El impuesto del 4x1.000 es uno de los más conocidos en el país. Aunque fue creado como un impuesto temporal para hacerle frente a la crisis bancaria por la que estaba pasando el país en 1998, sigue vigente 24 años después. Se le ve como un impuesto antitécnico que lo que hace es frenar la entrada de los ciudadanos al sistema financiero, lo que los lleva a acudir al gota a gota para evitar el costo que implica el gravamen a los movimientos financieros.

Cuando Gustavo Petro ganó las elecciones presidenciales, una de las preguntas que se hacían los colombianos era si este odiado impuesto sería cosa del pasado. Sin embargo, el ministro de Hacienda elegido por Petro para su gobierno, José Antonio Ocampo, admitió en una entrevista que el 4x1.000 seguirá vigente: “Se mantendrá, no hay forma de reemplazarlo”, agregó.

Al final, el gobierno cedió en no hacer más gravosa la situación para quienes tienen cuentas bancarias: Se acaba el 4x1000 para quienes hagan movimientos en sus cuentas bancarias inferiores a $13,3 millones al mes en cualquier cuenta, pues hay que recordar que la exención existía, pero solo una cuenta que tenía que ser marcada como libre del gravamen.

Así quedó el tema hasta lo aprobado por el Senado de la República en una candente discusión hasta el filo de la media noche.

Así va la reforma tributaria

Al filo de la media noche (11:55 p.m.), en un candente y extenso debate, el Senado de la República aprobó la reforma tributaria del gobierno de Gustavo Petro.

En la jornada, que se extendió por 15 horas, hubo de todo. Se presentaron peloteras, ánimos exaltados, euforia en la oratoria, insultos, apoyos, mensajes de protesta, atuendos que pretendieron sentar una posición a favor o en contra.

Al final, se llevó a cabo la votación y aprobación en el Senado, del paquete que transforma la manera de pagar impuestos en Colombia; mientras que la Cámara de Representantes suspendió la sesión, con parte de la tarea hecha, para continuar el jueves.

Desde ya, los colombianos tendrán que irse preparando para el nuevo esquema de tributación que quedó en la reforma tributaria aprobada, en la que están: un impuesto al patrimonio; modificaciones a la tributación de los dividendos; pago de impuesto de renta con tarifa más alta a personas naturales con más de 10 millones de ingresos mensuales; impuestos a los hidrocarburos; sobretasa en el impuesto de renta al sector financiero y a las electrificadoras; impuestos saludables; eliminación o disminución de beneficios tributarios, tanto para personas como sectores, entre otras medidas.

Durante el debate se estableció que las iglesias no tendrán un impuesto, como lo había propuesto el proyecto desde su texto original. Una iniciativa presentada por la oposición pidió el hundimiento del artículo y así lo hicieron con 59 votos por el si a la eliminación.

El articulado, en su mayoría, se votó en bloque, pero las propuestas más álgidas, que quedaron para la parte final, enredaron el debate y lo extendieron hasta casi la media noche.

Ahora, habrá que esperar las decisiones que se tomen en la Cámara de Representantes, para definir si será necesaria una conciliación, como lo piden las normas cuando hay diferencias en los textos que aprueban de manera independiente en las dos cámaras.

Uno de los artículos más complejos de la reforma, el del impuesto a los hidrocarburos, recibió el aval, pese a que también se pidió su hundimiento. De él depende gran parte de los recursos que obtendrá el gobierno con el recaudo tributario que dará la iniciativa legislativa una vez se convierta en ley.

Muchas peticiones de eliminación

Algunos congresistas proponían la eliminación de artículos y el borrón se dio en ciertos casos, como el del número 9, que, según explicó el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, buscaba igualar el derecho de los pensionados colombianos con el de los extranjeros, al dejarles las mismas deducciones cuando tienen a su cargo dependientes. Al final, el artículo fue hundido.

Pero no fue la única propuesta de eliminación de medidas en la reforma, pues al menos una veintena de artículos motivaron peticiones de eliminación. Los opositores al gobierno pedían quitar el impuesto al patrimonio, el de los plásticos de un solo uso, el de las iglesias, y los artículos relacionados con la llamada presencia económica significativa, entre otros. En algunos casos lograron su objetivo.

El estudio de esas peticiones hizo parte de lo que demoró el debate, que comenzó a las 9:30 de la mañana en el Senado, y se prolongó hasta casi la media noche, pues el presidente de esa célula legislativa, Roy Barreras, habló de dar todas las garantías de participación.

En relación con propuestas de eliminación de artículos, dentro de las proposiciones que hicieron algunos parlamentarios, con varias firmas de respaldo, principalmente de integrantes del Centro Democrático, estuvo la de quitar de la reforma tributaria la medida que busca cobrarle impuestos en Colombia a empresas como las plataformas que prestan su servicio a través de la nube (tienen presencia económica significativa en el país aunque no cuenten con sede acá). Debido a la fuerte controversia que generaba la medida, intervino el ministro del interior, Alfonso Prada, para ofrecer una solución mediadora: una transición para iniciar el cobro del impuesto.

Abecé de lo debatido

- Impuesto al patrimonio: aunque casi se hunde, finalmente fue votado. Grandes fortunas tendrán tarifas de entre 0 y 1,5 %. La tarifa más alta será transitoria.

- Impuesto a los dividendos: también fue avalado en plenaria del Senado.

- Impuesto a hidrocarburos: tuvo propuesta de eliminación, pero el gobierno y los ponentes sustentaron que era clave en la reforma tributaria, pues sin él no habría el suficiente recaudo. Entre tanto, el ministro de Hacienda argumentó que lo que se les está pidiendo es un aporte, debido a los altos precios de los commodities, lo que les ha generado generosas utilidades.

- Cárcel para evasores: esta medida llegó en la ponencia para segundo debate (en el primer debate no estuvo), pues el gobierno pidió conceptos a las entidades judiciales, para resolver interrogantes, por tratarse de una medida de tipo penal. Después de ajustes aplicados durante el trámite, dejaron medidas para castigar la evasión tributaria y la omisión en el pago de impuestos. El senador Barreras insistía en enviar cierto mensaje irónico alrededor de lo que finalmente quedó en materia de castigo al evasor. El congresista enfatizaba en que, “un evasor que roba el primer año y paga, le perdonan; roba al segundo año y también es perdonado luego de cubrir la deuda, y vuelve a robar por tercera vez y ahí si tendrá cárcel”. El monto de la evasión es de más de 1.000 millones de pesos.

- Impuesto saludable: fue uno de los que más debate tuvo. Se pedía excluir algunos productos como las pastas o incluir los edulcorantes. El ministro de Hacienda confirmó que se excluye el pan, la miel, el dulce de leche, el bocadillo y las obleas. También se dio un periodo de transición, por lo tanto, el impuesto para las bebidas aplicará a partir del 1 de julio del 2023 y el de los alimentos, desde el 1 de septiembre del próximo año. Miguel Uribe, a nombre del Centro Democrático, intervino para reclamar la autoría de los cambios logrados. Finalmente, el impuesto saludable, con modificaciones, fue aprobado.

- Impuesto a las iglesias: el artículo que contenía esta medida fue hundido por mayoría.

- 4x1.000: según lo aprobado, se acaba el 4x1000 para quienes hagan movimientos en sus cuentas bancarias inferiores a $13,3 millones al mes.

- Impuesto a las pensiones: fue retirado de la ponencia, por el propio gobierno, antes del debate en plenaria, según acuerdo con los ponentes de la reforma.

- Zonas francas. tendrán el 20 % del impuesto sobre el valor que exporten, mientras que deberán asumir el 35 % cuando sus productos se comercialicen en el mercado local.

- Proposición de revivir el día sin IVA: fue introducida por Miguel Uribe, desde la trinchera de la oposición. El senador Efraín Cepeda se unió, para pedir que se deje al menos una jornada, pues ya estaban listos los inventarios en el comercio.

Protagonistas

En el candente debate de la reforma tributaria sobresalieron los ministros Alfonso Prada y José Antonio Ocampo, quienes estuvieron al frente en todo momento, dando la pelea por defender la propuesta del gobierno cada vez que había amenaza de hundimiento de alguno de sus contenidos.

También se destaca la participación del presidente del Senado, Roy Barreras, que, pese a que en un par de ocasiones se exaltó, dijo que daría todas las garantías de participación y así lo hizo. Inclusive, mencionaba que había tiempo: “el jueves, el viernes, el sábado, el domingo...” podrían seguir con el trámite de la tributaria.

Por parte de los parlamentarios, uno de los que más intervenciones tuvo fue el senador Miguel Uribe, que lideró la participación de la oposición presentando propuestas, desde el archivo de la reforma, hasta proposiciones de eliminación de artículos o modificaciones.

De igual manera, el senador David Luna también se mostró activo en la jornada. Y, en varias ocasiones, fue destacado el papel de los que se abstuvieron de participar o lo hicieron en forma breve, para ayudar con los tiempos de aprobación de la reforma en una sola jornada.

El senador David Luna le dejó a todos los congresistas una galleta de la fortuna, para decirles que ese bocadillo sería gravado con un impuesto saludable. | Foto: Congreso de la República

Con toda la artillería

El Centro Democrático fue uno de los partidos que más dio la batalla en el debate de la reforma tributaria, para introducir cambios. Pidieron el archivo de la reforma; cuando no lo lograron pelearon por excluir el pan de los productos gravados con impuesto saludable; por la no imposición de gravamen a las iglesias, buscaron quitar el impuesto a los hidrocarburos, entre otros.

Lo cierto es que el debate fue intenso. La mayor parte de la mañana, en la plenaria del Senado, se evacuaron los impedimentos que develan los congresistas. Finalmente, a nadie dejaron salir del recinto por los impedimentos señalados.

Como se ha vuelto costumbre, el Senado empezó más temprano que la Cámara (hay que recordar que el segundo y último debate de la reforma tributaria se adelante, de manera simultánea, en las plenarias de las dos cámaras legislativas).

El trámite, hacia el medio día, avanzaba en el Senado, donde ya empezaba la votación en bloque, de los artículos que no tenían ninguna proposición colgada.

A la misma hora, en Cámara, apenas escuchaban las sustentaciones de los oponentes a la reforma, entre ellos, el representante Óscar Darío Pérez, quien habló de todo lo que la propuesta contiene. Sin embargo, enfatizó en que el contenido del texto que se votará es “gravoso” para las personas naturales y para las empresas, por lo que presentó ponencia negativa.

Mensajes de protesta eran emitidos por los congresistas con sus propios atuendos, como esta gorra de Óscar Villamizar. | Foto: Congreso de la República

Los ánimos se iban exaltando a medida que se ahondaba en el debate. Inclusive, para la votación de la sesión permanente que se requería para continuar el debate en la misma jornada, hubo tensión. En el espacio del Congreso, varios parlamentarios llevaron mensajes de protesta contra la reforma tributaria: carteles, globos, mensajes en los escritorios de los oponentes.

Al final, volvió a repetirse la misma votación con la que inició el debate: la que derrotó la propuesta de archivar la reforma. Es tradicional que, una vez se produce la primera votación de alguno de los temas que pide el presidente del estrado legislativo (Roy Barreras), las demás votaciones siguen en la misma tendencia. Más aún en esta oportunidad en la que el gobierno de turno tiene todavía la aplanadora política andando, debido al respaldo de partidos como los Verdes, Comunes, entre otros.

Como pocas veces en una reforma tributaria, el proyecto no está contra las cuerdas en materia de tiempos. Podrían irse hasta diciembre, pues la iniciativa debe ser aprobada antes del último día del último mes para que pueda aplicar a partir del 1 de enero del nuevo año. De esa manera, quedó aprobado en el Senado el proyecto de ley -quizás el más importante para la administración del presidente Petro-, que incluye la plata para hacer realidad las propuestas de campaña.