Colombia sigue con la lucha de controlar la inflación. Si bien algunos de los productos, como los alimentos, comenzaron a bajar sus precios, las medidas tomadas por las entidades gubernamentales para mitigar los impactos económicos de las subidas no han cedido. Es por esto que el ministro de Hacienda y Crédito Público, Ricardo Bonilla González, le pidió al sector financiero que bajen sus tasas de interés.

El reclamo también fue dirigido hacia el Banco de la República, asegurando que es momento que empiecen a presentarse las reducciones en las tasas de referencia. Agregando que los altos precios tienen afectaciones en los mercados.

“El país debe comenzar a bajar las tasas de interés, ya el Banco Agrario empezó a hacerlo, tiene las tasas de interés más bajas. Esto debe ser un ejemplo que debería ser seguido por otros bancos comerciales; ya Coomeva nos informó que también empezaba a bajar, y ojalá otros bancos los sigan, no solamente con tarjetas de crédito, sino también en acceso al crédito cotidiano de las personas, que es crédito para actividad productiva, y si eso lo logramos, la banca comercial termina enviándole un mensaje al banco central: si ellos ya están bajando tasas, el banco central de comenzar a revisar la reducción”, manifestó el ministro Bonilla.

Ricardo Bonilla aseguró que se deben bajar las tasas de referencia. Fopto Guillermo Torres Reina / Semana | Foto: GUILLERMO TORRES

El titular de la cartera económica aseguró que las altas tasas son algo típico en Colombia, debido a la intermediación. Esto apalancado con la inflación ha generado un aumento inusitado, pero esos valores estarían interfiriendo con el desarrollo de las actividades productivas. Según su explicación, los bancos estarían quedando con toda la ganancia, por lo que pidió que se repartan de manera más equitativa las ganancias entre los sectores.

El ministro de Hacienda aseguró que se debe bajar la usura, lo que permitiría controlar los préstamos gota a gota.

Precisamente, sobre las tasas de usura, el funcionario aseguró que es necesario tener referencias más bajas, pues si bien se está garantizando el acceso a empresas medianas o grandes, los micro y pequeños negocios no estarían ingresando al sistema financiero, por lo que recurren al préstamo gota a gota.

“Si nosotros logramos eliminar y bajar la tasa de usura, también tenemos una forma más efectiva de combatir el gota a gota, porque de lo que se trata es no solamente crear un proceso de inclusión financiera para toda la población formal del país, como medianas y grandes empresas. Hay que ver cómo garantizamos que los microestablecimientos y ciudadanos que desarrollan actividades de mejor valía puedan tener acceso a ese tipo de recursos. Para eso no los podemos someter al crédito del gota a gota, que le prestan en la mañana y tiene que pagar por la noche, con unas tasas de interés de más del 10% diario”.

Los alimentos y la gasolina serán la clave para la reducción de la inflación.

El concepto clave es la inflación, el ministro aseguró que si se logra mantener la tendencia del índice de precios al consumidor por debajo de lo que venía registrando, en el corto plazo el Banco de la República empezará a bajar sus tasas de interés. Los alimentos y combustibles serían los productos claves para que no se sigan encareciendo los precios.

Precisamente, sobre la gasolina, y luego que se confirmara el incremento de 600 pesos del galón para junio, el funcionario aseguró que en lo que resta del año seguirán los encarecimientos, muy probablemente sea por el mismo monto: “El alza gradual y paulatina del precio de la gasolina corriente, es con el fin de cerrar la brecha que existe con los precios internacionales. Este mes todavía no se examina ni se toca el precio del diesel (...) es muy probable que los incrementos sean de 600 pesos y con eso podemos cerrar la brecha más rápido en gasolina corriente. ¿Qué quiere decir la brecha más rápida? que hoy estamos a un precio internacional de 2,8 dólares, eso está por debajo del precio que vemos en otros países, que es de $4 y 5 dólares el galón; y que nos obliga a revisar el tema de la política. Colombia importa el 40 % de la gasolina que se consume en el país, entonces esa gasolina importada la tenemos que pagar a ese precio de ahí afuera y aquí la estamos cobrando a bajo costo”.