Luego de conocerse el reporte sobre la inflación, en el que el acumulado de enero a noviembre se ubica en 12,53 %, el Área de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá dio a conocer su análisis en torno a esta nueva subida en el costo de vida, por lo que considera que las proyecciones del Banco de la República “se quedaron cortas” con respecto a como cerraría este indicador para 2022.
La entidad bancaria manifestó que este nuevo reporte entregado por el Dane se constituye “en la novena sorpresa alcista de inflación del año”, esto con respecto a la variación mensual que se ubicó en 0,77 %, frente al consenso de 0,61 %, lo que impulsó a que la medición anual pasara de 12,22 % en octubre a 12,53 %, constituyéndose en “un nuevo máximo desde 1999″.
“Los alimentos volvieron a jugar un papel determinante, con un aporte de casi 40 % de la inflación del mes. Con una variación de 1,5 %, en términos anuales mantuvieron una variación superior a 27 %. La papa, leche, arroz y huevos, fueron los de mayor aporte en la división”, destaca.
Asimismo, el análisis señala que en las métricas básicas, los resultados tampoco fueron favorables. Toda vez que la medición promedio preferida por el Banco de la República se aceleró a un máximo histórico de 9,81 %, frente a 9,47 % de octubre. “El detalle evidencia una inflación de bienes que se aceleró casi a 14,0 % anual, frente a 13 % del mes previo, clara evidencia de la transmisión de la tasa de cambio a la inflación”, precisa.
“Un año atrás está inflación no llegaba a 4,0 %, cuando la tasa de cambio promediaba 3.900 pesos, pero con un aumento de más de 1.000 pesos (26 %) a 4.922 pesos, el impacto cambiario se hace evidente. Es más, todavía quedan varios meses por delante, seis, según estimaciones propias, para que el choque de la tasa de cambio termine de transmitirse a los precios”, resaltó.
Con base en lo anterior, el Banco de Bogotá revela sus previsiones con respecto a este tema de coyuntura económica, y señala que los alimentos mantuvieron presionados al alza en la inflación, pero que se estima que habrá una corrección en los precios. “De un lado, el clima debería mejorar hacia el primer trimestre de 2023, con el fin del fenómeno de La Niña. Asimismo, los precios de los alimentos a nivel internacional completaron ocho meses de caídas mensuales y su variación anual ya es prácticamente cero”, expresa.
No obstante, advierte que la tasa de cambio elevada “no permite que se transmitan los menores precios de los insumos y los referentes internacionales de precios de los alimentos a nivel local”, al tiempo que indica que “los precios de los fertilizantes han caído casi a la mitad desde su punto máximo durante la pandemia, pero en Colombia es poco el alivio. El otro limitante para la mejora en los precios de los alimentos son los problemas en la- infraestructura vial, con nuevos cierres y restricciones semana a semana”.
La inflación acumulada en el año iguala la proyección del Banco de la República del año completo de 11,7 %. “Así, es claro que la entidad se quedó corta en sus proyecciones y que las sorpresas de inflación siguen respaldando la necesidad de ajustes adicionales en la tasa de interés”, subraya.
Por consiguiente, el Área de Investigaciones Económicas de Banco de Bogotá considera que, de cara a las decisiones que tome el Banco de la República para controlar la inflación, es que es posible que se haga un nuevo ajuste a las tasas de interés, de aproximadamente 100 puntos porcentuales en diciembre y de 50 puntos porcentuales en enero de 2023.
“Entretanto, dado que las expectativas del mercado recientemente se habían ajustado a la baja, incluso por debajo de las del consenso de analistas, reaccionan al alza en la sesión, nuevamente esperando una tasa terminal más cerca de 12,50 % y no 12,00 %, como hasta la semana previa”, puntualizó.