La seguridad de la jubilación en todo el mundo está sometida a una presión creciente ya que la inflación, un entorno de mercado volátil y las bajas tasas de interés afectan a los fondos de pensiones, según el Índice Global de Jubilación (GRI) 2022 de Natixis Investment Managers.

En su décima versión, el GRI revela que 2022 podría ser uno de los peores años para pensionarse en los últimos tiempos, ya que los retirados se arriesgan no solo a tomar los ingresos de la pensión de un conjunto de activos ya agotado, sino que tendrán que asumir mayores riesgos con las carteras para recuperar el terreno ya perdido.

En Colombia, la seguridad en la jubilación ha descendido, pues cayó dos puestos en la clasificación: 42 de 44, con una puntuación global del 34 %, por debajo del 45 % de la versión de 2021.

La inflación: ¿amenaza para la seguridad de la jubilación?

Durante la mayor parte de la última década la inflación ha sido excepcionalmente baja. Entre 2012 y 2020, la inflación de los países miembros de la Ocde fue de apenas 1,76 % de media. Sin embargo, en el primer semestre de este año, la inflación aumentó, alcanzando un pico del 9,6 % en mayo de este año.

La velocidad a la que han aumentado los costos da motivos para replantearse los fundamentos de la planeación de la jubilación. El incremento importante de los precios del petróleo, los alimentos y la vivienda están reduciendo el poder adquisitivo de los pensionados y suponen una lección económica fundamental para quienes planifican su cierre laboral.

Mirando al futuro: un panorama cada vez más difícil para la seguridad penisonal

La Ocde prevé que la población mayor de 65 años aumente de 17 % hasta el 27 % en 2050, lo que aumentará la presión sobre la seguridad de las jubilaciones y someterá a los sistemas de asistencia sanitaria y de cuidados de larga duración a presiones adicionales.

Incluso las regiones con poblaciones jóvenes podrían enfrentarse pronto a retos, ya que la mejora de la nutrición, la atención sanitaria y los factores medioambientales contribuyen a la longevidad y las bajas tasas de natalidad ayudan a que la población total sea cada vez más vieja. Este es el caso tanto de China como de América Latina en 2022.

El envejecimiento de la población presenta opciones limitadas para los responsables políticos, especialmente porque las prestaciones de jubilación y sanidad tendrán que competir con la necesidad de pagar la deuda pública, la cual se ha disparado hasta los 226 billones de dólares entre las economías avanzadas a partir de 2020. Para compensar el déficit de financiación, los responsables políticos pueden tener que elegir una de las siguientes opciones, ninguna de las cuales es popular entre los votantes: aumentar el impuesto sobre la renta, aumentar la edad de retiro o reducir las prestaciones.

“Los retos a los que nos enfrentamos ahora y a los que nos enfrentaremos en el futuro son claros. Acertar con la jubilación y ayudar a que los individuos puedan vivir con dignidad después de sus años de trabajo es una cuestión de sostenibilidad fundamental para la sociedad. Habrá que tomar decisiones difíciles mientras los responsables políticos se esfuerzan por conciliar los balances con los compromisos de las prestaciones públicas de pensión y asistencia sanitaria. El éxito requerirá un esfuerzo concertado no sólo de los responsables políticos, sino también de los empresarios, el sector de los servicios financieros y los particulares. Todo comienza con la comprensión de los riesgos”, dijo José Luis León, Country Head de Natixis IM para Colombia y Perú.