Con la entrega de 3.500 millones de euros en préstamos, desde 2009, el grupo AFD (Agence Française de Développement, Proparco, Expertise France) se ha convertido en uno de los principales bancos internacionales de desarrollo en Colombia, país que es uno de sus mayores deudores.
Romain André, director de la AFD en Colombia, explica que los fundamentos macroeconómicos del país son su principal carta de presentación a la hora de solicitar ayuda financiera internacional, en especial porque tiene un historial de manejo bastante conservador de sus finanzas públicas, tanto a nivel nacional, como subnacional. “Eso implica que tiene un marco reglamentario que nos permite trabajar fácilmente con esta nación y prueba de ello es que Colombia tiene una buena dotación de agencias internacionales operando en su territorio”, dice este directivo, quien desde 2020 supervisa la labor de la entidad en el país.
Los créditos de la AFD, que son en un 60 % para la Nación y el 40 % sin garantía de la Nación, deben ser aprobados por el Congreso. Es un trámite dispendioso, pero tras 14 años de práctica, cada vez fluye mejor.
André señala que de los 120 países donde operan, Marruecos es el principal receptor de los créditos de la Agencia y en segundo lugar está Colombia, lo que insiste se debe a la solidez macroeconómica del país, lo cual permite que puedan hacer créditos con y sin garantía de la Nación.
Pese a que Colombia perdió su calificación de grado de inversión tras la pandemia, André explica que eso no afectó su cupo de crédito para el país, pues ellos manejan sus propios indicadores de riesgo, los cuales, hasta ahora, no han cambiado. No obstante, no descarta que en un nuevo comité de riesgo se presente alguna modificación en ese frente, lo que haría que sus créditos fueran un poquito más caros.
Explicó que la mayoría de los créditos que hacen en el país son en euros, pero también los pueden hacer en dólares y en pesos colombianos. De hecho, las cifras de deuda externa del país muestran que la AFD y el KFW –Banco de Desarrollo del Estado de la República Federal de Alemania– son los principales proveedores de euros del país. “Con la Nación, la mayoría de los créditos son en euros, con grandes empresas, como por ejemplo EPM; en dólares, con las entidades territoriales, o con empresas más pequeñas, en pesos”, precisa.
Otra de las estrategias de la Agencia Francesa consiste en buscar proyectos con impacto, en los que puedan movilizar fondos no reembolsables y así tener tasas compensadas.
Dificultades medioambientales
En un Gobierno, como el actual, que ha anunciado una fuerte apuesta por los temas medioambientales, André dice no haber sentido un cambio frente a administraciones anteriores, pues en este frente a Colombia como nación le ha costado planear y ejecutar proyectos.
“Ha habido algunas discusiones, que no se han aterrizado. En algunos discursos, el presidente Petro habló de canje de deuda contra naturaleza, algo interesante, pero lo que nos han explicado desde el Ministerio de Hacienda es que, si hacen ese este tipo de operación, no sería por montos muy importantes, lo que además podría tener un impacto sobre la reputación financiera del país”, comenta el ejecutivo francés y agrega: “En esos temas podemos trabajar con entidades territoriales, o con empresas, pero con la Nación es más complicado”, reiteró y explicó que por esa razón tanto ellos, como los otros bancos de desarrollo, hacen créditos programáticos con la Nación, los cuales están vinculados al cumplimiento de algunos indicadores. Por ejemplo, desembolsan cuando ya hay un Conpes o una decisión reglamentaria sobre algunos temas.
“El Gobierno Petro, como sus antecesores, tiene el mismo problema al aterrizar los proyectos medioambientales”, puntualizó André.