La Superintendencia Financiera de Colombia dio a conocer la tasa de usura para el mes de julio en 20,59 %, lo que implica una reducción de 90 puntos básicos respecto a la tasa de junio, que fue de 21,49 %.
Este porcentaje es el máximo que las entidades financieras pueden cobrar anualmente a los usuarios por créditos ordinarios y de consumo.
Sin embargo, existen ciertos tipos de créditos, como los créditos productivos de mayores montos, que tienen un límite superior, establecido en 26,62 %, de acuerdo con el informe de la SuperFinanciera.
Las tasas de interés bancario corriente certificadas tendrán vigencia entre el 1 y el 31 de julio de 2024.
El interés bancario corriente es la base para el cálculo del valor máximo de los intereses remuneratorio y moratorio definidos en el Código de Comercio y para determinar los efectos de la norma sobre usura definida en el Código Penal.
Banco de la República volvió a bajar tasa de interés en Colombia
Tras una nueva reunión de la Junta Directiva del Banco de la República, el emisor decidió realizar un nuevo recorte en las tasas de interés, como parte de una medida para ajustar la política monetaria en Colombia y así manejar la inflación y otros indicadores económicos.
La tasa de interés ahora se sitúa en 11,25 %, lo que representa una reducción de 50 puntos básicos. Según un comunicado del emisor, cuatro codirectores votaron a favor de esta decisión, mientras que dos optaron por una reducción más ambiciosa de 75 puntos básicos. En su decisión, consideraron varios aspectos de la economía colombiana.
Entre los factores evaluados por la junta del emisor se encuentra la inflación anual de mayo, que se mantuvo estable en un 7,2 %. La inflación anual sin alimentos ni regulados descendió del 6,4 % al 6,1 %, mientras que la inflación anual de alimentos superó las expectativas, aumentando del 3 % al 4,4 %.
Otro factor considerado fue la encuesta de analistas económicos realizada en junio por el Banco de la República, que mostró una disminución en la expectativa de inflación a un año, pasando del 4,6 % en mayo al 4,3 % en junio, y una estabilidad en el 3,8 % para la inflación esperada a finales de 2025.
“Las expectativas de inflación obtenidas del mercado de deuda pública permanecieron relativamente estables, y aunque apuntan a una trayectoria descendente con el tiempo, se mantienen por encima de la meta hasta finales de 2025″, indicó el emisor.
También se tuvo en cuenta el crecimiento del PIB, que fue del 0,9 % en el primer trimestre de este año, superando la estimación del equipo técnico del Banco, que era del 0,3 %. Los indicadores para el segundo trimestre sugieren que la economía ha continuado su trayectoria de recuperación.
Además, se analizaron las primas de riesgo del país y la tasa de cambio del peso frente al dólar, que han aumentado en un contexto de condiciones financieras internacionales restrictivas.
“Con la decisión adoptada hoy, la política monetaria mantiene una postura acorde con el objetivo de llevar la inflación a su meta a mediados de 2025, al tiempo que proporciona un nuevo impulso a la recuperación del crecimiento económico. La junta directiva reitera que las futuras decisiones dependerán de la nueva información disponible”, indicó el comunicado del emisor.