Los temas relacionados con la cooperación, el comercio y el turismo, tanto en el plano bilateral como a nivel regional, deben trascender y fortalecerse en la relación entre Colombia y Estados Unidos aún más.

Además, se debe hacer retomando las bases de la Alianza para el Progreso, que en su momento fue uno de los pilares de desarrollo y de la institucionalidad económica del país, considerando el contexto actual nacional e internacional.

México, Colombia y Venezuela son los países con mayor registro de retenidos en Estados Unidos. | Foto: SbytovaMN

Así lo destacó la presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana, AmCham Colombia, María Claudia Lacouture. La directiva aseveró: “Esta alianza podrá ser una gran herramienta para fortalecer el vínculo entre el desarrollo social y el productivo, y permitir reducir las desigualdades del país y del resto de América Latina”, al destacar el encuentro que sostuvieron los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y de Colombia, Gustavo Petro, en la Casa Blanca.

Uno de los temas de conversación fue una Nueva Alianza para el Progreso, que buscaría fomentar el desarrollo económico inclusivo mediante energías limpias y una política antinarcóticos.

La alianza

La directiva instó a que se haga una analogía con la Alianza para el Progreso que propuso el presidente John F. Kennedy en la década de los sesenta y que “fue vital para el desarrollo de nuestra nación, y que consistía en un programa de ayuda económica externa para los países de la OEA, con el objetivo de crear condiciones para el desarrollo económico y social de América Latina, que fue aceptado por los países de la OEA en su reunión de Punta del Este (Uruguay) en 1961″.

En lo corrido de 2016 hasta el mes de octubre, las compras externas del país llegaron a los US$36.683,5 millones.

Destacó: “Hoy, este objetivo sigue vigente. Sin embargo, se hace indispensable que esté alineado con la búsqueda de niveles sostenidos y sostenibles de crecimiento económico, basados en la incorporación intensiva de conocimiento e innovación, en aumento de productividad y en la generación de valor agregado. Por el otro, lograr una mayor y mejor redistribución de la riqueza, y el fortalecimiento de nuestros regímenes de bienestar y sus respectivas políticas sociales”.

Además, explicó que, para Colombia, la Alianza para el Progreso permitió establecer mecanismos para la definición de políticas públicas como la elaboración del Plan General de Desarrollo Económico y Social (1961-1970), considerado por expertos como el primer plan nacional de desarrollo del país.

Así mismo, en el marco de la Alianza para el Progreso se trazaron las bases del Departamento Administrativo de Planeación y Consejo Nacional de Política Económica (Decreto 3242, 1963), Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes), Departamento Nacional de Planeación (DNP) y el Fondo Nacional de Proyectos de Desarrollo (Decretos 2996 y 3068 de 1968).

Lacouture agregó: “Las relaciones bilaterales son muy amplias y llevan una inercia creciente que se irá consolidando. Con estas reuniones bilaterales se van direccionando según los intereses coyunturales, como la red de energías limpias y acciones para la lucha contra el cambio climático, pero que no puede limitarse solo a este sector, ya que las necesidades urgentes también trascienden los temas energéticos y pasan por el acceso a servicios públicos, educación, salud y oportunidades laborales formales”.

En cuanto a los asuntos de cambio climático y cooperación ambiental, Lacouture consideró que es un ámbito de extraordinarias e ilimitadas posibilidades y que sería una fortuna para Colombia liderar proyectos de nuevas energías y cumplir todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas a los que se ha comprometido Colombia.

Destacó que Colombia cuenta con la ventaja de tener una matriz energética limpia, al margen de su riqueza en hidrocarburos.

Se crea la primera comunidad de granjeros productores de energía limpia | Foto: Unergy

Agregó que el país tiene un importante camino recorrido que, sumado a su biodiversidad, genera importantes posibilidades para trazar una hoja de ruta que beneficie a todos los países de la región.

El comercio

En cuanto a las posibilidades comerciales, expresó: “El momento económico por el que atravesamos, con alta inflación, tasas de interés elevadas y perspectiva de menor crecimiento, implica que como país podamos sacar el mayor provecho posible a todas las oportunidades comerciales en beneficio de los ingresos de los colombianos. Estados Unidos es el principal socio comercial de Colombia y somos, a su vez, el principal aliado de la Casa Blanca en América Latina”.