En Colombia es muy común ver viviendas donde habitan muchas personas, tantas que prácticamente no tienen un espacio adecuado para coexistir en esos predios. Así podría resumirse lo que analizó la organización para la cooperación y el desarrollo económico (Ocde), qué tras su más reciente estudio, determinó que el país es el que tiene los índices más altos de hacinamiento residencial, entre sus naciones miembro. Las cifras habían preocupado al presidente Gustavo Petro, quien ya tendría un plan para mejorar el balance.

Según la Ocde, tener una vivienda adecuada es uno de los puntos más importantes en la vida de las personas. Una buena casa tiene que tener unas condiciones mínimas para garantizar el buen vivir de sus habitantes.

En palabras de la entidad, una buena vivienda no se trata solamente de cuatro paredes y un techo, debe ser un sitio para descansar y sentirse protegido, además de gozar de privacidad y espacio personal.

“El número de habitaciones de una vivienda dividido entre el número de personas que la habitan indica si los residentes viven en condiciones de hacinamiento (...) el hacinamiento suele traducirse en un suministro inadecuado de agua y de servicios de alcantarillado. En la Ocde, el hogar promedio tiene 1.7 habitaciones por persona. En términos de servicios básicos, el 97 % de las viviendas de los países de la Oc tienen acceso privado a inodoros interiores con descarga de agua”, señalan en el documento del Índice de buena vida.

Un concepto similar es el que se tienen desde las perspectivas médicas. Según la librería Nacional de medicina de los Estados Unidos, el hacinamiento se refiere cuando el número de ocupantes de una vivienda excede la capacidad del espacio disponible, esto tiene fuertes repercusiones para la salud física y mental, lo que traería serias consecuencias para el bienestar.

Así va el ranking del hacinamiento residencial a nivel internacional

Las más recientes estadísticas presentadas por la Ocde, poner a Colombia en el primer lugar del hacinamiento residencial, con un 34,6 %, seguido por Letonia con un 34 %, tercero México 31 % (segundo latinoamericano), cuarto Polonia con el 28,4 % y quinto Turquía con el 23,8 %.

El hacinamiento residencial se nota mayormente en sectores populares.

Esto podría haberse reflejado en sectores populares de Colombia, donde en una pequeña casa, o apartamento, viven familias completas, de seis o más integrantes, que en algunos casos tienen hasta mascotas.

La situación se precariza, si se tiene en cuenta que muchas veces estos inmuebles, no cuentan con acceso a servicios públicos básicos, como por ejemplo el agua o la electricidad.

Es allí donde el presidente Gustavo Petro, lamento la pésima clasificación, considerando como un fracaso las políticas de vivienda que se han implementado en los últimos años. Para superar esta negativa situación, propone organizar asociaciones de vivienda popular, y autoconstrucción en lotes, a los cuales se les garantizará el acceso a servicios públicos con ayuda del Estado.

La propuesta de Petro para superar el hacinamiento residencial. | Foto: Getty Images

“A pesar de la política de vivienda nueva construida en las últimas décadas a través del subsidio estatal, somos el país con mayor hacinamiento de vivienda de la OCDE. Proponemos la organización de asociaciones de vivienda popular y autoconstrucción en lotes con servicios puestos por el Estado”, detalló a través de su cuenta de Twitter.

En todo el mundo, el hacinamiento es a menudo un indicador de pobreza y privación social. Estos hogares también están expuestos a riesgos asociados, como por ejemplo, limitaciones de ingresos que obligan a las personas a vivir en inmuebles con un espacio insuficiente para sus necesidades, también pueden significar que estas familias tienen dificultades para pagar un predio que esté en buen estado. Además, aumenta la exposición a factores de riesgo asociados con traumatismos en el hogar, tensiones sociales y exposición al humo de tabaco ajeno, aseguran desde la librería Nacional de medicina de los Estados Unidos.