Uno de los mayores temores de los inversionistas por estos días está relacionado con el futuro económico de Colombia, ya que si bien el país ha dado muestras de fortaleza en medio de las tensiones y desplomes que afectan a grandes potencias en todo el mundo, no es ajena a la realidad de desaceleración que ya se está sintiendo, mientras que el costo de vida se encuentra en los niveles más altos de los últimos 20 años.
Este jueves 18 de mayo se conoció un informe del Centro de Estudios Económicos Anif, en el cual se analizan los datos presentados el pasado 15 de mayo el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) respecto a los resultados del Producto Interno Bruto (PIB) correspondientes al primer trimestre del año en Colombia, advirtiendo que generan preocupación, ya que indican una desaceleración económica en el país.
En primer lugar, revisa el crecimiento registrado en el primer trimestre, fue del 3.0 %, en línea con las proyecciones de Anif (2.7 %), lo cual confirma la ralentización que se está presenciando en la economía colombiana. Así mismo, muestra que el Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE) hasta febrero mostraba indicios de un crecimiento en el año corrido del 4.4 %.
Sin embargo, los resultados de los indicadores líderes, comercio e industria, para el mes de marzo, revelaron un menor desempeño de la actividad económica, con variaciones de -7.1 % y -2.0 %, respectivamente. Estos datos son analizados en el más reciente Comentario Económico del Día elaborado por Anif.
No hay que olvidar que en marzo, el Indicador de Seguimiento a la Economía reportó un crecimiento de 1.6 % en comparación con el mismo mes del año anterior, y una variación intermensual del 0.4 %. Esto representa una dinámica positiva después de la contracción registrada en febrero.
Las actividades que más contribuyeron al crecimiento anual fueron las terciarias, con un aporte de 1.5 puntos porcentuales (pp) y un crecimiento del 1.8 %. Le siguen las actividades primarias, que tuvieron un aporte de 0.4 pp y un crecimiento del 3.8 %, el más alto registrado desde mayo del año pasado. Por el contrario, las actividades secundarias contrarrestaron esta dinámica positiva con una reducción de 0.2 pp debido a una disminución del -1.7 %.
Anif destaca que el marcado debilitamiento en ramas como las de industria del comercio, transporte y turismo es una señal clara de la desaceleración económica que está experimentando Colombia en este momento. Estos sectores, que desempeñaron un papel crucial en el crecimiento económico del país durante el 2022, ahora están mostrando una marcada desaceleración, lo que genera preocupación entre los expertos.
De igual forma, resalta que a medida que avanza el año, se observa que los meses registran un menor dinamismo económico, lo que indica la necesidad de tomar medidas para impulsar la actividad económica y evitar una desaceleración más pronunciada. Además, el comportamiento negativo del sector de la construcción es un factor adicional que contribuye a esta desaceleración, ya que la culminación de obras de gran envergadura ha impactado negativamente en esta actividad.
En cuanto al enfoque del gasto, se evidencia que los hogares continúan impulsando la demanda de bienes y servicios en el país. Sin embargo, en este trimestre se ha observado el crecimiento más bajo desde el mismo periodo de 2021, cuando apenas se iniciaba la reactivación económica. Esto se debe, en gran medida, a la política monetaria contractiva que ha generado desincentivos en el gasto de los hogares, priorizando ciertos rubros.
Es importante destacar que el comercio, el transporte y el turismo, sectores fundamentales para la economía colombiana, también muestran un desempeño menos favorable en comparación con el año anterior. El comercio minorista ha experimentado una caída significativa, lo que refleja un menor consumo por parte de los ciudadanos.
Por último, los expertos de Anif advierten que Colombia está enfrentando una desaceleración económica, como lo indican los resultados del primer trimestre del año. Aunque el crecimiento general del PIB se mantiene positivo, se observa un debilitamiento en sectores clave como las actividades financieras, la industria, el comercio y la construcción.
Es crucial que se tomen medidas para impulsar la actividad económica y evitar una desaceleración más pronunciada, con el objetivo de mantener un crecimiento sostenible y generar oportunidades para el desarrollo del país.