comercial entre Colombia y Venezuela en 2008, uno de los mejores años en materia económica para ambas naciones. Sin embargo, la historia fue muy diferente hace dos años, es decir, en 2020, cuando la cifra decreció, superando niveles históricos, con tan solo 222 millones de dólares de ganancias. El comercio bilateral en 2021 cerró en 394 millones de dólares y a julio de este año iba en 383 millones de dólares.
Lo cierto es que tanto habitantes de los dos países como mandatarios de ambos gobiernos están a la expectativa positiva de la reapertura diplomática, económica y comercial. Por su parte, Germán Umaña Mendoza, actual ministro de Comercio de Colombia, quien también se desempeñó como presidente de la Cámara Colombo Venezolana y conoció de cerca las necesidades que pasaron miles de connacionales, hoy ve con buenos ojos el restablecimiento binacional: “Esta es una de las fronteras más vivas de América Latina y por eso avanzamos, porque debe ser una apertura estable, duradera y segura”.
Por su parte, Carlos Luna, presidente del Comité Intergremial de Norte de Santander, también se refirió sobre el hito histórico. “El mensaje más importante que se quiere enviar desde la frontera, a lado y lado, es que esto nunca más puede volver a pasar, por más de que haya diferencias políticas, diplomáticas o de modelos económicos”.
Con las nuevas exportaciones, empresarios del sector de la moda y la confección esperan facturar 60 millones de dólares y volver a marcar números como los antes vistos en 2008. Lo planeado en Colombia es que se tengan en cuenta artículos como: el calzado y bisutería, como los primeros en exportar al vecino país.