A Colombia, con su economía, no le irá nada mal en 2021. El Banco Mundial, aunque prevé un débil repunte económico en Latinoamérica y el Caribe este año, tiene una mejor apuesta para nuestro país.
Según el último informe regional de perspectivas, publicado el miércoles 6 de octubre, el organismo internacional pide “reformas urgentes” para superar la crisis ocasionada por la covid-19 y evitar otra “década perdida”.
Con esa petición en el horizonte, el organismo multilateral volvió a revisar al alza su pronóstico de expansión económica en Latinoamérica y el Caribe para 2021, al 6,3 % frente al 5,2% que había proyectado a mediados de año. Aún así, esa cifra todavía es tímida en relación con la contracción del 6,7 % de 2020. Esto, teniendo en cuenta que, entre más profunda sea la caída, más fuerte debe ser el rebote.
El informe semestral del Banco Mundial para América Latina y el Caribe indica que los pronósticos de crecimiento para 2021 y 2022 son “igualmente mediocres”, del 2,8 % y 2,6 %, respectivamente. Estos números implican un retorno a la tasa de crecimiento anual de la región en la década de 2010, cuando el PIB regional aumentó 2,2 %, frente al 3,1 % del resto del mundo.
Mejor panorama para Colombia
Para Colombia, en cambio, los pronósticos son más positivos. La proyección de aumento del producto interno bruto (PIB) subió al 7,7 % en este año, mientras que el organismo estima que en 2022, la expansión de la producción será de 4,2%, con lo cual, estaría entre las más altas entre los países vecinos de América del Sur, con los cuales hay mayor nexo comercial y político.
Hay que estar alerta
Si bien el panorama para Colombia no pinta tan mal, hay que estar alerta, pues, según el Banco, “La deslucida recuperación, sumada a las bajas tasas de crecimiento de la década anterior, sugieren la existencia de problemas estructurales internos en la región”. Es decir, no hay razones para cantar victoria. De hecho, la vigencia de la pandemia es algo que no se puede perder de vista, pese a que ya hay señales de recuperación de la economía. El gran desafío es el de la pobreza y la desigualdad, fenómenos que se incrementaron en el año en el que se produjo una década perdida en esos avances.
“Si no se abordan los factores estructurales, es probable que el crecimiento anémico se mantenga y sea insuficiente para avanzar en la lucha contra la pobreza, y aliviar las tensiones sociales”, advirtió el Banco.
“Abrumadores” costos sociales
Latinoamérica y el Caribe, con solo el 8 % de la población mundial, representa más del 30 % de las muertes reportadas globalmente por covid-19. Y aunque la región está saliendo de la crisis causada por la pandemia, “la recuperación es más lenta de lo esperado, y las secuelas que ha dejado en la economía y la sociedad tardarán años en desaparecer”, estimó el BM.
Tasas de pobreza a los niveles más altos en décadas y pérdidas de entre uno y un año y medio en educación, son algunos de los “abrumadores” costos sociales de la pandemia, de acuerdo con el informe “Recobrar el crecimiento: Reconstruyendo economías dinámicas poscovid con restricciones presupuestarias”.
Entre los retos que enfrenta la región está la reaparición del virus, la contracción de la liquidez global por subida de tasas para frenar la inflación, y el alto endeudamiento del sector privado. Además, la relación promedio de la deuda pública con respecto al PIB subió “drásticamente” en dos años, en 15 puntos, hasta alcanzar el 75,38 %, según el reporte.
“Cada vez es más evidente la urgencia de abordar agendas políticas desatendidas durante mucho tiempo que frenan el crecimiento en la región”, señaló el Banco.
¿Cómo evitar otra “década perdida”?
¿Qué hay que hacer entonces para no caer en otra “década perdida” como la de los años 1980 por la crisis de la deuda? Primero que nada, replantear las prioridades del gasto y poner el foco en fortalecer los sistemas de salud y educación para contrarrestar la pérdida de aprendizaje e impulsar carreras cortas en línea con las necesidades de la industria, señala el BM.
En un contexto de restricciones presupuestarias, los países de la región también deben apostar a la investigación, incrementando su baja inversión promedio del 0,6 % del PIB en innovación y asegurando vínculos con el sector privado en este apartado.
Según el informe, en el debe está también desarrollar la infraestructura, que ha visto la inversión pública como porcentaje del PIB reducirse en dos tercios desde la década de 1980. En términos de energía, la generación debe ser más respetuosa del medioambiente y apuntar a eliminar subsidios.
Paren la corrupción
El Banco Mundial no pide recortar el gasto público de manera generalizada, pero sí mejorar las contrataciones para reducir la corrupción. Según sus estimaciones, el gasto ineficiente por sobornos y presupuestos inflados es “enorme”, de alrededor del 26 % sobre el costo de los proyectos.
Potenciar la recaudación impositiva es clave y subir impuestos sin afectar el crecimiento es posible, sostiene el informe, que propone aumentar los impuestos a la propiedad inmobiliaria o gravar productos azucarados.
Además, sugiere combatir la evasión tributaria, señalando que en la región las tasas de evasión promedio del IVA y del impuesto a las sociedades son del 29,4 % y el 49,2 %, respectivamente.
*Con información de la AFP.