Este martes, 6 de diciembre, la Comisión Europea acusó a los bancos Deutsche Bank y Rabobank de conformar un “cartel en el mercado de bonos” para distorsionar la competencia de deuda soberana denominada en euros, mediante el intercambio de información sensible y otras prácticas contrarias a las reglas de la Unión Europea entre el 2005 y el 2016.
A las dos entidades bancarias fue remitido un pliego de cargos, a los dos se les informó de sospechas respecto a que en el periodo de tiempo mencionado usuarios intermediarios intercambiaron información comercial y coordinaron estrategias de precios y negociación en el mercado secundario de deuda soberana en Europa.
¿Cómo ha sido el comportamiento de los bancos europeos por el alza de las tasas?
Las entidades bancarias europeas se han beneficiado a lo grande en el tercer trimestre de la subida de las tasas de interés, adoptadas por los bancos centrales para combatir la inflación.
“El tercer trimestre es un muy buen trimestre para los bancos europeos”, le dijo a la AFP Thibault Douard, gestor en Tikehau Capital. ¿A qué es debido? “El aumento progresivo de las tasas tiene un impacto positivo en los ingresos” porque los bancos prestan más caro.
El alza de las tasas (de 2 % desde julio por el Banco Central Europeo, la entidad emisora de la zona euro, formada por 19 de los 27 países de la Unión Europea) es “un elemento positivo para cualquier banco minorista en la medida que le permite aumentar a término el margen de crédito”, según el presidente del directorio del grupo bancario mutualista BPCE, Laurent Mignon.
En este contexto, tras largos años de tasas bajas, el primer grupo bancario alemán Deutsche Bank multiplicó por más de cinco su beneficio neto en un año entre julio y septiembre, su nivel más alto “en una década”. Los beneficios del británico Barclays aumentaron 10 % en un año y los del español Banco Santander, un 11 %. El segundo banco italiano, UniCredit, incrementó sus previsiones para el conjunto del año 2022.
En Francia, la evolución de las tasas no trasciende de forma “tan marcada”, debido a las “particularidades de los modelos económicos de los bancos franceses”, apunta Nicolás Hardy, analista de Scope Ratings. El alza rápida de las tasas en varias fórmulas de ahorro popular reglamentado supone para los bancos un sobrecosto que se aplica inmediatamente a toda la reserva.
En cambio, las subidas de las tasas de crédito son más lentas porque se aplican a los nuevos préstamos. Esta es también una peculiaridad del mercado francés: los créditos inmobiliarios son, en su mayoría, a interés fijo.
Así, el margen de los bancos minoristas franceses queda reducido, admite Mignon, pero solo durante un periodo “transitorio”.
En general, los bancos adaptan para sus resultados trimestrales sus costes de riesgo, esas sumas aprovisionadas en caso de que fallen los deudores. Los montos están en “ligera alza en comparación al trimestre precedente”, señala Douard, “pero más bien en modo preventivo que por impagos reales constatados”.
No obstante, un caso especial llama la atención: Polonia. El gobierno acordó en junio a los prestatarios la posibilidad de suspender sus reembolsos durante varios meses para aliviar su presupuesto frente a la inflación.
El alemán Commerzbank aprovisionó 477 millones de euros (479 millones de dólares) de cara a esta pérdida de beneficios, y el francés BNP Paribas 204 millones de euros (205 millones de dólares).
Por su parte, los bancos españoles se preparan para ver sus beneficios recortados el año que viene por una retención de 4,8% de sus márgenes de interés y las comisiones aplicadas a sus actividades en el país. Además de España, otros países han dicho en estas últimas semanas que contemplaban la posibilidad de aplicar un impuesto excepcional a los bancos, entre ellos la República Checa y Hungría.
*Con información de la agencia AFP