En tiempos de inflación alta, como el que actualmente atraviesa el país, es inevitable que muchas familias “echen calculadora”, como se dice popularmente, a la hora de mercar, con el fin de lograr que alcance la plata y se pueda comprar lo necesario, tanto en carnes, verduras, frutas y hortalizas.

Sin embargo, una inflación del 9,67 %, la más alta en Colombia durante los últimos 20 años y que podría llegar a los dos dígitos esta semana, ha llevado a que las personas cambien sus hábitos de consumo y busquen opciones más económicas, ya sea reduciendo las cantidades o cambiando de marcas.

En medio de esto, es bueno tener en cuenta los pronósticos de entidades como el Banco de la República, que dio a conocer sus nuevas proyecciones de inflación para 2022 y 2023, según la cual sugiere que en el segundo semestre de 2022 la inflación continuaría elevada y finalizaría el presente año en 9,7 % (antes 7,1 %), pero a lo largo de 2023 empezaría a ceder para cerrar el año en 5,7 % (antes 4,8 %).

El equipo técnico de la entidad destacó que los choques internacionales de costos, intensificados por la invasión de Rusia a Ucrania, han sido más persistentes de lo estimado y contribuyeron a elevar la inflación.

Ahora bien, al traducir esto en dinero que gasta la gente a la hora de mercar, basta con analizar el comportamiento de productos como la carne de res o las legumbres, que se encuentran en este momento entre los más caros, haciendo que muchos los consideren un lujo y opten, por ejemplo, por buscar pollo o pescado (este último para las ciudades costeras).

Según el boletín de abastecimiento de productos agropecuarios y seguridad alimentaria emitido por la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (Upra), durante junio el balance del comportamiento de los precios en los alimentos que se comercializan en fresco es muy cercano a cero. Esto se logró gracias a que los precios de productos como la papa, el plátano, el arroz, los huevos y los quesos artesanales cayeron.

No obstante, Felipe Fonseca Fino, director de la Upra, advierte que aumentaron los de las carnes de res, cerdo y pollo, al igual que los de hortalizas como la remolacha, la cebolla junca, la espinaca y los pepinos.

“Durante junio la variación de los precios de alimentos es cercana a cero. Sin embargo, en el caso de los procesados, evidenciamos un alza que llevó al incremento de los precios para el total de la canasta a una cifra cercana a 1 %. Sin embargo, pese al aumento, se mantiene la tendencia a la reducción en la inflación que se observa desde el pasado febrero”, agregó este funcionario.

Báscula en plaza de mercado | Foto: GUILLERMO TORRES REINA

Por grupos de productos, la papa negra fue la que más cayó, un resultado importante, pues se presentó en todas sus variedades, incluyendo la criolla. Esto tiene un significado especial para las familias colombianas, por la participación que tiene este alimento en la canasta de consumo.

“En junio, se destaca el grupo de las papas y los plátanos, porque presenta las mayores reducciones en sus precios. Según los reportes del SIPSA, en la mayoría de las variedades de papa, sus precios cayeron más de 20 %. Las variedades que más bajaron fueron: la sabanera, la R-12, la rubí y la nevada; por ejemplo, los precios por kilo de la sabanera en Bogotá, en la última semana de junio, son prácticamente la mitad de los observados a principios de mayo”, explicó Fonseca Fino.

De igual manera, según la Upra, durante el último mes bajaron más de 8 % los precios de algunos plátanos, como el dominico y el dominico hartón, tanto verde como maduro, al igual que la yuca criolla y la chirosa. Sin embargo, se presentó un comportamiento contrario en los precios de la arracacha, tanto blanca como amarilla, y en las tres variedades de ñame que se comercializan.

“Por otra parte, los precios mayoristas de las hortalizas presentaron en junio el aumento más reducido de los ocurridos en este año. Este resultado fue determinado por las alzas que se presentaron en los precios de la remolacha, el pimentón, los pepinos, la espinaca y la cebolla junca”, agregó.

En relación con las frutas, el balance para el grupo señala un relativo equilibrio entre las alzas y las caídas de precio. Mientras, cayeron los precios de los limones, la mora de castilla, las uvas verde y roja, los aguacates hass y papelillo, la naranja común y el mango de azúcar.

Aumentaron los precios de las piñas, las papayas, las mandarinas, el maracuyá, las guayabas y la guanábana.

Los precios de las carnes de res, cerdo y pollo, presentaron crecimiento en sus distintos cortes y presentaciones. También, se presentaron aumentos para algunos alimentos procesados como el azúcar, el café, el aceite de cocina, la manteca, el chocolate dulce y el amargo, el vinagre, entre otros alimentos.