Con las cuentas ajustadas de la reforma tributaria que está aprobando el Congreso, aprovechando que el presidente Gustavo Petro tiene mayorías, se espera que se recojan 22 billones de pesos, una suma significativa si se tiene en cuenta el contexto de alerta de recesión en Estados Unidos, inflación disparada y pospandemia que han hecho que los empresarios, por ejemplo, pongan el grito en el cielo.
Hasta ahora, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, había sido evasivo con esa respuesta. De hecho, la oposición había enviado un derecho de petición haciendo esa pregunta, que fue contestado a medias. Lo escribió el senador del Centro Democrático, Enrique Cabrales. A la pregunta concreta sobre “¿a qué se van a destinar los nuevos recursos que se van a percibir por la propuesta reforma tributaria?”, el viceministro Hernández tan solo se limitó a responder: “Se está avanzando en la discusión del Presupuesto General de la Nación 2023 en el Congreso de la República, de tal forma que los recursos se puedan alinear con las necesidades de gastos identificadas de forma democrática”.
Bajo ese escenario, la oposición, en cabeza del Centro Democrático, publicó un video en el cual se escuchan latidos de corazón, llanto. Todo para referir que la economía colombiana “está de luto por cuenta de la iniciativa. Luego de la aprobación de esta iniciativa, hogares y empresas tendrán más claridad de las nuevas reglas de juego con el fin de tomar sus decisiones de cara a 2023 y a mediano plazo.
Este es el video publicado por el Centro Democrático:
El Senado de la República va en locomotora con el segundo y último debate de la reforma tributaria. Hacia las tres de la tarde, después de haber empezado la jornada a las nueve de la mañana, ya tenía un amplio paquete del articulado aprobado. En bloque se votó primero en un grupo de 39 ítems, lo que equivale a más del 30 por ciento de la reforma tributaria, que cuenta con 90 artículos en total, incluidos los nuevos que se agregaron en el proceso de ajustes.
El ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, corría del recinto de la Cámara hacia la del Senado. En ambos estrados sustentaba que se trata de un proyecto que le imprime progresividad al Estatuto Tributario, de manera que paguen impuestos los que más recursos tienen. No obstante, los parlamentarios de oposición le ponían en el horizonte que gravar el pan, las bebidas con azúcar, los hidrocarburos, terminará impactando el bolsillo de todos los colombianos, independientemente de su nivel socioeconómico.
De hecho, en el marco de esta aprobación, el ministro de Hacienda dijo que no es cierto que piense renunciar. “Que quede claro: NO voy a renunciar al MinHacienda. Estamos trabajando sin descanso para sacar adelante la #ReformaTributaria que necesita Colombia. Nuestro compromiso con el país y el manejo responsable de la economía es total y así lo seguiremos haciendo en este Gobierno”, escribió a través de su cuenta en Twitter.
Al ministro le ha tocado capotear una situación complicada, mucho más allá de la tramitación de una reforma tributaria, propuesta que catalogó como “la más liberal en la historia de Colombia”. Como anécdota de lo que han sido estos meses con este proyecto, el ministro contó que lleva entre 350 y 400 horas de discusiones en el Congreso, luego de lo cual, “nos hemos venido acogiendo a algunas propuestas”, sostuvo. Al ser cuestionado sobre si se siente o no como ‘el ministro bombero’, apagando incendios en el Gobierno, o, como lo llamó un editorialista: ‘el adulto responsable del gabinete’, respondió: “Me han inventado todo tipo de cosas, hasta que voy a renunciar”, por lo tanto, invitó a que le bajen a las invenciones.