El Banco de la República dio a conocer recientemente el Reporte de Estabilidad Financiera del primer semestre de 2024, donde se reveló que durante 2023 la actividad económica local se desaceleró, siguiendo el proceso de ajuste ordenado que muestra desde 2022.

Según el informe, aunque se mencionaron otros factores, “la caída de la inversión fue mayor de la esperada y es muy importante para la actividad económica y sus perspectivas a mediano plazo”.

Basándose en el informe anterior, el crecimiento del PIB en 2023 disminuyó, llegando al 0,6 %. “Aunque este crecimiento fue menor al 1 % que esperaba el equipo técnico del Banco de la República, la expansión es coherente con niveles de producción sostenibles a largo plazo y con el objetivo de llevar la inflación al 3 %”.

Además, el informe destaca que la formación bruta de capital, una parte del PIB que mide la inversión en Colombia, tuvo una caída significativa, con una contracción real del 24,8 %.

El informe destaca que la formación bruta de capital, una parte del PIB que mide la inversión en Colombia, tuvo una caída significativa, con una contracción real del 24,8 %. | Foto: Christine Balderas 2018

El reporte alerta que si la inversión local sigue cayendo, se podrían ver efectos negativos en el crecimiento económico, el empleo y la capacidad de empresas y hogares para pagar sus deudas.

La disminución de la demanda interna ayudó a reducir la inflación y a ajustar el déficit en la cuenta corriente, que bajó significativamente en 2023. El gasto de consumo y la inversión, que componen la demanda interna, cayeron un 3,8 % en 2023. Esto, junto con una política monetaria estricta, ayudó a bajar la inflación del 13,34 % en marzo de 2023 al 7,74 % en febrero de 2024. También se han reducido las expectativas de inflación a uno y dos años, según una encuesta del Banco de la República.

La menor demanda interna fue clave para reducir el déficit en la cuenta corriente, que bajó del 7,1 % del PIB en septiembre de 2022 al 2,3 % al final de 2023, reduciendo la vulnerabilidad de la economía a choques externos.

En los últimos seis meses, la tasa de desempleo ha aumentado, reflejando el menor crecimiento económico. Un aumento mayor de lo esperado en el desempleo podría afectar la capacidad de pago de los deudores. La tasa de desempleo nacional era del 10,7 % en febrero de 2024, cerca de los niveles prepandemia. Según el Banco de la República, aunque el mercado laboral mostró resiliencia al principio de la desaceleración económica, ha empeorado en los últimos seis meses. Se espera que la tasa de desempleo cierre 2024 en un 10,9 %.

Si el desempleo aumenta más de lo previsto, los hogares podrían tener problemas para pagar sus deudas. En 2023, el déficit fiscal y el endeudamiento como porcentaje del PIB se redujeron, pero hay retos importantes para 2024. El déficit fiscal del Gobierno nacional fue del 4,2 % del PIB en 2023, cumpliendo con la meta de la regla fiscal, y el endeudamiento bajó al 52,8 % del PIB, el nivel más bajo en tres años. El Plan Financiero del Ministerio de Hacienda y Crédito Público prevé un déficit fiscal del 5,3 % del PIB para este año y un aumento del endeudamiento al 57 % del PIB.

En escenarios adversos, cumplir las metas fiscales podría ser difícil y la percepción de riesgo por parte de los inversionistas extranjeros podría empeorar. Si esto ocurre, el apetito por activos colombianos podría disminuir aún más.

Los principales riesgos macroeconómicos que podrían afectar la estabilidad financiera local son:

  • Aumento del riesgo geopolítico global.
  • Mayor aversión al riesgo internacional hacia economías emergentes.
  • Profundización de la caída de la inversión local.
  • Debilitamiento de la posición fiscal de Colombia.
  • Deterioro del mercado laboral.
En escenarios adversos, cumplir las metas fiscales podría ser difícil y la percepción de riesgo por parte de los inversionistas extranjeros podría empeorar. | Foto: GUILLERMO TORRES REINA