A medida que los procesos productivos cambian rápidamente y demandan habilidades avanzadas y fuerzas laborales digitales, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) abrió la posibilidad a las asociaciones industriales de la región de aplicar a los fondos no reembolsables de su Fondo Competitivo Regional de Estrategia de Habilidades para las Industrias.
Este fondo tiene como objetivo canalizar inversiones que ayuden a las industrias a establecer una hoja de ruta para el desarrollo de habilidades de su fuerza laboral actual y futura, necesarias para prosperar en el entorno digital.
La cuarta revolución industrial y el cambio climático tienen un profundo impacto en la forma en que las empresas operan y se relacionan con los mercados globales.
Por tal motivo, el BID destacó que es esencial que las industrias de América Latina y el Caribe tengan acceso a los recursos y el conocimiento que necesitan para mantenerse a la vanguardia en paisajes empresariales globales en constante cambio.
Las industrias de todos los sectores, en cualquier etapa de su proceso de transformación digital y empresarial, pueden aplicar. Las propuestas para desarrollar estrategias de habilidades pueden recibir hasta US$60.000, y aquellas que se enfoquen en la transición de la industria hacia empleos verdes podrían recibir hasta US$80.000.
Al aplicar a los fondos no reembolsables para el desarrollo de habilidades del BID, las industrias o clústeres industriales en países de América Latina y el Caribe tendrán la oportunidad de: desarrollar e implementar estrategias de capacitación para su fuerza laboral; y acceder a la experiencia y el conocimiento práctico del BID para capacitar a su talento y ponerlo al día con las habilidades necesarias para competir en paisajes empresariales en transformación.
Los fondos son administrados por la División de Mercados Laborales y Seguridad Social del BID.
La selección será anunciada el 30 de junio de 2023. Se tomará en cuenta la relevancia, sostenibilidad, equidad, inclusión y priorización de invertir en la resiliencia de la fuerza laboral en la estrategia de habilidades. Otros criterios de selección incluyen:
- Un claro entendimiento del impacto que las tecnologías digitales están teniendo en las industrias.
- Disposición para trabajar con el BID en el diseño e implementación de estrategias de capacitación personalizadas que satisfagan las necesidades específicas de la organización.
- Compromiso con la promoción de la sostenibilidad, los empleos verdes y la igualdad de género.
- Compromiso con la transparencia y rendición de cuentas en el uso de los fondos.
Los grandes desafíos de las economías de América Latina este año
Tras una importante actividad económica en el último año, los países de América Latina y el Caribe enfrentan en 2023 grandes riesgos que exigirán medidas extremas para que no se registre un deterioro social, con el aumento de la pobreza, y que sus cuentas fiscales logren ajustarse.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) prevé que la región crezca 1 % este año tras haber alcanzado un crecimiento mejor de lo esperado de 3,9 % en 2022. Plantea un escenario de crecimiento de 1,9 % en 2024, pero este estimativo asume que Estados Unidos evitará una recesión en 2023 y que habrá una tendencia global a la baja en la inflación.
“La invasión rusa a Ucrania en 2022 causó conmoción en todo el mundo. Los precios de las materias primas se dispararon, las expectativas de crecimiento mundial se desplomaron y los bancos centrales aumentaron las tasas de interés para controlar la inflación y existen fuentes continuas de incertidumbre económica y financiera. Como resultado, en 2023 los países de América Latina y el Caribe enfrentarán una demanda global deprimida, altos costos de financiamiento y la reciente incertidumbre financiera”, señala el análisis Preparar el terreno macroeconómico para un crecimiento renovado, del BID. En él, plantea que la región debe enfrentar el desafío de reducir la inflación y la carga de la deuda pública en 2023, para abordar los retos de las crecientes demandas sociales, los limitados recursos fiscales y la baja productividad y crecimiento.
Según Eric Parrado, economista jefe del BID, en primer lugar, la región se enfrenta a un reto social. Con cerca del 18 % de la población viviendo con menos de 3,1 dólares por día, los niveles de pobreza de la región superan los de hace una década. “Aunque se ha producido cierta corrección, la pandemia aumentó la pobreza en la región y, recientemente, la guerra de Rusia en Ucrania ha dificultado aún más la recuperación de los logros perdidos. Además de la pobreza, la desigualdad está aumentando”, señala.